Cuenta la historia que hacia 1831 unos pescadores de
la playa de Concón vieron flotar en el mar un bulto que les llamó la
atención. Lo recogieron y lo llevaron a sus chozas. Al abrirlo
encontraron una bella imagen de la Santísima Virgen vestida de blanco y
de manto azul. Allí, en la pobreza, le rindieron culto durante algún
tiempo.
Al transcurrir los años, don Juan Crisóstomo Rodenas,
piadoso vecino de Limache, adquirió la preciosa imagen y le rindió culto
en su casa. La devoción aumentó notablemente entre los lugareños. El
hogar del señor Ródenas no bastó para albergar tantos fieles, de suerte
que el día de la fiesta trasladaban el sagrado símbolo al Templo
Parroquial.
De acuerdo a la última voluntad de don Juan
Crisóstomo, la espléndida escultura de la Virgen se incorporó
definitivamente a la Parroquia de la Santa Cruz.
En cuanto a su nombre, los propios peregrinos la
comenzaron a llamar con esa advocación porque coincidía la fiesta de la
Virgen con el Jubileo o exposición de las 40 Horas del Santísimo. A la
fecha se desconoce el motivo de tal coincidencia.
Monseñor Luis Alberto Rivera Andrade, párroco de santa
Cruz de Limache por el 30 años y gran propulsor de esta devoción,
introdujo modificaciones en el desarrollo de la Novena que favorecieron
el culto debido al Santísimo Sacramento.
15 de julio de 2021
Nuestra Señora Purísima de las Cuarenta Horas
Del sitio Iglesia de Chile:
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