28 de enero de 2020
Nuestra Señora del Coro II
Sorpresa nos causó saber que la imagen se encuentra en la casa de una familia española, residente en Madrid, desde hace unos pocos años. Esa familia vivió en Venezuela por seis décadas y recientemente regresó a España.
La señora Mari Carmen Arrue, de ascendencia vasca, explica para Aleteia cómo es que la Virgen fue a dar a su sala en Madrid.
La historia comienza con una empresa comercial constituida el 25 de septiembre de 1728, con el objeto de monopolizar el comercio de la provincia de Caracas con España. Se llamó la Compañía Guipuzcoana. El nombre viene de Guipúzcoa, cuya capital es San Sebastián.
La empresa tuvo vida en virtud de una Real cédula del rey Felipe V concedida a comerciantes vascos, principalmente de la provincia de Guipúzcoa, la cual operó en Venezuela desde 1730 hasta 1785 y alcanzó gran influencia en el desarrollo económico, cultural, científico, social y político de la Colonia. Fue una compañía privilegiada, la de más larga duración, se constituyó con el capital más elevado de la época y la que movilizó mayor volumen de mercancía.
Fue una empresa a base de acciones, cubiertas por capitalistas vascos, principalmente de la provincia de Guipúzcoa, en el norte de España. El Rey tuvo una considerable participación en el negocio, pues recibió de los empresarios 200.000 pesos en acciones. Esta circunstancia dio a la Compañía Guipuzcoana carácter oficial. De allí su denominación de Real Compañía. Por mandato del rey tenía el monopolio del comercio con la Provincia de Caracas, controlaba el contrabando y tenía patente de corso para vigilar las costas, apresar las naves contrabandistas y confiscar sus mercancías.
La compañía terminó controlando económicamente a todas las provincias con su carácter oficial. Dichos privilegios terminaron fomentando el recelo, tanto de los grandes hacendados como de los pequeños agricultores y comerciantes quienes se vieron afectados por la Compañía, descontento que terminó estallando en varias revueltas, entre las cuales las más importantes las encabezó Andrés López del Rosario, más conocido como “Andresote”, así como la que acaudilló Juan Francisco de León.
Fueron más de dos años de agitación en la Provincia de Caracas, lo que concluyó en un reconocimiento por parte de las autoridades de las razones de los criollos y la consecuente creación de una junta de precios con participación de hacendados y comerciantes varios. Igualmente, el asunto derivó en ciertas restricciones impuestas a la Compañía en sus labores.
Y lo más importante: se permitió a los hacendados y mercaderes criollos adquirir acciones de la Compañía, y de esa manera, tener participación en los beneficios de la empresa lo cual explica, en cierto modo, la tranquilidad y la paz en que operó la Compañía en los siguientes treinta y cinco años de permanencia en Venezuela.
El caso es que la Compañía Guipuzcoana tiene dos sedes en Venezuela, en La Guaira y en Coro*, dos importantes puertos donde atracaban sus embarcaciones durante la Colonia. La antigua sede de la Compañía en Venezuela, un edificio con techo a dos aguas con un pequeño patio interno, típico ejemplo arquitectónico del País Vasco, es en la actualidad un museo. Se encuentra en el puerto venezolano de La Guaira, cercano a Caracas.
Alguien envió o llevó -en su momento- una imagen de la Virgen de Coro a San Sebastián, desde Venezuela. Al llegar a España, nadie sabía de qué imagen se trataba, a qué advocación representaba. No sabían identificarla, ni siquiera sabían qué era Coro ni dónde quedaba.
Entonces la llamaron la Virgen del coro, creyendo que era la del coro de la iglesia. Todo ello ocurrió antes de la Independencia de Venezuela, en tiempos de la Colonia española en el país.
Cuando se reformó la iglesia de Santa María en San Sebastián, la imagen que se conoce como patrona de San Sebastián, que es Santa María, es esa misma que llamaban Virgen del coro.
“Pero resulta -nos dice Mari Carmen- que no es tal, sino que en realidad es la Virgen de Coro”, aquella imagen que llegó desde Venezuela.
“Esa Virgen está entronizada como patrona de San Sebastián –de donde soy yo, sigue diciendo Mari Carmen-. En momentos de la reforma de la iglesia para colocarla en el altar mayor, pues la tenían abandonada, arrimada en un rincón creyendo que era la Virgen del coro, aquellos que participaron en la colecta para apoyar con una cantidad importante esas obras, recibieron una copia exacta de la imagen como obsequio en agradecimiento”.
Lo curioso es que alguna de esas personas benefactoras que recibió la imagen, se la dio a su hija, “quien la regaló a mi madre –cuenta- pues eran amigas en Caracas. Al morir mamá, me la dejó en herencia y es la imagen de la Virgen de Coro, exacta”. Y agrega su esposo, quien escuchaba desde lejos: “Negra y con rostro indígena. Es una copia exacta de la Virgen de Coro!”
Es por ello que Mari Carmen aspira a enviarla a Coro de vuelta aunque está muy feliz con Ella en su casa. Tanto, que la tiene expuesta y adornada con arreglos de orquídeas, la flor típica de Venezuela. Es una imagen grande, pesada, oscura y, efectivamente, con rostro indígena. A ella le piden cada día, por libertad y paz para Venezuela.
*Coro fue fundada hace 492 años, en 1527, por el oficial del ejército español Juan de Ampíes. En el año 1993 fue nombrada Patrimonio de la Humanidad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
27 de enero de 2020
Nuestra Señora María Bambina
Del sitio Nuestra Gran Reinita:
En italiano "Maria Bambina" significa "Bebé María". Aunque la Niñez Santa de la Virgen, bajo la imagen de Nuestra Señora como una niña, es honrada en México, Polonia e Italia. Relativamente pocos católicos en los Estados Unidos y el resto de América Latina saben de esta devoción. Varios santos, inclusive San Juan Eudes, José de Cupertino y el Padre San Pío de Pietrelchina adoraron contemplar a Nuestra Madre Santísima como un bebé.
