23 de agosto de 2021

Nuestra Señora del Don (II)

Del sitio Aleteia:
María Madre del don es una tierna imagen de madera con el Niño Jesús que bendice, una imagen que trasmite serenidad, consolación, compasión, donde Ella es don y te invita a su vez a donarte a ti mismo, con dulce amor, como el del Niño en sus brazos.
Esta imagen de madera fue iniciada por el escultor Flavio Pancheri, pero quedó olvidada en su taller por más de 25 años a medio terminar.
A la muerte del artista, su hijo Walter decidió terminarla para luego donarla a la Fundación Fevoss en Verona (Federación de servicios de voluntariado sociosanitario).
Esta fundación moviliza una gran cantidad de voluntarios encargados de asistir a personas con dificultad.
En el 2018, el papa Francisco bendijo la estatua y desde entonces la imagen visita lugares de oración, geriátricos, asilos y hospitales, para estar en contacto con las personas que sufren y tienen necesidad no solo material sino también de fe.
La imagen está dando esperanza más aún en este tiempo en que la pandemia de Covid-19 está atacando sin tregua. Por eso pidamos a Nuestra Madre el don de la fe y la esperanza:

Oración a la Virgen
Santa María, Madre de Dios, consérvame un corazón de niño,
puro y cristalino como una fuente.
Dame un corazón sencillo que no saboree las tristezas;
un corazón grande para entregarse, tierno en la compasión;
un corazón fiel y generoso que no olvide ningún bien ni guarde rencor por ningún mal.
Fórmame un corazón manso y humilde, amante sin pedir retorno,
contento al desaparecer en otro corazón ante tu divino Hijo;
regálame un corazón grande e indomable que con ninguna ingratitud se cierre,
que con ninguna indiferencia se canse;
dame un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo, herido por su amor
con una herida que sólo se cure en el cielo.
Amén.

17 de agosto de 2021

Nuestra Señora Reina de la Ciudad Eterna


Del sitio Gaudium Press

Entre las Basílicas Pontificas que se encuentran en Roma, la de Santa María La Mayor tiene algo especial; y no es para menos, ya que es el monumento de piedad mariana por excelencia de la Ciudad Eterna, sin mencionar que es el Santuario más antiguo de occidente que está dedicado a la Virgen María y Madre de Dios. Los días 5 de agosto la Iglesia universal conmemora su dedicación.

La Basílica se asocia completamente con la Virgen bendita, pues el templo fue edificado siglos atrás para conmemorar a María, Madre de Dios, verdad de fe proclamada en el Concilio de Efeso.

La Basílica Santa María La Mayor es el tercero de los templos patriarcales construidos al interior de Roma. En sus inicios recibió por nombre “Basílica Liberiana”, ya que fue construida a mediados del siglo IV en el tiempo del Papa Liberio. Pero tiempo después, en el año 434, fue restaurada por orden del Papa Sixto III recibiendo por nombre “Santa María La Mayor” para recordar la proclamación solemne de la Virgen María como “Madre de Dios” hecha en el Concilio de Éfeso del 431. Con esta nueva dignidad, la iglesia se convierte en el primer templo romano, así como de occidente, consagrado a la Virgen María.

En la fiesta de la dedicación del templo también se evoca un suceso extraordinario: el “Milagro de la nieve”. De acuerdo con la tradición, en la noche del 5 de agosto del año 358, cuando Roma se encontraba en pleno verano, nevó de manera inusual en la colina romana del Esquilino. Se cuenta también que por este tiempo la Virgen María se le apareció en un sueño al Papa Liberio solicitándole construir un templo en su honor en el lugar donde había nevado. Este hecho que se recuerda año con año cada 5 de agosto con espectáculos de luces y un manto de pétalos de flores blancas que visten a la Basílica.

La Basílica también es conocida con el nombre de “Santa María ad praesepe”, porque en su interior se conserva la reliquia de la cuna del Niño Jesús. Igualmente, el templo resguarda el hermoso ícono de María “Salus populi romani” que se halla en la capilla Paolina y es de gran devoción de los pontífices.

15 de agosto de 2021

Asucion de Nuestra Señora


 Hoy se celebra la Asunción a los Cielos de María Santísima, e Internet es una caja de sorpresas donde muchas veces se pueden encontrar cosas ya perdidas u olvidadas.

