Del sitio Hogar de la Madre:
El 5 de agosto de 1990, Litmanova, un pequeño pueblo de tradición católico bizantina en la montaña del norte de Eslovaquia, recibió la visita de la Santísima Virgen bajo la advocación de la Inmaculada Pureza.
Los escogidos fueron tres niños: Ivetka Korcáková de 11 años, Katka Ceselkovâ de 12, y Mitko Ceselka de 9 años respectivamente. Mientras estaban jugando en el monte Zvir, a tres Km de su pueblo, comenzaron a oír unos ruidos procedentes del bosque de alrededor. Llevados por el miedo fueron a refugiarse a un pajar de madera, propiedad del padre de Ivetka, pero también allí seguían escuchando los ruidos que se hacían cada vez más fuertes. Era como si alguien estuviese tirando maderas desde la cima del monte. Llenos de miedo, los niños comenzaron a rezar. A Ivetka se le ocurrió una oración improvisada: «María, Madre nuestra, escóndenos bajo tu manto». Lo repitieron tres veces y un profundo arrepentimiento por sus pecados y tibieza religiosa, invadió sus almas.
En ese preciso momento la habitación se inundó de luz. Al principio los niños pensaban que era la luz del sol, pero de repente, en medio de esta luz, apareció la Virgen María. Se sentó en un banco enfrente de los niños y les miró. Ninguno se atrevía a decir en voz alta nada de lo que estaban viendo, hasta que Katka se atrevió a preguntar: «Ivetka, ¿no ves algo en el banco?». Ivetka le respondió: «Veo a la Virgen María». «Yo también », continuó Katka.
Se describieron mutuamente lo que veían y todo coincidía. La Virgen parecía estar en un profundo recogimiento, llevaba un vestido blanco, un manto azul, un velo azul transparente, una corona en la cabeza y un rosario entre las manos. Los niños le prometieron ir durante la semana todos los días a la iglesia. Sorprendidos por la aparición y sin saber cómo reaccionar, salieron del pajar y volvieron al pueblo. La Virgen les acompañó todo el camino. Al llegar a la cruz, en la entrada del pueblo, se arrodilló y se santiguó. Ya dentro del pueblo fue desapareciendo poco a poco de su vista. Este día nadie creyó a los niños y el párroco les prohibió hablar de ello. Pero esa misma noche, la madre de Katka soñó con la Virgen Santísima que le decía: «No dudes de nada, solo cree».
Y empezaron una serie de apariciones que duraron cinco años.
Enseguida se extendió el rumor de tal acontecimiento y comenzó a peregrinar a aquel lugar una inmensa multitud de personas. Veían que las chicas quedaban en éxtasis, sin prestar atención a su alrededor ni aunque les tocasen o hiciesen gestos. Seguían su «visión» con una sonrisa suave.
Al principio se les aparecía varias veces al mes, sobre todo los domingos y días de fiesta. Y a partir del 3 de marzo de 1991 se les aparecerá solo los domingos y los primeros viernes de mes. Además la Virgen bendijo un pozo a 100 metros del lugar y recomendó beber de esa fuente.
Tan solo un año después de la primera aparición, más de un millón de personas habían peregrinado ya al escarpado lugar. Una cifra enorme en un país de 6 millones de habitantes.
La jerarquía católica de rito bizantino empezó ese verano a investigar oficialmente los hechos y asistir pastoralmente a las personas que llegaban a Litmanova. Un miembro de la Comisión investigadora desde 1991 fue el Padre Marian Potas, provincial de la Orden Monástica de Basilio el Grande. En 1993, el Padre Potas explicó: «La Comisión de nuestro obispo registra todo tipo de hallazgos. Tenemos el caso de una señora que estaba impedida desde hacía 14 años, con medio cuerpo paralizado y que no podía caminar. Unas mujeres la trajeron a la montaña, bebió del arroyo, oró y bajó caminando por su propio pie. Un chico tenía leucemia y hoy es soldado. El doctor del ejército confirmó que estaba sano». «No creo que esas chicas sean un fraude. Muchos se han convertido en Litmanova. Significa que la Virgen escogió esta montaña y eso es un hecho».
La Iglesia ha hecho varias investigaciones y nunca ha encontrado nada que vaya en contra de la moral o doctrina cristiana. El 7 de septiembre de 2008, el arzobispo de Presov, Mons. Ján Babjak, declaró como lugar de peregrinación la capilla dedicada a la Inmaculada Concepción, construida en el monte Zvir.
La Virgen repitió varias veces su preocupación por el creciente materialismo de Eslovaquia y de todo el mundo, que lleva a los hombres a cometer muchos pecados y a olvidarse de lo verdaderamente importante: su relación con Dios.
«No puedo ver los pecados de Eslovaquia. Mis hijos poseen demasiadas cosas y por eso no honran ni a mi Hijo ni a mí. Mi Hijo mandará un desastre a Eslovaquia. Pero si la gente se convierte y se pone a rezar sinceramente, el desastre se irá alejando. Extended este mensaje por toda Eslovaquia y os suplico que toda Eslovaquia venga a rezar a esta montaña que yo he santificado». (11 de noviembre 1990).
«Los hombres tienen grandes cantidades de todo, y por lo material son capaces hasta de matarse» (18 de noviembre 1990). Pero el fruto amargo del materialismo es el vacío: «Tenéis el corazón tan vacío y vuestras vidas no acaban de llenarse» (6 de diciembre 1992).