La amada imagen de Maria Bambina se venera en el Convento de las Hermanas de la Caridad en Milán, Italia.
El simulacro (la imagen) fue modelada en cera en 1735 por la Hermana Isabel Fornari Chiara (1697-1744), superiora de las Hermanas Pobres de Clara en Todi, Italia. Según la historia, las imágenes de cera de tamaño real tanto del Niño Jesús y de María Infante fueron veneradas ampliamente durante la Contrarreforma (siglo XVI).
El Obispo Alberico Simonetta trajo la imagen de cera de Maria Bambina a Milán de regreso a su ciudad natal en 1738. Un año después de su muerte las Hermanas Capuchinas del Monasterio de Santa Maria degli Angeli obtenian el original de María Bambina. Estas hermanas se encargaron de la imagen porque se dedicaban a la educación de los jóvenes y a la enseñanza de la doctrina católica. Las Hermanas Capuchinas pronto se convirtieron en devotas fervientes del misterio de la Natividad de María.
Durante la supresión de las congregaciones religiosas bajo el emperador José II y Napoleón en 1810, la imagen estaba custodiada por la hermana Barbara Viazzoli, la última hermana capuchina que tenía la imagen en mantenimiento. Ella la llevó consigo al ex-convento de los Lateranensi Canonichesse en Via dell 'Annunciato donde algunas hermanas vivían juntas.
A su muerte se la dio al pastor de la iglesia de San Marco, P. Luigi Bosisio que a su vez la confió a la Madre Teresa Bosio Superiora de las Hermanas de la Caridad en el Hospital Ciceri en 1842. En abril 24 de1876 la imagen de cera fue llevada a su actual ubicación en la Casa Madre de las Hermanas de la Caridad.
Durante este tiempo, la devoción a María Bambina se limitaba principalmente a las hermanas y novicias de la comunidad religiosa. La imagen fue expuesta por lo general en el noviciado y se trasladaba a la capilla sólo en la Natividad de María (8 de septiembre) y durante la Octava (ocho días de celebraciones que incluyen el día de fiesta y los 7 días siguientes). El tiempo y los acontecimientos dejaron su impronta en la cera. El rostro se veía ya descolorido y poco atractivo, a tal punto que "era más probable para extinguir la devoción que a despertarla". Fue luego retirada del noviciado y fue colocado en el sitio "de los cajones". Cada año, se tomó de la cómoda y llevada a la capilla y disponible solamente en la Natividad de María y durante la Octava.
A partir del 09 de septiembre de 1884 María Bambina recompensaría a todos por su gran devoción a Ella. La Hermana Josefina Woinovich estaba postrada en cama y con dolores insoportables debido a la parálisis de sus brazos y los pies. En el 8 de septiembre le rogó a la Madre General Nazarí para llevar la imagen de María Bambina a la enfermería y así estar cerca de ella durante la noche. A la mañana siguiente la Madre General se inspiró para llevar a María Bambina, tan vieja, gastada y gris, también a los enfermos y otras hermanas que se encontraban en la enfermería para que pudieran venerar a Nuestra Señora de la imagen. En la enfermería eran unos nuevos devotos. Giulia Macario, que era incapaz de moverse debido a su grave enfermedad. Con ardiente fe, tomó la imagen de la Niña María en sus brazos tiernamente y le rogó a Ella la gracia de recuperar la salud. De inmediato milagrosamente se curó.
Después de este milagro, el simulacro se mantuvo en veneración en la habitación de la Madre General de Nazarí. El 08 de octubre de 1884, la fiesta de la Maternidad de María, María Bambina, tiene vestido nuevo y se coloca en una cuna hermosa de una manera solemne entre dos candelabros en una habitación del primer piso como su capilla provisional. Estaban las hermanas que se detenían para pasar tiempo en oración en el único banco previsto en esa habitación.
En los meses siguientes, Sor Crocifissa Mismetti y la hermana Giuseppa Woinovich fueron curadas milagrosamente por intercesión de María Bambina. Muchas gracias y milagros provienen de la devoción a María Bambina. La hermana Woinovich, que originalmente había pedido a la Madre General para que la bebé María la visitara a la enfermería, también se recuperó. Es por eso que a estas Hermanas de la Caridad se las conoce como las Hermanas de María Bambina.
El 16 de enero de 1885, las Hermanas comenzaron a notar una sorprendente transformación en la imagen de María Bambina que pasó de los primeros colores amarillo y gris mate a los cálidos tonos carne, mientras que sus características se estaban volviendo tan hermosas como para que se vea como el rostro de una niña viva. Desde el prefacio de un folleto publicado, uno llega a conocer que la "Madonnina Santa [Madonnina - un significado diminutivo cariñoso, La Pequeña Señora] Madonna se hizo famosa en la ciudad" y que "toda la multitud se acercó al simulacro para venerar la infancia de la Virgen Madre y obtener de Ella gracias extraordinarias.". Esta misma imagen de María Bambina es la venerada hoy en la Casa Madre en Milán.
El 08 de septiembre 1888 la Madre General Clementina Lachmann lleva a María Bambina a la nueva capilla. La Madre General Nazarí murió en enero 1888 sin ver la terminación de la capilla que tenía en mente. A pesar de que iba a ser un santuario real, al arzobispo de Milán le preocupaba que los peregrinos que visitan la capilla no se adaptaran a las Hermanas "se retiró el estilo de vida". Sin embargo, María Bambina" había deseado con vehemencia a estar dentro de la Casa Madre." La capilla se abre al público todos los días de 9:00 AM a 4:00 PM para la gente que venía de lejos a venerar la imagen.
El 31 de mayo de 1904 la imagen fue coronada solemnemente por el Cardenal Ferrari y el 09 de septiembre 1909 la Madre Superiora Ghezzi obtuvo a partir de San Pío X, que la indulgencia plenaria se pudiera ganar el 8 de septiembre en todas las capillas de las Hermanas de la Caridad.
