«Seguimos siendo una nación de inmigrantes, (por ellos) damos la bienvenida a los oprimidos y a los refugiados» ha escrito el obispo de San Diego, California, Robert McElroy.
Esta diócesis, la más extrema al suroeste de Estados Unidos, colindante con la arquidiócesis de Tijuana (México) ha propuesto, cerca de la frontera de San Ysidro (del lado de California), una escultura de 13 metros de altura de la Virgen María, como Reina de la Libertad, bajo el lema de “Welcome the Stranger” (“Bienvenido el extranjero”).
Inspirados en la Estatua de la Libertad de Nueva York, el San Diego Organizing Project (SDOP) está terminando de construir un monumento visible desde muchos kilómetros a la redonda de la parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo, perteneciente a la diócesis de San Diego, en la frontera entre México y Estados Unidos.
Con está representación de María el SDOP, auspiciado por el obispo McElroy, dará la bienvenida “a una nueva generación de inmigrantes y refugiados que anhelan la libertad y la prosperidad”. Se trata –dice la exposición de motivos– de “llevar este faro de esperanza a nuestra comunidad fronteriza”.
La estatua se iluminará cada noche, asegurando su visibilidad y la cercanía del corazón de María a los aspirantes a formar parte de Estados Unidos.
«Welcome the Stranger» ha recibido más de un millón de dólares en apoyo a su construcción pero, según los impulsores de esta iniciativa de paz, aún se necesita otra cantidad similar para concluir la estatua de Nuestra Señora de la Libertad.
Hay que resaltar que fue la comunidad de inmigrantes estadounidenses en San Ysidro, California, donde se ubicará la estatua, quien lideró el diseño del monumento “para garantizar que refleje la experiencia moderna de los inmigrantes”.
El extenso proceso de diseño incluyó diálogos comunitarios y sesiones de terapia artística facilitadas por la muralista de participación comunitaria y la terapeuta de arte certificada Berenice Badillo. El reconocido escultor Jim Bliesner tuvo la dirección de la comunidad para representar el diseño final.
“El presidente (Trump) quiere construir un muro; nosotros queremos construir un puente”, ha dicho a la revista America el diácono José Luis Medina, administrador de la parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Y agregó: “Somos cristianos, nuestra fe nos dice que todos son seres humanos”.
La escultura de la Virgen María será un hito en una frontera cada vez más militarizada. De hecho, el lugar donde se alzará la estatua fue visitado por el presidente Trump.
La encargada del proyecto, SDOP, es una federación no partidista que trabaja en múltiples temas y agrupa a 31 congregaciones religiosas “que desarrollan el poder de la comunidad para impulsar la equidad y la justicia en el Condado de San Diego”.
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