30 de septiembre de 2025

Nuestra Señora, Estrella del Mar consuelo de afligidos

 

Del sitio Aleteia:

Para dar consuelo a quienes pasan por una situación difícil, nadie mejor que la Virgen María. Por ello, esta familia se dedica a crear esculturas que llevan esperanza y alivio materno

Las esculturas de Estrella de Mar nacieron para llevar la esperanza a los hogares, recordándoles que María siempre está protegiendo a sus hijos en los momentos difíciles.

01 - marzo - 2025

29 de septiembre de 2025

La invitación de León XIV para el próximo 11 de octubre

 


Del sitio Aleteia:

En medio de la creciente tensión internacional, León XIV anunció que se celebraría una oración por la paz en la Plaza de San Pedro el sábado 11 de octubre a las 18:00 hrs

Al finalizar la audiencia general del 24 de septiembre de 2025, el Papa León XIV invitó a los católicos de todo el mundo a rezar el Rosario por la Paz durante todo el mes de octubre. En medio de la creciente tensión internacional, anunció que se celebraría una oración por la paz en la Plaza de San Pedro el sábado 11 de octubre a las 18:00 hrs. (10:00 hrs. en Ciudad de México), en el marco del Jubileo de la Espiritualidad Mariana.

"El mes de octubre, ya próximo, está especialmente dedicado en la Iglesia al Santo Rosario", explicó León XIV. "Por ello, los invito a todos, todos los días del próximo mes, a rezar el Rosario por la paz, personalmente, en familia y en comunidad", dijo.

28 de septiembre de 2025

Mostramos a Nuestra Señora inaccesible, debemos mostrarla como imitable

 

Del sitio María de Nazaret:

El mes de octubre es considerado por la Iglesia como el mes del Rosario. Una fiesta mariana nos lo recuerda el 7 de octubre: Nuestra Señora del Rosario; pero hay otra fiesta que también nos orienta a María, la de santa Teresa del Niño Jesús, el 1 de octubre. He aquí un texto de su mano que puede decirnos algo:

Ella vivió en la fe como nosotros. ¡Cómo me hubiera gustado ser sacerdote para predicar sobre la Santísima Virgen! Una sola vez me hubiera bastado para decir todo lo que pienso sobre este tema.

Primero habría dejado claro lo poco que sabemos sobre su vida. No debemos decir cosas que sean improbables o que no sepamos. Por ejemplo que, siendo muy pequeña, a los tres años, la Santísima Virgen acudió al Templo para ofrecerse a Dios con ardientes y completamente extraordinarios sentimientos de amor; aunque Ella pudo haber ido allí simplemente para obedecer a sus padres.

Para que un sermón sobre la Santísima Virgen me agrade y me haga bien, debo ver su vida real, no su supuesta vida. Y estoy segura de que su vida real debió ser muy sencilla. La mostramos inaccesible; debemos mostrarla imitable, resaltar sus virtudes, decir que vivió por la fe como nosotros, dar prueba de ello a través del Evangelio donde leemos: 'No entendieron lo que les decía` (Lucas 2:50). Y este otro, no menos misterioso: 'Sus padres estaban admirados de lo que se decía de Él` (Lc 2,33). Esta admiración implica cierto asombro, ¿no crees?

Bien sabemos que la Santísima Virgen es Reina del cielo y de la tierra, pero es más madre que reina, y no se debe decir que por sus prerrogativas eclipsa la gloria de todos los santos, como el sol cuando sale que hace desaparecer las estrellas. ¡Dios mío! ¡Qué extraño! ¡Una madre que hace desaparecer la gloria de sus hijos! Pienso todo lo contrario, creo que aumentará mucho el esplendor de los elegidos. Es bueno hablar de las propias prerrogativas, pero no se debe decir eso... Quién sabe si algún alma no llegaría a sentir cierta lejanía con una criatura tan superior y diría: 'Si es así, entonces, mejor vámonos y brillamos lo mejor que podamos en un rinconcito'.

La Santísima Virgen nos supera en que no podía pecar, que estaba libre de la mancha original; pero, por otro lado, tuvo mucha menos suerte que nosotros, ya que no tenía una Santísima Virgen a quien amar y eso es una dulzura adicional para nosotros".