En los años siguientes una Archicofradía de María Bambina y la "Liga de los Inocentes" fueron fundadas. Se convirtió en la costumbre de dar a las parejas recién casadas una pequeña imagen de cera de Maria Bambina como regalo de bodas. La devoción a María Bambina se propagó de la zona de Milán a la totalidad del territorio italiano.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el 24 de octubre de 1942, la Casa Madre fue alcanzada por las bombas incendiarias. En febrero de 1942 la Madre General Reali había llevado la imagen a un lugar seguro en la Via Maggianico. Durante los días del 15 de agosto y 16 de 1943 con el bombardeo constante, el Santuario de la Casa Madre cayó en ruinas. Sin embargo, la destrucción del Santuario no impidió a las hermanas y al pueblo de Milán la celebración de la Fiesta de la Natividad de María sobre las ruinas.
El 4 de septiembre de 1945, María Bambina regresó a Milán. Después de una celebración de tres días en su honor, en una capilla cerca de la Visitación, donde se instaló provisionalmente una capilla en el hogar para los enfermos, en vía de Mercalli, que funcionaba como una temporal Casa Madre, mientras que la actual Casa Madre estaba en construcción. El 18 de noviembre 1953 fue llevada al Santuario nuevo y el 21 de noviembre de 1953 el nuevo Santuario fue consagrado por el Cardenal Schuster.
Cada año en la Fiesta de la Natividad de María, las hermanas tocan con pequeñas piezas de algodón a la milagrosa imagen. Estas piezas de algodón se distribuyen como sacramentales a aquellos que tienen una devoción a María Bambina.
El centro de la devoción a María como una niña se basa actualmente en la capilla interior de la Casa Madre de las Hermanas de la Caridad situado en Milán, Italia, en Via Santa Sofía 13. Las Hermanas de la Caridad son las guardianes de la imagen de cera milagrosa de María, la infantil. Se puede visitar durante las horas de 08 a.m.-12:30pm y 3:00 PM a 6:30 pm.
Simplemente mirar a esta imagen encantadora de Nuestra Bendita Madre como un bebé mueve el corazón a una gran ternura para con Nuestra Madre Celestial. Gran cantidad de fieles van al Convento de María Bambina en Milán para llevar sus peticiones a la Niña María. Especialmente, las parejas, que tienen dificultad de concebir, a menudo van allí orar por el regalo de un bebé. Muchos regresan posteriormente al convento con su recién nacido a dar gracias a Maria Bambina por haber respondido a sus oraciones.
20 de enero de 2020
Nuestra Señora del Coro (I)
Del sitio Auñamendi Eusko Entziklopedia:
Consta que en 1637 era ya conocido su culto en San Sebastián (Donostia). Antes no, porque la referencia de que Felipe IV, cuando visitó la ciudad, en 1615, pidiera un manto de la Virgen del Coro, no está avalada en la meticulosa crónica que fray Tomás de Lasarte escribiera, como testigo de vista del viaje de aquel monarca. Se limita a decir que, con ocasión de la fortuita entrada de este rey en la parroquia de Santa María, se cantó el Te Deum y no afirma más. Ni siquiera aparece la Virgen del Coro en los inventarios antiguos.
En aquel tiempo las imágenes marianas que recibían mayor culto eran otras dos o tres, perfectamente diferenciadas- del Socorro, del Buen Viaje y la llamada Negra o de La Antigua- existentes en el recinto de la mentada iglesia; al siniestrarse ésta, en diversas ocasiones, fueron trasladadas al convento de las Carmelitas, o de los Dominicos, perdiendo con ello continuidad su devoción en Santa María.
Por el Contrario, la del Coro pasó desde la umbría del recinto en
que los clérigos salmodiaban en comunidad, a sitio más destacado. En
efecto, desde 1540, los dos cabildos de las Parroquias de Santa María y
de San Vicente (24 beneficiados en total) se reunían en el coro de la
primera de las iglesias citadas, teniendo en él un magnífico facistol y
sobre él, la Virgen. Era la iglesia mencionada de estilo gótico. El coro
se hallaba en el crucero, ya que no se construían coros en los
presbiterios, ni en lo alto, al fondo del templo, como después.
Haciendo
honor a la leyenda de que un fraile, encariñado con la imagen chiquita
del Coro, la quitó del gran atril para llevársela a su celda, algo así
como para tener egoístamente a su exclusiva merced a María, entendemos
que se debió realizar algún hecho prodigioso para que empezara a merecer
tal imagen, sin gran valor aparente, la aceptación que tuvo por encima
de las otras que antiguamente fueron veneradas en Santa María. A este
respecto, dice la tradición que el fraile aludido, después de sustraída
la estatua, no pudo seguir camino de su convento porque aquélla adquirió
tal peso que era imposible cargarla. Esto, unido al sobresalto de
tropezar con los beneficiados que se dirigían al coro a Vísperas, fue
causa de que los clérigos del s. XVI -antes tampoco, pues no hubo
frailes ni conventos masculinos en San Sebastián- arrebataran al fraile
la imagen hurtada y comenzasen a honrarla con el extraño atractivo que
la anécdota arrojaba sobre la hasta entonces inapreciable imagencilla. Que la Virgen del Coro fue primeramente venerada tan sólo por los
clérigos y que éstos fomentaron su devoción entre el pueblo, se colige
de la costumbre remota de que sean únicamente sacerdotes quienes la
llevan en andas en las procesiones, etc.
En 1688 estalló un polvorín en el castillo de la Mota, produciéndose desperfectos considerables en la iglesia de Santa María que se alzaba a su pie.
