Del sitio Miles Christi:
El término “Comendador” es aplicado exclusivamente en las órdenes
militares o religiosas de caballería, al superior o prior de ciertos
conventos, en especial a aquellos de monjas o frailes.
La Orden de la Merced, que se fundó como “Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos”, aplicó el
término “Comendador” al superior de la Orden encargado de su respectivo
Convento, siendo la máxima autoridad de la comunidad religiosa del
lugar.
Dentro de la iconografía de la Virgen de la Merced, existe una variante
poco conocida, la cual generalmente, se encuentra ubicada presidiendo
los sitiales del coro en los conventos mercedarios. Esta variante
iconográfica es conocida como “La Virgen de la Merced Comendadora”, que
como su nombre lo indica, es para los frailes, la superiora o priora del
convento, siendo la máxima autoridad del claustro mercedario.
Su presencia en el coro del convento y el nombre con el que se le
conoce, no son casualidades, sino que vienen explicadas por una antigua
tradición mercedaria relacionada con el fundador de la Orden, San Pedro Nolasco.
La imagen en trono de la virgen María, representa la aparición de la
Virgen a San Pedro Nolasco en el convento matriz de los mercedarios en Barcelona:
“El Santo fundador solía pasar las noches recogido en fervorosa oración
en la capilla del convento. Una noche, él estuvo sobremanera preocupado
al ver cuánta era la cautividad de los cristianos a manos de los
sarracenos, y cuán pocos eran los frailes (y las limosnas) para la
redención de los cautivos. En estos pensamientos andaba cuando le venció
el sueño; llegada la hora del rezo de maitines, se sorprendió cuando la
campana del convento no tocó a su hora, por olvido del hermano lego. Al
notar la falta, de inmediato fue a la iglesia y la encontró toda
alumbrada, con la Virgen sentada en la silla prioral, presidiendo el
coro y los ángeles en torno a la Señora cantando melodiosamente el rezo
de maitines.
¿Cuál sería la sorpresa cuando entró en el coro y vio a la Virgen, con
el libro de las horas, rezando el oficio divino rodeada de ángeles? San
Pedro Nolasco jamás olvidaría aquella visión.
La Virgen llevaba puesto el hábito blanco de la orden de la Merced, y
los ángeles vestían de frailes mercedarios. El Santo, al ver la escena,
se quedó estático, arrobado en contemplación, mientras los frailes del
convento iban llegando al coro y contemplaban admirados la aparición”.
Desde aquel instante Nuestra Señora Santa María de la Merced fue “la
Comendadora” de la comunidad y su imagen preside, desde entonces, el
coro y la oración de los frailes mercedarios. Ella es y será siempre “la
Comendadora” de la Orden Mercedaria.
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