Esta vez encontré algo muy preciado por mí que me llevó a la década de los 80: La Cantata Mariana Alégrate María.

Se hizo la tarde de un sábado en el Estadio Obras de lo que era la Capital Federal (hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires. y la había organizado un grupo de seminaristas del Seminario Metropolitano de Buenos Aires, encabezado si mal no recuerdo por el Sacerdote Néstor Gallego

Fue una tarde espectacular que pasamos con mis amigos de la Parroquia San Rafael Arcangel

Por eso y al haber encontrado la cantata, decidí como homenaje al día de la Asunción de María de dejar un par de canciones de la Cantata, del cual aún tengo la casette grabada) e invitarlos a todos a escucharla en el Canal de YouTube del Padre Néstor Gallego.

Links:     El Sí del Mediodía.

                Este canto nuevo o Magnificat.

                Si pide María

10 de agosto de 2021

La Madonnina (II)

Del sitio Aleteia:

Nuestra Señora del Reposo, otros la llaman Virgen de la calle, Gitanilla, o simplemente Virgencita. Una dulce imagen que fue pintada por Roberto Ferruzzi. 

Esta es la increíble historia de una de las imágenes más queridas de la Virgen María. En muchas casas hay un cuadrito de ella o una estampita.

Llamada Virgen del Reposo, Virgen de la calle, Gitanilla, o simplemente Virgencita, esta dulce imagen fue pintada por Roberto Ferruzzi en el año 1897.

Ferruzzi vio como una niña de trece años llamada Angelina Cian cuidaba tiernamente de su hermanito, y decidió representarla y con ella encarnar la “maternidad”, como llamó a la pintura.

Esta obra de arte fue presentada en la Bienal de Venecia y obtuvo el primer premio. Viendo el gran éxito, decidieron darle a la obra una connotación religiosa. Cientos de reproducciones llegaron a las casas de los italianos.

El pintor vendió el cuadro al embajador norteamericano John George Alexander Leishman, que la envió en un barco a los Estados Unidos pero nunca llegó a destino y nunca más se supo de él.

Ferruzzi vendió el cuadro original al embajador, pero no los derechos, que fueron adquiridos por los hermanos Alinari, conocidos fotógrafos de Florencia, que reprodujeron cientos de veces la imagen.

La niña Angelina crece y se casa con el veneciano Antonio Bovo, y deciden trasladarse a los Estados Unidos. El matrimonio tiene diez hijos y lamentablemente Angelina enviuda joven.
Queda muy sola y en serias dificultades con sus pequeños hijos. Esto quizás hace que pierda la luz de la razón y tienen que hospitalizarla en una institución psiquiátrica donde morirá en 1972.

Una de sus hijas, María, decide tomar los hábitos y se convierte en la hermana Ángela María. La religiosa tiene un gran deseo de saber de sus raíces, y decide viajar a Italia.

Llega a Venecia y puede localizar a dos de sus tías, las hermanas de Angelina. Allí con gran sorpresa se entera de que la imagen con la que tantos fieles por años dedicaron sus oraciones a la Virgen es el retrato de su amada madre cuando era niña.

La “Madonnina” es una de las estampitas más populares en Italia, junto a las de Padre Pío, san Martín de Tours, san Genaro, santa Rita. A menudo viene estampada junto a la oración “Memorare” (Acordaos):


Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a vuestra protección,
implorando vuestro auxilio,
haya sido desamparado.
Animado por esta confianza, a Vos acudo,
oh Madre, Virgen de las vírgenes,
y gimiendo bajo el peso de mis pecados
me atrevo a comparecer ante Vos.
Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas,
antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén.

4 de agosto de 2021

Nuestra Señora de Montevergine


Del sitio Puntadas Marianas;

También conocida como Nuestra Señora de Montevergine, o como "Madre Schiavona," esta imagen fue preservada de las llamas en el monasterio y la iglesia consagrada en su honor.