El cronista de la época olvida a la Virgen del Coro como una de las imágenes que se desalojaron de la iglesia en trance de ruina y que pasaron al Convento de las Carmelitas. No existía, pues, en el vulgo todavía la devoción a Nuestra Señora del Coro. Pero es presumible que uno de los sacerdotes devotos de la misma influyera en más de un dirigido espiritual suyo, hasta obtener un clima de fervor en torno a la graciosa imagen de María, la del Coro. Por ello, la Real Compañía de Caracas al ofrecer su ayuda económica para la reconstrucción de la iglesia de Santa María, que no se culminaría hasta 1764, puso como condición para cooperar a dichas obras el que puesto que la titular del templo continuaría siendo «Santa María», fuese a su vez la imagen del Coro la que ocupara el puesto de honor en el retablo del nuevo altar mayor. En realidad, cabe añadir que las demás imágenes marianas disponibles estaban ligadas a diferentes Cofradías ajenas a la Compañía de Caracas. Y ésta deseaba singularizarse con una imagen afecta a los clérigos, con lo cual se congraciaban con quienes en definitiva habían de resolver del que su Compañía patrocinase gallardamente y con honorables condiciones la reconstrucción que comentamos.
Las relaciones mantenidas entre la mentada Compañía de
Caracas con la Virgen del Coro son muy manifiestas, hasta el extremo de
que la misa que cada sábado se decía con esplendor ante su imagen era
designada por la de «Caracas» ya que de esta forma lo canta una coplilla
del s. XVIII. La Compañía de Caracas tenía asignado a esta Virgen un
canon por cada fragata propia que de Venezuela llega a los puertos de
San Sebastián, Pasajes o Cádiz. Aparte tenía una asignación fija de mil
pesos anuales. Esta Sociedad mercantil y marítima, establecida para la
adquisición del cacao en Venezuela y su distribución por el comercio
europeo en tiempos en que la economía española no era capaz de afrontar
su explotación a cuenta directa del Estado, data documentalmente de
1728. Tuvo sus oficinas centrales en San Sebastián, anexas a la vieja
parroquia de Santa María, hasta 1751 en que se trasladaron a Madrid.
Además de la parroquia de Santa María de San Sebastián, la Compañía
erigió otra iglesia en Puerto Cabello.
La imagen está esculpida, de pie, en caoba, bien aparejada y pintada con muestras de anterior dorado. La cubre desde el cuello una chapa de plata, destacándose en esta laminilla dibujos hechos a punzón en estilo floreado, menos el busto y manos de la imagen que, así como todo el cuerpo del niño, están desprovistos del revestimiento metálico. Lleva un sencillo manto. En su cabeza y en la del niño hay una punta saliente que sirve para sujetar en ella las correspondientes coronas. En 1960 el decorador Lizarraga practicó algún trabajo de consolidación en la sagrada talla, carcomida lamentablemente por la polilla. Mide 40 cms. de altura, 8 de ancho en los hombros, y 14 en la base por lo que muy bien puede caber dentro de una manga un poco holgada. Cuenta 12 mantos, de diversos colores y riqueza, según los días litúrgicos. Para que tales vestiduras le caigan mejor, tiene por el contorno la imagen un aro. El Niño se lleva una mano al pie y el dedo índice de la otra a la boca. Se alza esta estatua en una peana que encaja en una cuña del trono sobre el que descansa. En este basamento se lee la siguiente inscripción: A devocion de D.ª M.ª IPHA DE AYERDI = PHELIP- BY- FECIT- 1756.
Se comenta que el primitivo trono con andas de plata que se estrenaron en 1759, pesaba mucho, por ser todo macizo. Figuraban en él jarrones de bronce y figuras de patriarcas y reyes de la genealogía de María. Fue labrado en Huesca por el artífice José Lastrada. Tenía una vara de alto. Debió de costearlo una señora emparentada con la familia Pérez-Isaba, a condición de que cuando sacaran en procesión por las calles a la Virgen, la detuvieran por espacio de una Salve frente a su domicilio, que se hallaba en la calle de Vildósola, actualmente desdibujada en el emplazamiento de la calle de San Lorenzo. Lo que aún permanece de entonces es un halo de plata rematado por la simbólica paloma del Espíritu Santo. El resto es imitación en madera estofada, ejecutada en el s. XIX.
En 1794, después de peligrosas circunstancias que pertenecen a la historia militar de San Sebastián, la imagen fue salvada por el vicario de la iglesia de Santa María, quien la llevó a Madrid. La dibujó y labró D. José F. Ximeno, de la Real Academia de Bellas Artes. Desde 1729 existía ya otro grabado de 0,33 x 0,22 mts., realizado por anónimo artista en Roma. Es una imaginaria reproducción hoy incognoscible, pues incluso María sostiene un cetro en su mano derecha; verosímil por otra parte porque podía haberlo llevado, practicando un orificio en la mano ahora unida al busto de la Virgen por la lámina de plata. Algún autor, por el gesto del Niño Jesús que parece llevarse la manita a la boca, atribuye a la imagen una ascendencia italiana, concretamente del artista Donatello, pródigo en obras de esa traza. Pero sabido es que esa expresión la vemos en la iconografía mariana de otros países, exactamente, en el lienzo del s. XVI, debido a los pintores alemanes, hermanos Dünvegge, según puede contemplarse en el Museo de Leipzig, con el titulado de «La Virgen de San Lucas».
Creerla procedente de la ciudad venezolana del Coro, es muy problemático. No era aquel país sudamericano el apropiado para exportar con el cacao imágenes, sino para recibirlas. De parecida factura son las imágenes de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, la de la Virgen del Rosario del Convento de Santo Domingo de Vitoria, hoy en su Catedral, la del monasterio de Bidaurreta de Oñate, etc.
16 de enero de 2020
Nuestra Señora de Sancho Abarca
Seguramente, los orígenes de la devoción a la Virgen María en Tauste se remontan, como mínimo, a la época de la conquista por Alfonso I el Batallador en el año 1121.
El hecho más trascendental acaecido en Tauste sobre la devoción a la Virgen lo describe el P. Fr. Basilio Iturri del Roncal en su libro “Historia de Nuestra Señora de Sancho Abarca, Abogada de los reinos de Aragón y Navarra” (año 1729). Según cuenta el Padre Iturri, el día 7 de abril de 1569 (Jueves Santo), un pastor roncalés apellidado Ibar halló una talla en madera de la Virgen entre las ruinas del castillo de Sancho Abarca, situado sobre el denominado “Cabezo del Fraile”, en el término navarro de Fustiñana.