27 de septiembre de 2025

Oración a Nuestra Señora de la Merced para romper las cadenas


 Del sitio Aleteia:

 Tú, María, Virgen de la Merced,
bondadosa Madre de Dios,
que amas la libertad de tus hijos,
y empatizas con el sufrimiento de los prisioneros,
escucha lo que te pido:
rompe las cadenas de nuestro pecado,
para que libres de ellas,
podamos unirnos totalmente a tu Hijo, Jesús,
vivir como Él, libremente,
dedicados a aquello para lo que estamos hechos: amar.

Amén.

26 de septiembre de 2025

Nuestra Señora del Carballo de Monte Quemado

 

Adaptado del sitio Santiago día por día:

La historia de la Virgen del Carballo se centra en la veneración y devoción hacia esta imagen de la Virgen María, que fue encontrada en un churqui (un tipo de planta) por una joven adolescente llamada Telesfora Verón en el paraje Tacko Punco, en el departamento de Pellegrini.

El hallazgo de la imagen ocurrió cuando Telesfora estaba limpiando el fondo de su casa y vio una luz entre las ramas de un churqui cercano. Al acercarse, notó una pequeña imagen de la Virgen María que brillaba. Aunque sus padres inicialmente no pudieron ver nada, la insistencia de Telesfora llevó a quemar el árbol, revelando la imagen de la Virgen, que había sufrido solo quemaduras leves en su mano izquierda y mejilla.

La devoción a la Virgen del Carballo comenzó a crecer, y la imagen fue trasladada a diferentes lugares a lo largo del tiempo debido a disputas y reclamos sobre su posesión. En un momento, la familia Pereyra se convirtió en los custodios de la imagen, y finalmente, donaron la imagen y construyeron una capilla en el paraje El Carballo. La Iglesia Católica se involucró en la organización de la devoción a la Virgen del Carballo, y la imagen fue incorporada oficialmente a la Iglesia.

La devoción a la Virgen del Carballo se extendió a través de procesiones, peregrinaciones y fiestas en su honor. La celebración en honor a la Virgen del Carballo atrae a devotos quienes participan de rezos, procesiones y también disfrutan de actividades lúdicas y comerciales.

A lo largo de su historia, la imagen de la Virgen del Carballo ha sido objeto de controversias y debates sobre su ubicación y veneración. Sin embargo, ha seguido siendo un símbolo importante de devoción para los fieles de Santiago del Estero.

 17 - agosto - 2023

25 de septiembre de 2025

Nuestra Señora del Rosario de Hualfin (Capilla)

 

Del sitio Yo amo Catamarca:

Esta Capilla es Monumento Histórico Nacional desde 1967. Una maravillosa joya arquitectónica de adobe y algarrobo en el centro de la ciudad. La Capilla puesta bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, se encuentra en la entrada del pueblo de Hualfín, frente a la plaza principal. Data de 1770 y es una de las más bellas iglesias coloniales catamarqueñas ubicada en el antiguo camino del Inca.

El templo y la Capellanía de Hualfín la mandó a construir una tucumana, María Medina de Montalvo, hija del capitán Claudio de Medina. La obra se comenzó a edificar luego de la autorización del Obispo de Tucumán. La misma tuvo el título de Vice Parroquia de Belén. Y es la segunda, en pie, más antigua de la provincia, la primera, de 1712, es la Capilla nuestra Señora del Rosario en Anillaco (Ruta del Adobe).

Al lado de esta se encuentra el Museo Arqueológico José Saravia, hoy cerrado en forma permanente, donde se puede apreciar significativo material cultural asociado al Pucará de Hualfín, sitio estratégico fortificado de altura, es el más alto del valle y reconocido por el descubrimiento de las Culturas Condorhuasi, Ciénaga, Aguada y el asentamiento de la Cultura Belén. Del otro lado está el antiguo cementerio.

El edificio es a dos aguas con techo de tejas cocidas. El pórtico es de cedro macizo. Al ingresar un retablo pintado multicolor resalta por, sobre todo. Hasta el púlpito también de cedro tallado pasa desapercibido ante tal muestra de arte. El retablo se fabricó con ladrillo cocido, presenta tres hornacinas con columnas a los lados. El frontispicio está hecho con molduras, revocado con cal y pintado.

Esta la imagen de bulto de Nuestra Señora del Rosario, patrona tutelar, la corona que posee es de plata y fue donde por Catalina Bustamante. La vestimenta actual fue confeccionada por las monjas Carmelitas Descalzas de Tucumán y bendecida en 2004 por los padres agustinos de la prelatura de Cafayate. Sobre la pared están la vestimenta original de la imagen. Un vestido de raso carmesí, su alba con encajes y enaguas.

