18 de febrero de 2022

Nuestra Señora de la Misión Nahuel Huapi

Del sitio Iglesia Catedral Bariloche:

La Imagen de Nuestra Señora de la Misión Nahuel Huapi que se encuentra en el presbiterio de la Catedral de Bariloche es copia exacta de “La Loreto “ de Achao. 

En el libro “LA MISIÓN NAHUEL HUAPI”, de Yayo De Mendieta, encontramos abundante material, que recoge resultados de investigaciones serias a ambos lados de la Cordillera y en los Archivos Jesuíticos de Roma y el Vaticano.

Estos antecedentes se estuvieron reuniendo durante tres años con el apoyo del Obispo Fernando Maletti, del rector de la Catedral de Bariloche, Pascual Bernik y el párroco de Achao, Renato Torres.

La virgen de Loreto, patrona de la Iglesia que lleva su nombre en Achao, resultaba ser la misma escultura que Mascardi y los poyas cordilleranos llamaron “Nuestra Señora de Asunción de Poyas” y que permaneció hasta 1717, cuando fue destruida la misión.

La réplica de la imagen colonial fue encargada al escultor ancuditano Milton Muñoz, que la reprodujo en un milenario mocho de arce.

El 4 de Junio del 2004, a la madrugada, una caravana de achainos despidió a la delegación hasta Dalcahue. Continuaron dos buses de chilotes y barilochenses con la nueva imagen, cruzaron la nevada Cordillera de los Andes y en los límites de la ciudad lacustre lo esperaba una columna de vehículos y bandas de música. Los bomberos instalaron en uno de sus carros a la imagen que lucia como en un “papamóvil”.

La Catedral de Bariloche es el volumen arquitectónico más grande de la ciudad. Su estructura de hormigón recrea la monumentalidad románica, pero con muchos guiños góticos de luminosos vitrales y alzados espacios.

A ese templo encendido ingresó la imagen menuda, ante la expectación de una Catedral repleta de gente, estandartes y banderas de ambos países. Al cruzar el arco ojival de la entrada irrumpió una banda militar y todas las rosas del lago cayeron en una eclosión de pétalos perfumados. Hasta el menos religioso se emocionó en esa atmósfera ritual donde el pasado y el presente concurrían. Chilotes y argentinos palpitaban en la misma memoria y fe.

La imagen quedó en un podium construido en el altar. La custodiaba una docena de ángeles encarnados en pequeñas niñas del lugar. Al finalizar la ceremonia, el viernes 4 , la gente se acercó al altar y como se acostumbra en nuestras islas comenzaron a tocarla y venerarla en oración. “Nuestra Señora del Loreto” había sido incorporada a la devoción trasandina, con la antigua advocación de “Virgen de Nahuelhuapi o de los poyas”.

La imagen es emblemática, simboliza la historia de Chiloé: un pueblo que vive en dos países, como esta Patrona que es hoy venerada en Bariloche y Quinchao.

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