Dicho pastor se encontró en aquellas inmediaciones con un cazador taustano, a quien comunicó tan singular hallazgo. Éste vino a Tauste para dar la noticia, entrando en la Iglesia de Santa María en el momento en que el predicador concluía el sermón de la Pasión. Se organizó una procesión para ir a recoger la imagen y de esa forma la trajeron a Tauste. Los de Fustiñana reclamaron la talla, alegando que se había encontrado en su propio término, pero, finalmente, el arzobispo de Zaragoza, D. Fernando de Aragón, sentenció a favor de Tauste.
Se trata de una talla gótica del siglo XIV, labrada en madera policromada de excepcional calidad y de solo 27 centímetros que seguramente provenía de Sarranza (Sur de Francia). Posiblemente, en el contexto de las revueltas de los hugonotes, alguien había huido hacia el Sur portando esta talla y la había perdido o abandonado en ese lugar. Fue colocada en la Capilla de la Virgen del Rosario, donde estuvo hasta su traslado a su nueva capilla (ésta ya sí, llamada de Sancho Abarca), de estilo barroco, donde se venera desde entonces.
Por iniciativa del ermitaño Juan de Noballas se construyó el Santuario de Sancho Abarca a finales del siglo XVII en un monte próximo al del hallazgo, pero dentro del término municipal de Tauste, donde se venera una copia de la talla original y se celebran romerías todos los años el primer domingo de Pentecostés y también el domingo posterior a las fiestas de la Coronación (mes de septiembre), así como otras organizadas por los pueblos de la Ribera de Navarra.
Las fiestas en honor a la Virgen de Sancho Abarca se celebran en el mes de abril, siendo el día 21 el día de la Patrona. En torno a la misma se celebran actos religiosos tan significativos como la solemne Salve del maestro Eslava el día 20, la misa de esclavos y misa mayor, ofrenda de flores y procesión, todo ello el día 21, así como el Rosario de Cristal el día 22 -también llamado “Día de la Virgen Pequeña”- y las novenas a la Virgen. El 21 de septiembre de 1969, con motivo del IV centenario, fue coronada solemnemente, quedando también instituidas desde entonces las conocidas como “Fiestas de la Coronación”.
El retablo de la Capilla de estilo barroco, fue realizado en la primera mitad del siglo XVIII. La mazonería, de madera tallada y sobredorada, ocupa todo el testero y remata en semicírculo abocinado, a modo de portada o de venera, presentando una abundante decoración vegetal. Destacan seis columnas salomónicas que flanquean la hornacina central, donde sobre un pedestal de plata cincelada y repujada con angelotes sobredorados en estilo rococó. se asienta la imagen de la Virgen de Sancho Abarca.
A destacar dos lunetos en los que se representa el Capítulo Eclesiástico y el Concejo de Tauste dirigiéndose al lugar de la Aparición de la imagen de Nuestra Señora de Sancho Abarca, y su traslado a Tauste.
Por último, destacar que la Virgen de Sancho Abarca constituye el mayor hito religioso de Tauste, siendo la Patrona de la Villa, honor que comparte con San Miguel Arcángel.
15 de enero de 2020
Nuestra Señora de Portillo
Cuando llega el 25 de marzo, la fiesta de la Anunciación del Señor, en Zaragoza hay que mirar al Portillo y, en concreto, a su Virgen. Una antigua tradición, seguida por bastantes autores, afirma que en el año 1137 la Virgen María protegió Zaragoza -reconquistada en 1118- de un ataque musulmán para recobrar la ciudad. Esta fecha, que difiere de otra muy arraigada -que sitúa el hecho en 1119-, se corresponde con investigaciones que sitúan la construcción de la muralla de la ciudad en 1136. Estos hechos fueron el origen del santuario de Nuestra Señora del Portillo, cuya devoción fue muy importante en siglos pasados y que ha caído en el olvido. La imagen responde al tipo de la Virgen de la Leche, mide 23 cm, por lo que es más pequeña todavía que la Virgen del Pilar, y es del siglo XV.
Desde mediados del siglo XV hasta 1868 los zaragozanos iban en procesión a este templo cada 25 de marzo, siendo la principal devoción mariana de la ciudad después de la Virgen del Pilar. También fueron frecuentes las rogativas que se le hacían por peste, guerras, sequías o pidiendo la protección para la familia real. Hubo varios intentos para entregarlo a diferentes Órdenes religiosas.
En 1806 el santuario, que dependía de la parroquia de San Pablo, fue erigido en parroquia independiente, pero la Guerra de la Independencia hizo que no se ejecutase dicha medida. En 1902 fue cuando se desgajó definitivamente de San Pablo y se constituyó en parroquia independiente. Más tarde su distrito fue desmembrado para erigir las parroquias de San Valero, en las Delicias (1942), Nª Sª del Rosario, en La Almozara (1961), y Nª Sª del Carmen y Nª Sª de la Almudena (1964). Sus límites definitivos datan de 1965, cuando se reajustaron los suyos con los de San Valero. En la actualidad pertenece al arciprestazgo del Centro (Vicaría I). Es una de las parroquias con mayor población (13.420 h. en 2007)".
Del templo barroco se conservan pocos vestigios, dados los daños causados por el ejército francés. El templo actual es el resultado de numerosas intervenciones a lo largo de los siglos XIX y XX.
Durante la Exposición Hispano Francesa de 1908, cuando se conmemoró en la ciudad el centenario de los Sitios, se habilitó en su interior la Capilla de las Heroínas, dedicada a las mujeres que lucharon con valentía durante la Guerra de la Independencia: Agustina de Aragón, Casta Álvarez y Manuela Sancho. El día 5 de febrero, festividad de Santa Águeda, las mujeres zaragozanas acuden con gran fervor para venerar las reliquias de la mártir que se guardan en el interior del templo.
