8 de noviembre de 2019

Nuestra Señora de Lluc

Del sitio Servicio Católico:
El primer documento histórico referido a la capilla de la Virgen de Lluc es el testamento otorgado por el noble caballero En Valentí de ses Torres, ante el procurador (abogado) Jaume de Marina, el 31 de octubre de 1268.
El camino que conducía a los pies de la Virgen era muy difícil y tan sólo podía realizarse a pie o a lomos de una bestia atrevida. A finales del siglo XIV, este camino se reformó y fue embellecido con la colocación de siete monumentos de estilo gótico que representaban los gozos de Nuestra Señora. Fueron esculpidos por el maestro Lloren Cloquell, y policromados por el artista Pere Mercol.
El 22 de noviembre de 1456, el papa Calixto III erigió el santuario en colegiata. Durante el siglo XVI, el prior Gabriel Vaquer redactó unos estatutos, según los cuales los presbíteros colegiales deberían ser oriundos de Mallorca, residir en el santuario, ser maestros en gramática y canto, y, uno de entre ellos, maestro en teología.
Diariamente rezarían el oficio divino en comunidad y la misa conventual sería cantada con la participación de seis niños. Era la semilla de la que a través de los siglos tenía que ser la famosa Escolanía de Blauets (de azul), por el color de sus sota­nas. Y que hasta hoy canta diariamente la salve a la Virgen, ma­ñana y tarde, participan en la Eucaristía del domingo por la ma­ñana, solemnizándola y sosteniendo la participación de la asamblea. Su existencia es admirada y querida por el pueblo de Mallorca, y su amplio repertorio se ha hecho escuchar en muchos conciertos dentro y fuera de la isla.
En 1586 se construyó un edificio muy característico para alojar a los peregrinos y sus cabalgaduras, conservado en la ac­tualidad con la denominación popular de los porxets.
En 1589 se dignificó la plaza de los peregrinos con la insta­lación de un surtidor, que desde entonces es la nota caracterís­tica en el centro de la gran explanada.
Debido al gran crecimiento de la devoción y los peregrinos, en el siglo XVII se inició la construcción del actual templo, sen­siblemente más amplio que la antigua capilla. Es de estilo re­nacentista, de planta de cruz latina, de una sola nave con cru­cero y seis capillas laterales y una capilla para la reserva del Santísimo Sacramento y las confesiones. Tiene bóveda de ca­ñón y en medio del crucero una cúpula. Los arcos y las corni­sas están construidos en piedra extraída en las inmediaciones del santuario. Tiene 28,28 metros de longitud por 6,70 de ancho en la nave, y 13,45 en el crucero. En septiembre de 1684 se consagró el altar mayor. El retablo, obra del maestro Blanquer, se había finalizado en 1629, y la venerada imagen, antes situada en una capilla lateral, quedó instalada definitivamente en un nicho central del retablo mayor.
Ya en el siglo XX, bajo las directrices del gran arquitecto catalán Antonio Gaudí, se completó la decoración barroca en toda la iglesia, siguiendo el mismo estilo del presbiterio, quedando transformada en lo que se le llamó la Casa d'Or.
El 1707, el rey Carlos III de Austria le concedió el título de capilla Real y, en 1962, el papa Juan XXIII la declaró basílica menor.
El 10 de agosto de 1884, en presencia de una multitud de más de 12.000 peregrinos, y por delegación expresa del papa León XIII, el obispo de Mallorca, monseñor Mateu Jaume, realizó la coronación pontificia de la sagrada imagen de la Virgen y del Niño Jesús que sostiene en su brazo izquierdo. Ambas coronas fueron costeadas por los fieles.
En el año 1891, el obispo doctor Cervera encomendó la conservación y reconstrucción moral y material del santuario a la congregación mallorquina de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y María, fundada un año antes por el venerable padre Joaquim Roselló i Ferrá, hoy en proceso de beatificación, y a quien encomendó el priorato que ejerció durante nueve años.
En 1984, al celebrarse el centenario de la coronación, la diócesis de Mallorca peregrinó parroquia a parroquia al santuario para revivir el acontecimiento que antaño movilizó a los peregrinos. Para dar acogida a los miles de peregrinos que se esperaban en el santuario durante el año centenario, se construyó una amplia nave en los terrenos adyacentes, destinada a las celebraciones litúrgicas multitudinarias y a otras manifestaciones de carácter cultural. Con motivo del que entonces fue llamado A ny de Lluc, el obispo de Mallorca, monseñor Teodoro Úbeda, dirigió a toda la diócesis la carta pastoral: «María, madre y modelo».
La fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Lluc se celebra el 12 de septiembre. El día 10 de agosto se celebra la fiesta memoria de la coronación pontificia.

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