El 2 de diciembre del año 1990 la Virgen reveló su nombre. Ese día llevaba un vestido blanco con un borde dorado y un velo transparente.
Las niñas le preguntaron cómo se llamaba y Ella respondió:
«Yo soy la Inmaculada Pureza».
«¿Y de dónde vienes?».
«Yo vengo del Cielo».
La pureza de corazón ha sido el tema central de las apariciones. Pureza en primer lugar como limpieza del pecado, unida a una lucha sincera y sin tregua por evitarlo. Pero también pureza como autenticidad, sencillez y transparencia. «Deseo que este mes seáis especialmente puros de corazón porque este mes está dedicado a mí. Vuestras oraciones serán escuchadas de manera especial, pero tienen que ser sinceras y salir de un corazón puro». (5 de mayo 1991).
La Virgen María vino para avisarnos, pero también para proponernos remedios. Entre ellos está de manera especial el rezo del rosario: «Para la curación de enfermedades físicas y espirituales es necesario rezar a diario el rosario (gozoso, doloroso y glorioso), ayunar los miércoles y los viernes y beber de la fuente de la montaña». (2 de diciembre 1990). También el ofrecer oraciones y ayunos por la salvación de las almas: «No sabéis cómo necesito vuestras oraciones y ayunos para la conversión de los que se van perdiendo. Por favor, ayudadme». (4 de julio 1993). «Por favor, rezad... No sabéis lo mucho que os ayudará. ¡Tenéis tan poco tiempo! Mis queridos, sed como niños, porque solo los niños sabrán lo que es verdadera oración». (8 de noviembre 1992).
La última aparición ocurrió el 6 de agosto del año 1995. Sobre el monte Zvir resonaron las siguientes palabras, en medio de los sollozos de los presentes, al escuchar que esta aparición iba a ser la última:
«¡Mis queridos hijos! Esta aparición será la última. ¡Os amo! Os doy las gracias por lo que habéis hecho aquí por mí...
¡Mis amados hijos! Lo he querido así para despertaros del sueño de la vaciedad. Para que entendáis que necesitáis conversión. ¡Para este tiempo necesitáis conversión! ¡Por favor, por favor! Permanezco presente en esta montaña. ¡Ahora empezad a meditar mis mensajes! Permaneced en mi Corazón en este tiempo. Porque necesitáis ser más sencillos y vigilantes... Viene un tiempo, que ya está aquí… Permaneced como niños. Totalmente libres para Dios. ¡Por favor, meditad sobre lo que os digo! Os amo y os espero en el Cielo...».
Las palabras de María Santísima ciertamente hablan por sí mismas. Nos invita a permanecer en su Corazón. Hemos de detenernos en sus palabras. ¿Qué es este sueño de vaciedad? ¿El materialismo?, ¿la impureza?, ¿la indiferencia hacia Dios y hacia nuestros hermanos?, ¿la comodidad?, ¿la mediocridad? Nos urge a convertirnos, a tomarnos en serio que Cristo dio su vida por nosotros, a vivir de una vez para Dios, a hacer de Él el verdadero centro de nuestra vida. Cuántas cosas podemos aprender a través de sus palabras.
No sabemos cuánto tiempo tenemos. La que se llamó a sí misma la Inmaculada Pureza, nos muestra el camino: Limpiar nuestros corazones de todo pecado y falsedad, para ser como niños inocentes delante de Dios. Ajustar nuestras vidas al Evangelio para empezar a vivir para el Amor y así poder alcanzar la alegría del Cielo. Y todo esto cogidos de la mano de Nuestra Madre, que jamás abandona a sus hijos y los invita a vivir en su Corazón.
28 de marzo de 2019
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1 comentario:
Nuestra Señora Inmaculada de la Pureza de Litmanova tú sabes todo lo que llevo con gran sufrimiento en mi corazón, te suplico que intercedas ante Jesús tu amado hijo y lo sane todo. Que todos unidos regresemos a Ti, a tu amado siempre Poderoso y Misericordioso Hijo Jesús, nuestro único Dios y Salvador. Cubre y libera a mis hijos y nietos, a Santiago siempre fiel a Jesús Todopoderoso al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y a ti María, a mis seres queridos, mi hermano sánalo, ayúdalo permítele si es posible verte y llenarse de paz antes de partir al cielo y su familia. Si así Dios lo quiere que se sane de su parálisis y pueda caminar. Sáname espiritualmente, físicamente y emocionalmente como mentalmente, dame fortaleza para seguir ayudando a mis hijos, nietos, familias y quién me necesite. Madre Celestial Virgen Inmaculada de la Pureza de Litmanova alcánzanos el perdón de nuestros pescados ante nuestro sincero arrepentimiento. Alcánzanos pidiéndole a Jesús que nos libere del Corina Virus y de la vida pecaminosa. Jesús perdónanos y enséñanos a amar a vuestra Madre bajo el título de Nuestra inmaculada Señora de La Pureza de Litmanova.
Amén 🙏. Amén 🙏 Amén 🙏 Amén 🙏
Jesús en Ti Confío!
Nuestra Inmaculada Señora de la Pureza de Litmanova ruega por nosotros y cúbrenos con tu Manto. Cubre a todos mis nietos en especial a los más necesitados de Jesús y de Ti. Unión familiar en paz y Fe, igual unión familiar de la familia de Ofelia te lo suplico. Escucha mis oraciones Te imploro, te suplico y llévalas a Tu Hijo Jesús, mi amadísimo Jesús mi Rey, mi Dios y mi Salvador, Nuestro Salvador y Señor.
Amén🙏
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