"Desde 1949 es Monumento Histórico Artístico. Ligada a esta advocación mariana está la Real, Antiquísima y Muy Ilustre Cofradía de Caballeros Nobles de Nª Sª del Portillo, cuyo primera mención conocida data de 1350. Celebra su fiesta titular el 25 de marzo. También la celebra ese mismo día la Policía Local de Zaragoza, que la considera como su patrona".
14 de enero de 2020
Nuestra Señora de Bargemon
Del sitio María de Nazareth:
El 17 de marzo de 1635, la Santísima Virgen visita a Madame Caille, residente en Bargemon (Haut-Var, Francia), la cual sufre de un dolor severo que le impide caminar correctamente y le pide que la acompañe hasta la iglesia a rezar. A su regreso, la hermosa señora le promete su curación y le pide que haga un vestido para reemplazar el dañado.
Madame Caille solo se da cuenta de que este encuentro fue con María, cuando al día siguiente recibe la visita de seis penitentes blancos que vienen a pedirle que restaure la ropa de una pequeña estatua de Nuestra Señora de Montaigu, originaria de Bélgica, en la que ella reconoce el mismo tipo de tafetán verde del vestido de la hermosa peregrina. Al instante, siente que sus dolores la abandonan. El pueblo fue testigo de su espectacular recuperación y el obispo de Fréjus reconoció la aparición en 1641 bajo el nombre de "Nuestra Señora de Bargemon".
Muchísimos peregrinos acudían de toda Francia, tanto que el rey Luis XIII impuso un decreto para regular el movimiento de la multitud. Las gracias y los milagros abundaron hasta que se dio la Revolución Francesa que obligó a los habitantes a esconder la estatuilla. El santuario poco a poco cayó en el olvido...
¡El resto es igual de increíble! El padre Philippe-Marie Métais-Fontenel trabajó durante mucho tiempo en la dirección de Radio María Francia. Deseando tomarse un descanso, en 2012 aceptó una nueva misión en esta aldea remota y aparentemente pacífica. Como si María lo hubiera llevado allí, poco después de su llegada, descubrió la estatuilla de "Nuestra Señora de Bargemon" en la casa parroquial y, unos meses después, se publicó el libro “Le Trésor inconnue” (El Tesoro desconocido) del hermano Raphaël, quien relata las múltiples curaciones que tuvieron lugar entre 1635 y 1640, gracias a la intercesión de María.
Entonces, tuvo lugar una verdadera toma de conciencia de la riqueza del mensaje de Bargemon y de su relevancia en el siglo XXI. Porque aquí, la Virgen María invita a todos a la conversión, a venir a rezar a Dios en la iglesia local. ¡Ella muestra el camino para ir a Cristo!
Paralelamente al descubrimiento de la estatuilla, el padre Philippe-Marie fue tocado en 2014 por el mensaje del papa Francisco sobre el destino de los cristianos en el Este y la Virgen María lo llamó a recibir a los primeros 30 refugiados en los 900 m2 de su casa parroquial vacía. Bajo la benevolente mirada de María, la vida vuelve a brotar en el pueblo, se crea una comunión entre los habitantes y los iraquíes. Muchos otros refugiados acudieron en masa y se creó la asociación "Nuestra Señora de Bargemon" con la apertura de un taller de costura, lavado y planchado.
Desde la entronización de la estatuilla en la iglesia, en 2016, la gracia de la aparición y el mensaje de la Santísima Virgen han estado en el corazón de Bargemon, una vez más el lugar de muchas curaciones…
13 de enero de 2020
Nuestra Señora que fue alabada por el demonio
Del sitio Aleteia:
Durante un exorcismo en Italia en 1823, dos sacerdotes dominicos hicieron reconocer al diablo el dogma que sería promulgado 30 años después;8 de diciembre de 1854: el papa Pío IX promulga el dogma de la Inmaculada Concepción de María.
25 de marzo de 1858: en la fiesta de la Encarnación del Verbo, la Santísima Virgen se aparece en Lourdes a santa Bernadette y confirma el dogma diciendo: “Soy la Inmaculada Concepción”.
Pero ya treinta años antes, otro hecho sobrenatural y sorprendente confirmó la Inmaculada Concepción de la Virgen Madre de Dios. Y quien la confesó fue alguien que jamás esperaríamos que lo hiciese. Un episodio que relata el exorcista Gabriele Amorth.
Era el año 1823. El diablo había poseído a un joven analfabeto de apenas 12 años de edad, residente en la actual provincia italiana de Avellino, en la región de Apulia.
Estaban en la ciudad dos religiosos dominicos, el p. Gassiti y el p. Pignataro, ambos autorizados por el obispo a realizar exorcismos.
Los sacerdotes hicieron una serie de preguntas al diablo que poseía al muchacho, entre ellas, una sobre la Inmaculada Concepción.
El diablo confesó que la Virgen de Nazaret jamás había estado bajo su poder: ni siquiera desde el primer instante de su vida, pues ella ya fue concebida “llena de gracia” y toda de Dios.
Aunque sea el “padre de la mentira”, el diablo puede ser obligado en el exorcismo a decir la verdad, incluso en materia de fe.
Fue así que los dos sacerdotes exorcistas le obligaron a reverenciar a la Virgen y a alabar su Concepción Inmaculada en forma de versos.
Humillado, el diablo se vio forzado en nombre de Cristo a cantar la gloria de María, y lo hizo mediante un soneto en italiano, ¡perfecto en construcción y en teología!
Reproducimos el original italiano y, a continuación, la traducción al español:
En italiano:
Vera Madre son Io d’un Dio che è Figlio
e son figlia di Lui, benché sua Madre;
ab aeterno nacqu’Egli ed è mio Figlio,
in tempo Io nacqui e pur gli sono Madre.
Egli è mio creator ed è mio Figlio,
son Io sua creatura e gli son Madre;
fu prodigo divin l’esser mio Figlio
un Dio eterno, e Me d’aver per Madre.
L’esser quasi è comun tra Madre e Figlio
perché l’esser dal Figlio ebbe la Madre,
e l’esser dalla Madre ebbe anche il Figlio.