Un muy famoso santuario benedictino situado en la localidad de Montevergine en la región de Campania de Italia es conocido como "Monte Vergine," su historia religiosa se remonta a los tiempos pre-cristianos, cuando había un templo de Cibeles allí. Una capilla de la Santísima Virgen fue construida en el siglo VII, y en el año 1119 San Guillermo de Vercelli fundó el monasterio que aún existe en lo alto de las montañas. San Guillermo era un ermitaño que volvió a su Italia natal después de hacer una peregrinación al santuario de Santiago de Compostela en España.

Debido a la reputación de San Guillermo de santidad, muchos hombres se sienten atraídos por él y pronto hubo muchas células situadas en la montaña. La primera iglesia verdadera fue construido en 1126, y fue dedicado a la Santísima Virgen.

En la iglesia es un gran icono de la Madre y el Niño ", de Constantinopla" (se dice que fue llevado a Italia por el rey Balduino de Jerusalén), que entró en la posesión del monasterio en 1310. Rey Balduino sólo fue capaz de quitarle la parte superior de la imagen de gran tamaño. Las cifras oscuras en el icono de Nuestra Señora de Montevergine se destacan notablemente desde el fondo de oro; la presente parte inferior de la imagen es un añadido posterior.

La imagen es bastante grande, con una altura de más de 12 pies de ancho y de más de 6 pies, mostrando la Santísima Virgen sentada en un trono con el Niño Divino sentado en su regazo. La imagen es oscura, por lo que el icono se refiere a menudo como una de las "Vírgenes negras." Aparentemente, han sido varias las renovaciones hechas a la pintura original, ya que en 1621 se colocaron dos coronas en las cabezas de la Virgen María y su hijo Jesús, y otras adiciones se hicieron en 1712 y 1778.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia fue utilizada para ocultar la famosa Sábana Santa de Turín, el sudario de Cristo. Una nueva basílica se inició en 1952 en estilo románico, y esta estructura fue consagrada en 1961. Hay más de uno y medio millones de peregrinos cada año que vienen a Monte Vergine visitar Nuestra Señora de Montevergine, especialmente en Pentecostés. Se han realizado numerosos milagros atribuidos a este retrato de la Madre de Dios y de su Hijo divino.

Hay una iglesia en Seattle, Washington, dedicada en honor de Monte Vergine, Nuestra Señora de la Montaña, y otra en New Brunswick, Nueva Jersey.

3 de agosto de 2021

Nuestra Señora del Arco

Del sitio Parroquia San Martín de Porres:

Entre los muchos Santuarios que salpican el territorio italiano, dedicado a la Virgen y entre los muchos títulos que se le han atribuido a lo largo de los siglos, hay uno que lo venera bajo el título de Madonna dell'Arco. 

El santuario homónimo y el tributo popular de culto es uno de los tres polos principales de la devoción mariana en Campania: Madonna del Rosario di Pompei, Madonna di Montevergine y Madonna dell'Arco.

El comienzo del culto está relacionado con un episodio que ocurrió a mediados del siglo XV; era un lunes de Pascua, el día del llamado 'Lunes de Pascua', que es el famoso recorrido fuera de la ciudad y cerca de Pomigliano d'Arco, algunos jóvenes jugaban en un campo de "mazo", hoy diríamos cuencos ; en el borde del campo había un quiosco en el que se representaba una imagen de la Virgen con el Niño Jesús, pero más propiamente se pintó bajo un arco de acueducto; de estos arcos salen los nombres de Madonna dell'Arco y Pomigliano d'Arco.

A medida que el juego se desarrollaba, la pelota terminó en contra de un viejo tilo, cuyas ramas cubrían en parte la pared pintada con frescos, el jugador que se había perdido el tiro, en la práctica perdió el juego; en el colmo de la ira, el joven tomó la pelota y maldijo violentamente contra la imagen sagrada, golpeándola en la mejilla que comenzó a sangrar. 

La noticia del milagro se extendió por la zona, llegando al conde de Sarno, un noble local, con la tarea de 'verdugo'; detrás de la furia de la gente, el conde estableció un juicio contra el joven blasfemo, y lo condenó a la horca. 

La sentencia se ejecutó de inmediato y el joven fue ahorcado en el tilo cerca del quiosco, pero dos horas más tarde todavía con su cuerpo colgando, se secó bajo la mirada de la multitud aturdida. 