 

24 de septiembre de 2025

Nuestra Señora, Madre de la Misericordia

 Del sitio Píldoras de Fe:

María es verdaderamente nuestra Madre de la compasión, nuestra Madre de la Misericordia. Su vida fue una completa entrega a la misericordia del Padre y puede ser llamada verdaderamente la Madre misericordiosa de los cristianos, y de cada alma que busca a Dios. María también es Madre del perdón en el amor, y del amor en el perdón. Brota del amor misericordioso de Cristo y María está al servicio de la Misericordia de Cristo.

La misericordia es la plenitud del amor de Dios que viene al encuentro de un mundo ensombrecido por las oscuras heridas de quienes lo habitan. Un verdadero valle de lágrimas, como lo decimos en la Salve. Dios sale a nuestro encuentro con su amor afectuoso, con su perdón, su comprensión. Viene sobre todo con la alegría del Espíritu Santo, una alegría que es la fuente continua de su misericordia.

En el Magnificat, María canta de júbilo y exclama a viva voz que será bienaventurada por todas las generaciones. Y así es, cada generación encuentra en María una Madre que acoge, la Madre de la misericordia que viene a traernos consuelo en el sufrimiento.

Porque contempla la situación de la humanidad por el pecado original y ofrece la única solución posible: la redención centrada en la Pasión y muerte.

La misericordia es la constante de la vida de Jesucristo. Al paralítico le ofrece la solución de alma y de cuerpo: "Confía, hijo: tus pecados te son perdonados". (Mateo 9,2)

Igualmente a la mujer hemorroísa: "Hija, ten confianza; tu fe te ha sanado. Y quedó sana la mujer desde aquel momento". (Mateo 9,22).

En la Cruz nos ofrece la gran solución: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". (Lucas 23,34).

Y además, abre las puertas del Cielo al buen ladrón suplicante: "Hoy estarás conmigo en el paraíso". (Lucas 23,40-44).

María diciendo orden al pecado original, no lo contrae de hecho porque es objeto preferencial de la misericordia de Cristo. Por ello, es privilegiada y excepcionalmente redimida. Es la Inmaculada Concepción.

La Virgen María, objeto preferencial de la misericordia de Cristo, es también la llena de gracia, de toda la gracia que necesita para ser la Madre de Dios, Madre-Virgen.

La Virgen María es la Madre de la Misericordia tan sencillo como el hecho de que es la Madre de Cristo, quien es el manantial divino de la eterna misericordia.

María es Madre de la misericordia desde el misterio de la Encarnación, la gran misericordia del Verbo que se hace hombre al calor del corazón de María por obra del Espíritu Santo.

María es Madre de Misericordia proyectando su amor sobre Cristo en la cruz con ternura de madre. Lo sigue proyectando sobre la Iglesia, Cuerpo de Cristo y por lo tanto, sobre nosotros, pecadores.

María es Madre de Misericordia que perdona a Pedro que niega su Hijo, también a Judas el traidor y a los que crucifican a Cristo. Pienso que Ella repite con su Hijo: "Padre, perdónalos..."

María nos ofrece la Misericordia de Cristo y nos orienta hacia Él. María es camino del perdón. Por eso, nos conduce al Confesionario, a la Eucaristía. El Rosario es camino de oración para alcanzar la misericordia de Cristo y experimentar el amor misericordioso de la Madre.

En María triunfa la Misericordia. Por eso, es privilegiadamente Asunta al Cielo en cuerpo y alma, y coronada Reina y Madre de Misericordia.

Nuestro noble santo, el Papa San Juan Pablo II nos dejó una gran enseñanza sobre Maria Madre de misericordia, en la Encíclica "Veritaris Splendor" aquí un pequeño extracto:

"El privilegio especial que Dios otorgó a la toda santa nos lleva a admirar las maravillas realizadas por la gracia en su vida. Y nos recuerda también que María fue siempre toda del Señor, y que ninguna imperfección disminuyó la perfecta armonía entre ella y Dios. Su vida terrena, por tanto, se caracterizó por el desarrollo constante y sublime de la fe, la esperanza y la caridad. Por ello, María es para los creyentes signo luminoso de la Misericordia divina y guía segura hacia las altas metas de la perfección evangélica y la santidad. María es Madre de Misericordia porque Jesucristo, su Hijo, es enviado por el Padre como revelación de la Misericordia de Dios (cf. Juan 3,16-18). Él ha venido no para condenar sino para perdonar, para derramar misericordia (cf. Mateo 9,13). Y la misericordia más grande radica en su estar en medio de nosotros y en la llamada que nos ha dirigido para encontrarlo y proclamarlo, junto con Pedro, como "el Hijo de Dios vivo" (Mateo 16,16).  Ningún pecado del hombre puede cancelar la Misericordia de Dios, ni impedirle poner en acto toda su fuerza victoriosa, con tal de que la invoquemos. Más aún, el mismo pecado hace resplandecer con mayor fuerza el amor del Padre que, para rescatar al esclavo, ha sacrificado a su Hijo: Su misericordia para nosotros es redención.