Or, se l’esser dal Figlio ebbe la Madre,
o s’ha da dir che fu macchiato il Figlio,
o senza macchia s’ha da dir la Madre.
En español:
Soy verdadera madre de un Dios que es Hijo,
Y soy su hija, aun al ser su madre;
Él desde la eternidad existe y es mi Hijo,
y yo nací en el tiempo y soy su madre.
Él es mi Creador y es mi Hijo,
y yo soy su criatura y su madre;
Fue divino prodigio ser mi Hijo
un Dios eterno y tenerme a mí por madre.
El ser de la madre es casi el ser del Hijo,
Visto que el Hijo dio el ser a la madre
Y fue la madre la que dio el ser al Hijo;
Si, pues, del Hijo tuvo el ser la madre,
O hay que decir que está manchado el Hijo
O hay que decir Inmaculada a la madre.
4 de enero de 2020
Nuestra Señora que fue robada y devuelta por Correo
Fridefont, es una pequeña comuna al sur de Francia, en el departamento de Cantal, más o menos entre París y Montpellier.
Su iglesia, un pequeño-gran encanto, como muchísimas de las que se encuentran en la campiña francesa. Un templo encantador que en el año 2001 fue violentado.
Días antes, varias de las piezas especialmente significativas de la iglesia de Fridefont habían sido trasladadas a París, para una exposición. Pero justo después de la exposición, 15 de estas piezas fueron robadas, tal vez por la visibilización que habían obtenido en la exposición en la capital francesa. Esto en el 2001.
Pero, sorpresivamente, en el 2016, llega un día una encomienda por correo al alcalde de la población, Pierre Chassang. La abre y encuentra con alegría que es tal vez la pieza robada más preciosa, la de la Virgen negra. El rostro de la Virgen había sido perfectamente restaurado, y también otras partes de la estatua.
El remitente no era identificable, pues la dirección de expedición era falsa. Hipotetiza el alcalde que la imagen había sido remitida por un coleccionista que se ha arrepentido de hacer robar la valiosa imagen, una estatua del S. XVII.
Si fue devuelta en el 2016, ¿por qué hasta ahora se conoce el hecho? El alcalde había decidido no darle publicidad al regreso de la Virgen por correo, para no atraer la atención de nuevos ladrones. Un problema de conciencia restaba, y es que las anteriores habían sido robadas justamente por la publicidad.
3 de enero de 2020
Nuestra Señora que cura a las parejas
¿De qué se trata?
En un momento en el que la familia todavía está sacudida por agresiones inicuas, las sesiones "María que sana a las parejas" son una feliz ocasión para que los cónyuges consoliden, reparen o incluso resuciten su amor. Duran sólo 24 horas y son animados por predicadores ansiosos de invitar a las parejas a un despertar sobrenatural. En una palabra, a pesar de las heridas, las limitaciones humanas y el pecado de cada uno, sabemos que la última palabra es siempre la misericordia de Dios.
¿Por qué "María que sana", Jesús no sería suficiente?
Jesús eligió tener una Madre, que nos dio en la Cruz. Sería una pena privarnos de tal regalo! María es la Madre más maravillosa, ¿no eligió preocuparse cuando Jesús desapareció a los 12 años? Para nosotros también su consideración es total. Ella es nuestra mejor embajadora de su Hijo. ¿No sigue siendo ella la criatura más cercana a Él? Otra cosa, Ella aplasta la cabeza de la Serpiente... y las parejas saben muy bien que el Maligno merodea por ahí... ¡Así que refugiémonos bajo su manto, confiemos nuestros hogares a su protección! Este es el significado de la novena a María que recuerda y cura a los matrimonios, distribuida en miles de ejemplares que se pueden obtener aquí.
¿Concretamente?
Las sesiones de "María que cura a las parejas" son una iniciativa del Instituto para la Familia en Europa del que dependen los Hogares de Acogida Louis y Zélie. Los testimonios recibidos por las parejas después de estas sesiones son para algunos de ellos del orden de un milagro. Cuántas gracias obtiene la Virgen María de su Hijo! Todo lo que tienes que hacer es pedírselo...
2 de enero de 2020
Nuestra Señora de Belén (Ferrières-en-Gâtinais)
Del sitio Pelèrinages de France:
La construcción en el siglo V de un santuario en Ferrières tiene su origen en una aparición del Niño Jesús en el pesebre, llevado por la Santísima Virgen María, con San José a su lado. Esta bella aparición tuvo lugar en el momento de la vigilia de Navidad, cuando tres monjes, Altin, Savinien y Potentien, habían venido a evangelizar a los habitantes de esta región de Orleans, cerca de Montargis.
Aprovechando esta milagrosa aparición, que reforzó sus palabras evangelizadoras, uno de ellos, Savinien, gritó: "¡Esta es una nueva Belén!". Este hecho milagroso fue mencionado en una carta de Clodoveo (465-511), y en un libro escrito por Loup, abad de Ferrières, en 850. El Papa Gregorio XV la consagró en una bula de 1622.
La capilla dedicada a Notre-Dame se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y de numerosas conversiones. Trágicamente destruida por los hunos de Atila, con casi 400 fieles que se refugiaron dentro de sus muros, la iglesia fue reconstruida bajo el impulso de Clodoveo, incluso antes de su conversión y bautismo. El santuario de Nuestra Señora de Belén, muy amado por la reina Clotilde, esposa de Clodoveo, fue reconstruido y ampliado bajo la dinastía merovingia. Su influencia fue tal que dos reyes carolingios, Luis III y Carlomán, fueron coronados allí más tarde. Una segunda iglesia, con rango de basílica, dedicada a los apóstoles Pedro y Pablo, fue consagrada allí en 1163 por el Papa Alejandro III.