Este milagroso episodio despertó el culto a la Madonna dell'Arco, que se extendió de inmediato por todo el sur de Italia; multitudes de creyentes corrieron al lugar del prodigio, por lo que fue necesario construir una capilla con las ofrendas de los fieles para proteger la imagen sagrada de los elementos. 

Un siglo después del 2 de abril de 1589, tuvo lugar un segundo episodio prodigioso, fue esta vez un lunes después de Pascua, ahora consagrado a la fiesta de la Madonna dell'Arco y una mujer Aurelia Del Prete, que desde la cercana Santa Anastasia, hoy que pertenece a la zona de Madonna dell'Arco, iba a la capilla para agradecer a la Virgen, disolviendo así un voto hecho por su marido, curado por una grave enfermedad ocular.
Mientras avanzaba lentamente entre la multitud de fieles, huyó de un pequeño cerdo que había comprado en la feria, tratando de atraparlo, deslizándose entre las piernas de la gente, tuvo una reacción inconsciente, se presentó frente a la iglesia, lanzó el exvoto de la feria. El marido, lo pisoteó maldiciendo a la imagen sagrada, quién lo había pintado y quién lo veneraba. 

La multitud estaba horrorizada, el marido intentó en vano detenerla, amenazándola con caerse, con quien había profanado el voto a la Virgen; sus palabras fueron proféticas, el desafortunado comenzó a tener dolores atroces en los pies que se hinchaban y oscurecían visiblemente. 

En la noche entre el 20 y el 21 de abril de 1590, la noche del Viernes Santo, "sin más dolor y sin una gota de sangre" salió un pie y durante el día también el otro. Los pies fueron expuestos en una jaula de hierro y todavía hoy son visibles en el Santuario, porque la gran resonancia del evento trajo una gran multitud de peregrinos, devotos, curiosos, que querían verlos; con ellos llegaron las ofertas, se hizo necesario construir una gran iglesia, de la cual fue nombrado rector Giovanni Leonardi por el Papa Clemente VIII

El 1 de mayo de 1593, se colocó la primera piedra del Santuario actual y los siguientes padres se hicieron cargo y todavía son del año siguiente los padres dominicos. El templo fue construido alrededor de la capilla de la Virgen, que también fue restaurada y embellecida con mármol, en 1621; la imagen después de estas obras estaba parcialmente cubierta por un mármol, por lo que durante todo este tiempo y solo la parte superior del fresco, la mitad de la longitud de la Virgen y el Niño, permaneció visible; obras muy recientes han sacado a la luz y venerado a los fieles toda la imagen. 

Varios prodigios se repitieron alrededor de la efigie sagrada, que comenzó a sangrar en 1638 durante varios días, en 1675 se vio rodeada de estrellas, fenómeno que también observó el Papa Benedicto XIII

En sus salas y en las paredes, el Santuario recoge miles de votos ex plata, pero sobre todo miles de tablas votivas pintadas, que representan los milagros recibidos por los postores, que constituyen más allá del testimonio de devoción, una visión histórica muy interesante de los siglos pasado.

El culto a la Madonna dell'Arco se basa en la antigua devoción popular, propagada por asociaciones laicas, diseminadas por toda el área de Campania, pero especialmente napolitana, sus miembros se llaman 'battenti' o 'fujenti', es decir, los que huyen, corren; Las compañías de estos devotos se llaman 'paranze' y tienen una organización con oficinas, presidentes, tesoreros, abanderados y miembros. 

Tienen banderas, labars, visten de blanco, hombres, mujeres y niños, con una banda roja y azul en el hombro, que los caracteriza. Organizan peregrinaciones, generalmente en el lunes del Ángel, que, partiendo de los diversos lugares donde se encuentran, llevan simulacros del tamaño de un hombro para usar treinta, cuarenta hombres y siempre a pie y a la vez, correr muchos kilómetros para converger en el Santuario , muchos están descalzos; en el camino recogemos ofertas para el Santuario, algo que han estado haciendo durante un par de meses antes, recurriendo a grupos con banderas, bandas de música y ropa devocional para los distritos, los barrios y las calles de las ciudades y pueblos. 