Esta misericordia alcanza la plenitud con el don del Espíritu Santo, que genera y exige la vida nueva. Por numerosos y grandes que sean los obstáculos opuestos por la fragilidad y el pecado del hombre, el Espíritu, que renueva la faz de la tierra (cf. Salmos 104 [103], 30), posibilita el milagro del cumplimiento perfecto del bien. Esta renovación, que capacita para hacer lo que es bueno, noble, bello, grato a Dios y conforme a su voluntad, es en cierto sentido el colofón del don de la misericordia, que libera de la esclavitud del mal y da la fuerza para no pecar más. Mediante el don de la vida nueva, Jesús nos hace partícipes de su amor y nos conduce al Padre en el Espíritu".

En este mundo lleno de tantas dificultades, necesitamos la protección maternal de María. Acudimos a ella, la llena de Gracia para que nos auxilie en la debilidad y en todas nuestras necesidades. María es Madre de Misericordia que nos acerca siempre a Cristo. Invoquemos su protección a través del rezo del Santo Rosario. Abramos el corazón, la mente y los labios para recorrer junto a ella el camino de la Pasión y vida de nuestro Señor.

Junto con María en su Magníficat, en medio de todo el dolor y la miseria, humana, tanta santidad escondida y fecunda puede saltar a la vista. Nos aferramos a la alegría de la resurrección del Señor. Ella es la Madre de la Misericordia que siempre será bienaventurada de generación en generación.

23 de septiembre de 2025

Nuestra Señora del Rocío de Paranaguá


Adaptado del sitio Foros de la Virgen

La devoción a la Virgen del Rocío tiene profundas raíces en los corazones de Paraná.
Las que datan de mediados del siglo XVII, poco después de levantar la ciudad de Paranaguá, en 1648.

Nuestra Señora del Rocío fue declarada patrona de Paraná por los Obispos del Estado de Paraná en 1939.

El Papa Pablo VI lo declaró así el 30 de julio de 1977.

Y pocos días después, el gobernador del estado, Jaime Canet, oficializó esta declaración. También es patrona de la Universidad Católica de Paraná.

Esta devoción tiene su origen popular cuando en 1686 los habitantes de la ciudad de Paranaguá, recurrieron a los favores de la Virgen del Rocío para librarlos de la terrible plaga que devastó la costa en ese momento. Los devotos de Paranaguá recibieron este favor, y la plaga fue eliminada de la costa. Muchos otros hechos y gracias dan fe de la autenticidad de esta devoción.

La primera iglesia dedicada a la Nuestra Señora del Rocío fue construida en 1813. En este mismo tiempo se ofició la primera fiesta de Nuestra Señora del Rocío. 

Su santuario actual es de 1920. Durante muchos años, el Santuario del Rocío ya era reconocido popularmente como el templo del estado, este templo se convirtió, oficialmente, en el santuario estadual con la aprobación de toda la Conferencia Episcopal en Paraná, el 27 de septiembre 2003.

La imagen de Nuestra Señora de Rocío fue encontrada en las redes del pescador Bere en la bahía de Paranaguá. Cuenta la tradición que en el lugar donde se encuentra el Santuario del Rocío, en la orilla de la bahía, había unos humildes pescadores que se dedicaban al negocio de la pesca.

Alrededor de 1648, el líder de la comunidad de pescadores llamado Bere, ya cansado de tirar su red en el mar sin aportar un solo pez, suplicó al Padre en el cielo que no lo desamparara en su lucha. En un último intento, lanzó la red en el mar, y al tirar de ella, para su asombro, vio brillar la imagen de Nuestra Señora en la malla. Al tocar la imagen y percibirla como envuelta en una gotas de rocío divino, el pobre pescador, con fe reza: “Madre del Rocío, intercede por nosotros.

