El conjunto de las once iglesias excavadas en roca de Lalibela, Etiopía, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1978. La ciudad de Lalibela sigue siendo, a día de hoy, un importante centro de peregrinación y culto.
La Iglesia de Santa María (Biet Mariam, Bêta Mâryâm) es, al igual que el resto, de culto ortodoxo. En su interior se conservan bonitos frescos y bajorrelieves pintados. Destacan las bonitas formas de sus ventanas.
La iglesia de los siglos XII-XIII de Bet Mariam («casa de María») se encuentra entre las iglesias (Bet Maskal, «casa de la cruz»), y Bet Danagel («casa de las vírgenes»).
No se trata de una iglesia demasiado grande sin embargo su tosca fachada (completamente monolítica), su decoración y sobre todo las pinturas de su interior hacen de este templo uno de los más brillantes del conjunto de Lalibela.
Dedicada a la Virgen, que es particularmente venerada en Etiopía, es la iglesia más popular entre los peregrinos. Hay quien cree que se puede tratar de la primera iglesia erigida por Lalibela.
En la cara este podemos contemplar dos hileras de tres ventanas. A tenor de lo que dicen los expertos, la hilera superior representaría la Santísima Trinidad, mientras que la inferior se cree representa la crucifixión de Jesús y los dos pecadores.
Sobre el pórtico occidental se encuentra un curioso bajorrelieve, maravillosamente tallado de San Jorge luchando contra el dragón.
En el interior se encuentra la verdadera joya de esta iglesia, se trata de los frescos que decoran los techos y paredes superiores cuya datación resulta imprecisa aunque sus similitudes con la pintura copta hagan pensar en que sus orígenes se puedan remontar al siglo IX. Continuamos en el interior y nos deleitamos con las columnas, capiteles y arcos cubiertos con detalles maravillosamente tallados como pájaros, animales y follaje, incluyendo un águila bicéfala y dos toros de lidia, uno blanco y uno negro (representando el bien y mal).
Una de las curiosidades de esta iglesia la constituye una columna que se encuentra permanentemente cubierta por un paño bajo el cual, según nos explica un sacerdote se inscriben, en griego y Ge'ez, los 10 Mandamientos. Nadie ha visto ni leído tales inscripciones pero tampoco nadie duda de que se encuentren ahí, bajo ese “manto”, mas gris que blanco; para ahondar en el misterio, un diácono nos cuenta que en realidad las palabras inscritas en la columna hablan del presente y del futuro de la humanidad, sin embargo nuestro amigo “Sami” asegura que bajo el velo se hallan las calves que desvelarían el misterio de la construcción de todas las iglesias de Lalibela.
¡Quien sabe!, la realidad es que en este país el juego entre lo que se ve y no se ve, la realidad y la ficción, el mito y la leyenda es continuo y parece no importar a los cientos de peregrinos que acuden devotamente a estas iglesias. Los sacerdotes insisten que el pilar brillará durante siglos, y que el levantamiento del velo resultaría demasiado peligroso, lo cierto es que este tipo de “ocultismo” ayuda a mantener el halo de misterio que rodea Lalibela.
En la parte exterior existe una pequeña piscina en la cual se sumergen las mujeres infértiles durante la Navidad Etíope con la esperanza de recobrar la fertilidad que tanto anhelan.
La Iglesia de Santa María es parte de las iglesias excavadas de Lalibela. Este es sin duda el más venerado. Lleva un pequeño túnel y conduce a un pozo. Pequeño, totalmente tallada en piedra arenisca roja, la iglesia está en el centro, rodeado de los anexos "capillas". Tallas de sus pilares brillo, pulido por miles de peregrinos manos. Debe asistir a un servicio: los fieles, descalzo, agolpaban a las puertas. Los sacerdotes parecían muy amables: Debo decir que los extranjeros pagan un derecho de entrada.
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