Pero si el Santuario con el grandioso convento dominico contiguo es el centro de culto, en muchas calles y rincones de Nápoles y la región de Campania, se han levantado sombreros, santuarios, iglesias dedicadas a la Virgen dell'Arco, cada uno haciéndose cargo de proteger, cuidar y embellecer, para continuar la devoción durante todo el año y cerca de la casa.

2 de agosto de 2021

Nuestra Señora de la Puerta de Otuzco


Del sitio El Perú necesita de Fátima

Bajo esta invocación, la Santísima Virgen es venerada en Otuzco, departamento de La Libertad. Su devoción se extiende particularmente a todo el Norte del Perú. Su historia, hoy poco conocida en el resto del país, se origina en un estupendo milagro y contiene una auténtica lección: es imposible que Nuestra Señora no venza todos los imposibles

El siglo XVII fue el siglo de oro del Virreinato del Perú. En esa época, que fue también de intensa fe, brillaron las mejores cualidades del pueblo peruano, que el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira sintetiza en el trinomio Grandeza, Señorío, Santidad.

La fama de nuestros santos corría paralela a la fama de nuestras riquezas, a tal punto que hasta hoy se usa en Europa la frase “vale un Perú” para indicar algo de gran valor. Pero fue justamente esa riqueza lo que despertó la codicia de los piratas protestantes, que por cierto no eran —como los presentan los filmes de Hollywood— aventureros elegantes y audaces. Eran, eso sí, verdaderos terroristas de la época, que llegaban repentinamente en poderosas flotas y, movidos por su odio sectario, se lanzaban a robar, violar y quemar, ensañándose especialmente con las iglesias católicas, sus altares, imágenes y ornamentos sagrados.

Santa Rosa de Lima es representada en muchas de sus imágenes con un ancla a sus pies, por haber conseguido con sus oraciones y mortificaciones apartar de la Ciudad de los Reyes a la flota del pirata y hereje holandés Spilberg. Este hecho es sintomático para atestiguar la protección divina concedida por la intercesión de la Virgen Santísima a nuestro país.

La historia de la Virgen de la Puerta comienza con un caso de piratería, ocurrido en la ciudad de Trujillo. En el año de 1674 apareció a la altura de Huanchaco una flota pirata que ya había cometido crímenes en el puerto de Guayaquil y en la entonces próspera villa de Saña, hoy desaparecida, donde falleciera el Arzobispo de Lima Santo Toribio de Mogrovejo en 1606.

Los habitantes de Trujillo quedaron evidentemente atemorizados con la aproximación de esa flota y enviaron emisarios a todas las ciudades y villas de la región, entre ellas a Otuzco, situada en la sierra, a 70 Km. de distancia.

Los vecinos del pueblo quedaron también muy preocupados. Y, no disponiendo de murallas ni contando con ninguna posibilidad de defensa, decidieron recurrir a Aquella que la Sagrada Escritura llama “terrible como un Ejército en orden de batalla”. Así, como recurso extremo, decidieron colocar en la puerta de la ciudad una imagen de Nuestra Señora de la Concepción, devoción que las Ordenes religiosas habían popularizado mucho antes de la proclamación de su dogma por Pío IX, en 1854.

Había en Otuzco una ermita dedicada a la Virgen de la Concepción, debida a la devoción de una ilustre dama, Doña Florencia Mora de Sandoval, célebre por los incontables actos de caridad que practicó.

Curiosamente no fue esa imagen, Patrona de la ciudad, la que se colocó en la puerta, pues una costumbre del Virreinato exigía que ella saliese de su altar en la iglesia solamente para la procesión en el día de su fiesta. Muy respetuosos de las costumbres vigentes, los habitantes de Otuzco no quisieron retirar a la Patrona de su lugar, ni siquiera ante esa inminente calamidad.

Así, quedó defendiendo la puerta de la ciudad otra imagen de Nuestra Señora de la Concepción, traída años antes de Venezuela para realizar procesiones de la Inmaculada fuera de los días de fiesta oficial. Tal imagen tiene un metro de altura, y se halla asentada sobre un trozo de roca de un palmo de alto, toda forrada de plata.

Después de colocarla precisamente en el lugar donde, en cualquier momento, se esperaba la aparición de los piratas, la población estaba compenetrada de que sólo les quedaba rezar y confiar en la protección maternal de María Santísima. Tres días y tres noches permanecieron los habitantes orando juntos en la puerta de la ciudad, a los pies de la imagen, aguardando el temido ataque.