Otra versión es narrada por Manuel del Rosario Correia en uno de sus ensayos, habla de la aparición de la Virgen del Rocío en un macizo de rosas locas. Dice que estas rosas florecen en noviembre en racimos de colores pero se despetalan al menor viento.

Y otra más. Una noche, los pescadores salieron a la mar y vieron un destello que sale de la bahía y, como una estrella, reposaba en el matorral de rosas. Curiosos, y pensando que se trataba de un tesoro escondido, a la mañana siguiente fueron al lugar donde la luz se había descansado y con sorpresa encontraron la imagen de Nuestra Señora aún cubierta del rocío de la mañana.

Todas estas versiones coinciden en que, al final, el padre Bere llevó la imagen a su humilde casa y la colocó en un altar.

Alli empezaron a rendirle culto, especialmente a través de la recitación del Rosario.

Algún tiempo después, la imagen fue invocada para proteger los cultivos de la “peste de la Bicha”. Nuestra Señora atendió los ruegos y la devoción comenzó a difundirse en todo el estado de Paraná.

El aumento de la devoción a través de la milagrosa intervención que puso fin a la plaga en 1686, se repitió durante los siglos en numerosas ocasiones. En las que Nuestra Señora del Rocío respondió a sus devotos con la sanación individual y colectiva, como en los casos de la peste bubónica en 1901 y la gripe española en 1918.

También hay numerosos registros de la asistencia Virgen del Rocío dada a los navegantes en las tormentas violentas y las tragedias en el mar, cuyos devotos honran con desfiles y procesiones por las calles de la ciudad, en dirección al santuario. 

Este es el caso del buque “Raul Soares”, el 26 de junio de 1931, el buque “Philadelphia”, en julio de 1931 y el buque “María M”, el 8 de agosto de 1932.  

La más antigua referencia histórica de pedido y favor de la Virgen es de 1686, cuando la epidemia llamada “peste de Bicha” en Paranaguá, narrado por Vieira dos Santos, cuando la ciudad tenía sólo 38 años de fundación y la devoción a la Virgen del Rocío recién había conquistado a la población. 

En 1899 comenzó una epidemia de cólera en la ciudad, los habitantes de Paranaguá invocaron la ayuda de la Virgen del Rocío, siendo satisfechos.

En 1901 ocurrió un brote de peste bubónica. El vicario de Paranaguá hizo un voto de construir un nuevo templo a la Virgen, en caso del cese de la enfermedad, siendo entonces la imagen llevada en procesión por las calles. Desde ese día se detuvo la plaga.

En 1918, se propagó una epidemia universal, conocida como la gripe española, que cobró varios millones de vidas en todo el mundo. Paranaguá se vio afectada por ella. Era difícil encontrar un hogar en la ciudad sin al menos un contagiado. Una vez más, los habitantes llevaron la imagen desde su capilla a la ciudad, y después de ese hecho, se redujo sustancialmente el número de muertes.

En 1926, un nuevo brote de peste bubónica azotó la ciudad. Una vez más la imagen fue trasladada a Paranaguá, y nuevamente el resultado fue milagroso.

Después que la imagen entró en la ciudad, no hubo más casos de la plaga.

También sucedió a finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX a Agostinho, esclavo del Sargento Mayor Simón Cardoso Paes, hombre rico e importante de la ciudad de Antonina, pero Simón era sin embargo, más rico en lo espiritual. Después de haber caído gravemente enfermo su esclavo hasta el punto que los médicos lo daban como un caso perdido, el Sargento Mayor no se desanimó. Invocó a Nuestra Señora del Rocío de Paranaguá, prometiendo ayudar durante seis meses en la construcción de la nueva iglesia dedicada a Nuestra Señora del Rocío – que comenzó en 1797, y que avanzaba en medio de dificultades materiales – y sucedió que Agostinho quedó curado. Promesa hecha, un milagro conseguido. Y la historia registra que recuperó la plena salud, y también el esclavo Agostinho fue a ayudar a construir la iglesia.

En el año 1932 Paranaguá en el Paraná era uno de los puertos más importantes del país. El buque “María M” trata de llegar al puerto, pero un  furioso vendaval lo lanza a un banco de arena, ubicado a nueve millas del Faro de las Conchas de Ilha do Mel. El barco quedó varado el día 8 de agosto, y el día 13 se consideraba perdido, a pesar de los esfuerzos de la tripulación. La gente de la capitanía se retiró de la nave. Sin embargo, este no se hundió.