Además, la abadía, junto a las iglesias de Nuestra Señora y de San Pedro y San Pablo, se convirtió en un centro de estudios especialmente importante y reconocido, hasta el punto de que se la describió como la "nueva Atenas". El monje Alcuin, consejero de Carlomagno y futuro abad de San Martín de Tours, era de allí. Así pues, esta abadía tuvo una gran influencia desde el siglo IX al XV.
Los ingleses, durante la Guerra de los Cien Años, quemaron la abadía y los santuarios.
Difíciles de reconstruir, los hugonotes vinieron a su vez a traer sus montones de destrucción. Habiendo sobrevivido a tanta furia bárbara, fue entre 1810 y 1830, después de la venta de los locales como "propiedad nacional", que la abadía fue completamente demolida. Afortunadamente, todavía hay dos iglesias, la de San Pedro y San Pablo, que ahora es la iglesia parroquial, y la de Nuestra Señora de Belén.
La iglesia de Nuestra Señora de Belén es uno de los "santuarios del descanso" en Francia; cerca de ella había un cementerio para niños nacidos muertos.
Cada verano, el municipio programa eventos nocturnos que recuerdan la vida en los días de florecimiento de Ferrières, incluyendo una peregrinación medieval en trajes de época.
Allí se realizan peregrinaciones todos los años, especialmente el 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de María.
Inquilinos ocasionales de la abadía: las hermanas de Saint-Paul de Chartres.
1 de enero de 2020
Nuestra Señora María, Madre de Dios
Salve, por ti resplandece la dicha;
Salve, por ti se eclipsa la pena.
Salve, levantas a Adán, el caído;
Salve, rescatas el llanto de Eva.
Salve, oh cima encumbrada a la mente del hombre;
Salve, abismo insondable a los ojos del ángel.
Salve, tú eres de veras el trono del Rey;
Salve, tú llevas en ti al que todo sostiene.
Salve, lucero que el Sol nos anuncia;
Salve, regazo del Dios que se encarna.
Salve, por ti la creación se renueva;
Salve, por ti el Creador nace niño.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, tú guía al eterno consejo;
Salve, tú prenda de arcano misterio.
Salve, milagro primero de Cristo;
Salve, compendio de todos los dogmas.
Salve, celeste escalera que Dios ha bajado;
Salve, oh puente que llevas los hombres al cielo.
Salve, de angélicos coros solemne portento;
Salve, de turba infernal lastimero flagelo.
Salve, inefable, la Luz alumbraste;
Salve, a ninguno dijiste el secreto.
Salve, del docto rebasas la ciencia;
Salve, del fiel iluminas la mente.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, oh tallo del verde Retoño;
Salve, al pío Arador tú cultivas;
Salve, tú plantas quien planta la vida.
Salve, oh campo fecundo – de gracias copiosas;
Salve, ofrenda que el mundo concilia.
Salve, clemencia de Dios para el hombre;
Salve, del hombre con Dios confianza.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, Nutriz del Pastor y Cordero;
Salve, aprisco de fieles rebaños.
Salve, barrera a las fieras hostiles;
Salve, ingreso que da al Paraíso.
Salve, por ti con la tierra – exultan los cielos;
Salve, fulgente estandarte de gracia.
Salve, por ti es despojado el averno;
Salve, por ti revestimos la gloria.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, oh Madre del Sol sin ocaso;
Salve, aurora del místico Día.
Salve, tú apagas hogueras de errores;
Salve, Dios Trino al creyente revelas.
Salve, derribas del trono – al tirano enemigo;
Salve, extingues las llamas del vicio.
Salve, camino a la santa templanza;
Salve, alegría de todas las gentes.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, levantas al género humano;
Salve, humillas a todo el infierno.
Salve, conculcas engaños y errores;
Salve, impugnas del ídolo el fraude.
Salve, oh mar que sumerge – al cruel enemigo;
Salve, nos sirves Manjar de delicias.
Salve, oh tierra por Dios prometida;
Salve, en ti fluyen la miel y la leche.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, azucena de intacta belleza;
Salve, corona de noble firmeza.
Salve, la suerte futura revelas;
Salve, la angélica vida desvelas.
Salve, frutal exquisito – que nutre a los fieles;
Salve, perdón del que tuerce el sendero.
Salve, atavío que cubre al desnudo;
Salve, del hombre supremo deseo.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, mansión que contiene el Inmenso;
Salve, dintel del augusto Misterio.
Salve, de incrédulo equívoco anuncio;
Salve, del fiel inequívoco orgullo.
Salve, carroza del Santo – que portan querubes;
Salve, por ti Dios abrió el Paraíso.
Salve, tú llave del Reino de Cristo;
Salve, esperanza de bienes eternos.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, sagrario de arcana Sapiencia;
Salve, despensa de la Providencia.
Salve, por ti se confunden los sabios;
Salve, por ti el orador enmudece.
Salve, por ti se aturden – sutiles doctores;
Salve, nos llenas de ciencia superna.
Salve, navío del que ama salvarse;
Salve, oh puerto en el mar de la vida.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, columna de sacra pureza;
Salve, umbral de la vida perfecta.
Salve, tú inicias la nueva progenie;
Salve, dispensas bondades divinas.
Salve, de nuevo engendraste – al nacido en deshonra;
Salve, unión de los fieles con Cristo.
Salve, de vírgenes Madre y Maestra;
Salve, al Esposo conduces las almas.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, oh rayo del Sol verdadero;
Salve, destello de Luz sin ocaso.
Salve, fulgor que iluminas las mentes;
Salve, cual trueno enemigos aterras.
Salve, surgieron de ti – luminosos misterios;
Salve, oh copa que vierte alegría.
Salve, fragancia de ungüento de Cristo;
Salve, oh Vida del sacro Banquete.
Salve, ¡Virgen y Esposa!
Salve, más grande que el gran Santuario.
Salve, oh Arca que Espíritu dora;
Salve, tesoro inexhausto de vida.
Salve, diadema preciosa – de reyes devotos;
Salve, por ti sucumbió el adversario.
Salve, remedio eficaz de mi carne;
Salve, inmortal salvación de mi alma.
Salve, ¡Virgen y Esposa!