Pero... ¡lo imposible sucedió! Los protestantes holandeses, cuya superioridad numérica y de fuerza era evidente, ¡ni siquiera desembarcaron! Hasta hoy ningún historiador consiguió presentar una explicación natural convincente para el hecho: la ciudad de Trujillo, y los pueblos de Huanchaco y Otuzco fueron preservados de cualquier ataque de los terribles piratas.

Al recibir la noticia de que las velas de los barcos piratas habían desaparecido, la alegría de los habitantes de Otuzco fue enorme. Condujeron entonces la imagen de la Virgen en procesión hasta el interior de la ciudad, en medio del mayor regocijo. Pero, no queriendo que, después del gran favor recibido, ella quedase en posición “desventajosa” con relación a la Patrona, decidieron los moradores construirle un santuario en la misma puerta de la ciudad, en el local donde los había defendido.

Nació así la devoción a la Virgen “de la Puerta”, que es hoy la devoción a Nuestra Señora más difundida en el Norte del país. Todas las numerosas y bellas iglesias virreinales de Trujillo poseen una réplica de esta imagen, colocada siempre próxima a la puerta de entrada. Igualmente en las iglesias de los demás poblados liberteños se observa siempre una copia de la Virgen de la Puerta junto a la entrada.

Las procesiones de agradecimiento por la retirada de los piratas se extienden hasta nuestros días, reuniendo a miles de peregrinos, que lamentablemente no siempre exhiben la misma piedad de otros tiempos.



Entre los muchos hechos admirables realizados por mediación de la Virgen de la Puerta, el más conocido es el “milagro del anillo”.

Cierto día, poco antes de comenzar la novena de su fiesta, llegó a pie a Otuzco, procedente de un poblado denominado Chimur, una devota muy pobre. Deseaba mandar a celebrar una Santa Misa durante la novena, por una intención particular muy apremiante. Como no poseía dinero para encomendar la Misa, pidió limosnas por todo el pueblo hasta obtener la cantidad suficiente. Satisfecha con el resultado, solicitó al párroco local, un sacerdote de apellido Landa, la celebración de la Misa.

Pero satisfacer a última hora ese deseo por ocasión de la fiesta de la Patrona era imposible, debido a los múltiples pedidos de Misas que se acumulaban para esas fechas. Desconsolada, la pobre mujer renovó el pedido, que no pudo ser atendido por el sacerdote. Comenzó, entonces, nuevamente a pie, el viaje de regreso a su pueblito.

A mitad de camino, se encontró la desconsolada mujer con una joven Señora, de porte majestuoso. Le pareció extraño que tan digna persona anduviese sola por aquellos pobres parajes. La Señora le entregó un precioso anillo, y le aconsejó volver inmediatamente a Otuzco y renovar al padre el pedido de la Misa, pero sin referirse a ese inesperado encuentro. La devota siguió la recomendación y retornó, siempre a pie, a la casa parroquial.

Es de imaginarse la sorpresa del sacerdote, al reencontrar aquella humilde mujer que insistía en la celebración del Santo Sacrificio, mostrándole la joya que él conocía perfectamente: era, ni más ni menos, el valiosísimo anillo usado por la imagen de la Virgen de la Puerta en su altar. Nadie había notado su desaparición. Y no le sería posible a la pobre mujer apoderarse de esa joya en aquellos días, en medio de la multitud de fieles. Ante tal demostración de predilección de la Madre de Dios por aquella fiel devota, el sacerdote inmediatamente concordó en celebrar la Misa.

Se dice de María Santísima, parafraseando la Escritura, que Ella tiene en sus manos “la llave que abre y nadie cierra; que cierra y nadie abre”. En los conturbados días que nos toca vivir, frente a tantos problemas insolubles y dificultades insuperables que nos agobian —tanto espirituales como materiales— tengamos presente la admirable invocación de Nuestra Señora de la Puerta, y pidámosle que Ella abra las puertas de la solución a todas nuestras necesidades, como a las de nuestros seres queridos y de nuestro atribulado Perú; y las cierre a las influencias perversas del pecado y del desorden.