23 de noviembre de 2017

Nuestra Señora de los Angeles (Costa Rica)

En la mañana del 2 de agosto probablemente del año de 1635, una joven a la que se le ha dado el nombre de Juana Pereira, salió a buscar leña para abastecer el utensillo con el que cocinaba sus alimentos, labor que hacía diariamente. Al llegar al breñal del poblado de La Puebla de los Pardos o La Gotera, lo que es hoy el Barrio de Los Angeles, en la Provincia de Cartago, la joven se encuentra en una piedra, donde nace un manantial de agua cristalina, una pequeña muñequita como de barro con un niño en sus brazos. Impresionada y admirada la toma en sus manos y se la lleva para su humilde hogar y la guarda en un pequeño cofre. Por la tarde de nuevo se dirige al breñal y extrañada vuelve a encontrar a la diminuta imagen sobre la misma piedra, pero ella cree que es otra muñequita y muy contenta se la lleva para su casa y piensa que en vez de una ya tiene dos. Pero para su admiración, cuando abre el cofre observa que la primera muñequita que encontró en la mañana ya no estaba. Nuevamente la coloca en el cofre, lo mismo sucede en una tercera ocasión, la joven se alarmó y se dirigió a la casa del señor cura a quien le entregó la imagen y le contó lo sucedido. El señor cura don Alonso de Sandoval, tomó la imagen, y la guardó en un estante dentro de una cajita para examinarla después con cuidado. Al día siguiente al querer revisarla ¡Oh, sorpresa!, la imagen no estaba y Juana, que como de costumbre iba a recoger la leña, de nuevo se encontró con la imagen, esta vez corrió donde el cura y éste en procesión con otras personas del poblado la recogió y la guardó en el sagrario. Al abrir el sagrario al día siguiente, la imagen no estaba. Fueron hasta la piedra donde la joven la había encontrado la primera vez, y allí estaba. Comprendiendo que era algo sobrenatural, que ella deseaba estar en ese lugar para bendecir y proteger a este pueblo y sus moradores, porque se estaban dando situaciones totalmente contrarías al evangelio de su Hijo amado Jesucristo, de inmediato se abocaron a construirle una ermita. De nuevo en la historia de la salvación de la humanidad emerge María, para romper barreras y divisiones y decirnos que todos somos iguales ante los ojos de Dios. La Virgen María quiso ser hallada y manifestarse en Cartago, para ser de los costarricenses y ser la estrella que ilumina el Sol que nace en lo Alto.

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