4 de noviembre de 2018

Nuestra Señora del Parto

Del sitio Aleteia:

En Roma se encuentra una iglesia muy importante, San Agustín en Campo Marzio. Importante porque se encuentran los restos de santa Mónica, obras de grandes artistas y una imagen considerada para los romanos muy milagrosa, la Virgen del Divino Parto.

 Una obra de mármol creada entre los años 1516 y 1521, en estilo clásico romano por Jacopo Tatti “Sansovino”, se encuentra ubicada a la derecha de la entrada principal de la iglesia.
Al principio simplemente se la llamaba la “Virgen con el Niño” y desde el siglo XIX por devoción popular cambió su nombre a “Virgen del Parto”.
 
En esa época cuando una mujer debía a dar a luz no poseía las atenciones médicas con las que se cuenta en la actualidad y muchas mujeres iban a encomendarse a la Virgen para pedir protección por los posibles problemas que podían surgir.
 
La devoción llegó a ser tan popular que en 1822, el papa Pío VII otorgó indulgencias a quienes besaban el pie de la Virgen.
 
La piadosa costumbre tuvo mucho éxito: el pie de mármol se puso tan gastado que fue necesario reemplazarlo por un pie de plata.

Luego cuando nacía el niño se llevaba delante de la Virgen para presentarlo y para pedirle que continuara protegiéndolo durante toda su vida. Muchas de estas mamás dejaban un ex voto en agradecimiento. Al principio estos ex votos eran joyas, más o menos preciosas según la posibilidad de la madre, ahora son simplemente baberos con el nombre del niño o la niña o los lazos que se colocan en la puerta del hospital o de la casa para indicar la llegada del neonato, rosa si es niña, celeste si es niño.

Esta usanza continúa hasta el día de hoy entre las mujeres, ya no sólo romanas, porque su devoción se extendió más allá de Italia.

Si estás en la dulce espera puedes tú también encomendar tu parto y a tu niño a la Virgen del Divino Parto, con la siguiente oración:

Santa Madre de Dios y Virgen del Divino Parto, venimos a tus pies para cantar tus alabanzas. Tú eres la hija predilecta del Padre, la Madre del Verbo Encarnado, el Templo del Espíritu. Tú eres la Virgen elegida desde la eternidad para colaborar en la obra de nuestra salvación: pide para nosotros a tu Hijo Jesús una fe fuerte, una esperanza sólida, una caridad generosa.
Virgen Madre, confiamos a tu protección a todas las madres que te ruegan por la integridad de su descendencia y por un feliz parto, para que la vida que llevan en su vientre sea preservada de todo peligro.
Concédeles volver a tus pies con su criatura para dar gracias al Señor que obra maravillas a aquellos que depositan en Él su confianza.
Virgen del Parto, protege y defiende con amor todos tus niños, para que regenerados en el agua del Bautismo e incorporados en la santa madre Iglesia, crezcan serenamente llenos de virtudes, para luego convertirse en testigos valientes de tu Hijo Jesús, perseverando con la gracia del Espíritu Santo en el camino de la santidad.
Amén.

Dios te salve María...




Ver también: Nuestra Señora de Mariapocs

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