Una capilla en la ciudad de Viacha, cercana a La Paz (Bolivia) es la encargada de albergar a la Virgen de las Letanías.
Pero esta imagen guarda una particularidad que va más allá de su ubicación a 4.200 metros sobre el nivel del mar, pues se trata de una Virgen de 4.7 centímetros considerada “la más pequeña del mundo”. En ese sentido, la escultura fue propuesta por las autoridades para ser inscrita como récord Guinness y es exhibida en lo alto de la montaña en ocasiones muy puntuales durante el año.
Es que esta advocación religiosa despierta un sinfín de devotos en pleno altiplano boliviano que año a año se acercan al lugar para venerarla –de forma especial cada 13 de julio- y desde Ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia recientemente se anunciaron medidas para protegerla.
Efectivamente, el objetivo es evitar el tráfico ilícito del patrimonio de la Virgen de las Letanías y para ello se decidió realizar la catalogación y los inventarios de los bienes con la finalidad de resguardarlos, en el marco de protección del patrimonio y evitar el tráfico ilegal de bienes culturales, tal cual señaló –indica un comunicado– la directora de la Unidad de Patrimonio Inmaterial de ese ministerio, Carmen Loza.
Según Loza, prosigue el comunicado, con este trabajo se pretende concienciar sobre la necesidad de que las iglesias tengan sus planes de manejo, seguridad y crear conciencia colectiva.
Por último, se manifestó que se “realizará la consolidación y restauración de la Virgen de Letanías, además de profundizar en la investigación para revelar y custodiar nuevos datos sobre esta miniatura religiosa”.
¿De dónde viene esta devoción?
En base a diversas tradiciones, indica la nota del Ministerio de Culturas, el origen de esta devoción data de principios del Siglo XIX cuando la Virgen de Letanías se le apareció a una pastorcita que estaba siendo atacada por una serpiente, logrando ahuyentarla. Al día siguiente, se cuenta, los campesinos volvieron al lugar y lo que encontraron fue una pequeña piedra con la imagen esculpida de la Virgen.
Este milagro hizo que se creara una capilla en lo más alto de la montaña, en el cerro de Letanías, y desde ese momento la devoción ha ido en aumento. Actualmente, por cuestión de seguridad, la imagen permanece la mayor parte del tiempo en la Iglesia de Viacha.
Pero esta imagen guarda una particularidad que va más allá de su ubicación a 4.200 metros sobre el nivel del mar, pues se trata de una Virgen de 4.7 centímetros considerada “la más pequeña del mundo”. En ese sentido, la escultura fue propuesta por las autoridades para ser inscrita como récord Guinness y es exhibida en lo alto de la montaña en ocasiones muy puntuales durante el año.
Es que esta advocación religiosa despierta un sinfín de devotos en pleno altiplano boliviano que año a año se acercan al lugar para venerarla –de forma especial cada 13 de julio- y desde Ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia recientemente se anunciaron medidas para protegerla.
Efectivamente, el objetivo es evitar el tráfico ilícito del patrimonio de la Virgen de las Letanías y para ello se decidió realizar la catalogación y los inventarios de los bienes con la finalidad de resguardarlos, en el marco de protección del patrimonio y evitar el tráfico ilegal de bienes culturales, tal cual señaló –indica un comunicado– la directora de la Unidad de Patrimonio Inmaterial de ese ministerio, Carmen Loza.
Según Loza, prosigue el comunicado, con este trabajo se pretende concienciar sobre la necesidad de que las iglesias tengan sus planes de manejo, seguridad y crear conciencia colectiva.
Por último, se manifestó que se “realizará la consolidación y restauración de la Virgen de Letanías, además de profundizar en la investigación para revelar y custodiar nuevos datos sobre esta miniatura religiosa”.
¿De dónde viene esta devoción?
En base a diversas tradiciones, indica la nota del Ministerio de Culturas, el origen de esta devoción data de principios del Siglo XIX cuando la Virgen de Letanías se le apareció a una pastorcita que estaba siendo atacada por una serpiente, logrando ahuyentarla. Al día siguiente, se cuenta, los campesinos volvieron al lugar y lo que encontraron fue una pequeña piedra con la imagen esculpida de la Virgen.
Este milagro hizo que se creara una capilla en lo más alto de la montaña, en el cerro de Letanías, y desde ese momento la devoción ha ido en aumento. Actualmente, por cuestión de seguridad, la imagen permanece la mayor parte del tiempo en la Iglesia de Viacha.
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