Senieji Gardai, donde se trajeron los calvarios desde Europa Occidental en la primera mitad del siglo XVII, se menciona por primera vez en fuentes escritas en 1253. La primera iglesia de esta parte de Samogitia se construyó en 1593. Más tarde, en 1619, se erigió otra pequeña iglesia, la de San Juan Bautista, en la colina de San Juan, y se estableció una parroquia en 1622. El obispo de Samogicia, Jurgis Tiškevičius, invitó a los dominicos a Gardai en 1637, donándoles tierras y construyendo casas para ellos. Por instrucción de Jurgis Tiškevičius los dominicos fundaron aquí el Kalvarijos Kalnai (Colinas del Calvario). Se construyeron pequeñas capillas (en 1639) y los monjes dominicos escribieron himnos, oraciones y establecieron las formas de la práctica de piedad especialmente popular en la Iglesia católica. A partir de los calvarios que se establecieron en Gardai, el lugar pasó a ser conocido como el Žemaičių Kalvarija (Calvario Samogitiano). En Žemaičių Kalvarija se estableció el tipo de calvario dominicano - 20 estaciones -, estos calvarios se encuentran entre los primeros del Gran Ducado de Lituania (junto con Vilnius - Verkiai en 1665).
A partir de mediados del siglo XVII, el Žemaičių Kalvarija se hizo famoso por su pintura milagrosa de la Santísima Virgen María con el Niño, y por la famosa Atlaidai (fiesta religiosa) de la Santa Madre María Visitación. La pintura milagrosa de la Santísima Virgen María, traída desde Roma al Žemaičių Kalvarija por el dominico Petras Pugačevskis, es famosa por los milagros desde su misma colocación en el altar lateral de la iglesia. Desde 1643, este cuadro se considera milagroso. Los milagros se registraron en un libro que, por desgracia, se destruyó durante el incendio de la iglesia en 1896. De los poderes milagrosos del cuadro dan fe también los votum (Lat. - donación en señal de voto, promesa a Dios), de los que en este momento hay más de 150 en la Basílica. Las oraciones y los salmos dedicados a la Žemaičių Kalvarija Madre de Dios se imprimieron en 1681 en el libro de oraciones Rožančius (El Rosario) escrito y publicado por Jurgis Kasakauskis. Estos salmos La Graciosa Reina y la Santísima Madre del Divino Señor se cantan hasta el día de hoy.
El obispo A. Tiškevičius confirió el título de la Santa Madre María de la Visitación para la iglesia que se construía entonces en Kalvarija. Los Atlaidai de la Visitación se unieron a los Atlaidai de las Colinas del Calvario que se celebraban ya antes y que ganaban cada vez más popularidad. El Atlaidai de la Žemaičių Kalvarija Santa Madre María Visitación comienza el 2 de julio y dura hasta diez días. Desde 1649, la iglesia de Žemaičių Kalvarija consagra las reliquias de la Santa Cruz, traídas del monasterio dominicano de Lublin. Mide 3,2 cm de largo y 0,6 cm de ancho: es la más grande del Báltico.
Los dominicos administraron en Žemaičių Kalvarija hasta 1889, cuando las autoridades zaristas los expulsaron. Desde 1927 hasta 1948 el santuario y la parroquia de Žemaičių Kalvarija estuvieron bajo la custodia de los monjes marianos. Durante los años de la ocupación soviética (1940-41, 1944-89), a pesar de los enormes esfuerzos de las autoridades ateas por destruir los calvarios, las capillas y la tradición viva de la visita de las colinas fueron mantenidas por la gente. A petición de Antanas Vaičius, obispo de Telšiai en aquella época, en 1988 el Papa San Juan Pablo II concedió el título de basílica a la iglesia de la Santa Madre María de la Visitación de Žemaičių Kalvarija. El nombre original de Žemaičių Kalvarija, que había sido rebautizado como Varduva por las autoridades soviéticas en 1967, fue devuelto a esta pequeña ciudad en 1989.
El 23 de junio de 2006, el Papa Benedicto XVI consagró las coronas papales para el cuadro de la Virgen María con el Niño de Žemaičių Kalvarija, y obligó a dignificar este cuadro con el título de La Reina de las Familias Cristianas. El día de la coronación es el 8 de octubre de 2006.
El segundo día de cada mes se celebran en la Basílica los atlaidai mensuales de la Santa Madre María en visita. Todos los sábados los creyentes visitan la Basílica y honran a la Santa Señora. Durante muchos años, Žemaičių Kalvarija fue uno de los principales centros espirituales no sólo de Samogitia, sino de toda Lituania, y sigue siéndolo también en el siglo XXI.
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