El día 16, como el tiempo mejoró, regresan a bordo 77 hombres, para retirar la carga, de modo que el barco, al ser más ligero, flotara. Eso fue imposible. El día 18 el barco se partió por la mitad.

A bordo la situación era lamentable, porque además de estar cansados, los marineros no tenían agua para beber y corrían un grave riesgo de ahogarse. Las embarcaciones de rescate más cercanas estaban una distancia de 700 metros. Sin salida, los tripulantes invocaron a Nuestra Señora del Rocío. Y de una manera inusual, a través de una balsa improvisada, pudieron ser salvados.

El día 23 de ese mes, todos ellos se dirigieron en piadosa peregrinación a la capilla del Rocío para dar gracias a Nuestra Señora por su protección en la emergencia. 

Además de estos auxilios extraordinarios durante pestes o naufragios, se registran también casos individuales de prodigios. Como el de Sotero de Sant’Anna Bonfim, un leñador, que trabajando en el bosque fue sepultado por una pila de troncos que se derrumbó sobre él. Quedó cubierto con madera por un día. Todos los que trataron de rescatarlo habían perdido la esperanza de salvarlo. Su mujer entonces pidió a Nuestra Señora del Rocío protección especial para su marido. Por fin, cuando se logró retirar al pobre leñador, se encontraba en un estado lamentable, con varias fracturas graves. Permaneció seis meses entre la vida y la muerte, durante los cuales tuvo una visión en la que la Virgen del Rocío le prometió la cura. Realmente esto sucedió y el leñador entonces se dirigió al santuario mariano en agradecimiento.

En 1939, el periódico Gazeta do Povo informó una historia emocionante y detallada en Curitiba, la curación atestiguada por los médicos del Sr. Abram Aniss, de 54 años, que sufrió durante mucho tiempo una parálisis de las piernas y fue curado por la oración a Nuestra Señora del Rocío, que en esa fecha, llegó a la capital del estado en medio de manifestaciones de fe y devoción.

D. Bernardo, redentorista dijo cuando la declaración de patronazgo de Nuestra Señora del Rocío: “No es casualidad otro logro mariano, donde los Redentoristas tienen un papel importante. Nuestro fundador, San Alfonso María de Ligorio era un gran devoto de María y dejó ese patrimonio espiritual a sus hijos que lo llevan a través de los siglos. Bajo nuestra atención están el Santuario de Aparecida, en Aparecida / SP; la iglesia del Perpetuo Socorro en Curitiba que recibe más de 30.000 fieles por semana. Y ahora, en Paranaguá, el Santuario de Nuestra Señora del Rocío, Patrona de Paraná. Los Redentoristas tienen la misión de fortalecer la devoción mariana, porque los brasileños somos devotos María desde el comienzo de nuestra historia, a partir de la catequesis de Anchieta.

22 de septiembre de 2025

Nuestra Señora y las abejas

 

Del sitio Church Pop:

En Kapandriti, una región al noreste de Atenas, Grecia, un apicultor (persona que trabaja cuidando y mantiene abejas) piadoso llamado Isidor Tziminis, descubrió algo increíble cuando puso un ícono sobre la crucifixión del Señor cerca de las colmenas.

Pasado el tiempo, las abejas construyeron un panal alrededor del ícono. Sin embargo, las abejas respetaron las formas de las cruces de la estatuilla. Tziminis, sorprendido y con curiosidad, colocó otras imágenes cerca a los panales para observar si volvía a ocurrir.

Entre las imágenes se encontraba una de Cristo y otra de San Esteban Protomártir, y los resultados son increíbles. Las abejas habían construido nuevas colmenas en las imágenes, pero rodeando y respetando las figuras de Cristo y el santo.

Pero la imagen que más sorpresa y ternura le dio al apicultor fue lo que sucedió con la imagen de la Virgen María. En otras ocasiones, las abejas habían respetado partes del cuerpo o el cuadro donde estaba la imagen. Pero con la Virgen fue distinto.

Con ella las abejas respetaron toda la imagen, mostrando a Nuestra Madre por completo. Ella, vestida de rojo y sentada, cargaba consigo al Niño Jesús. 

 18 de mayo de 2019

21 de septiembre de 2025

Consagrarse a Nuestra Señora es un paso al cielo

 

Del sitio Clarion Herald:

 Cada uno de nosotros está llamado a la santidad. Cada uno de nosotros tiene una vocación única o varias vocaciones. Un propósito particular según el designio de Dios.

Hace varios años me consagré a Jesús a través del Inmaculado Corazón de María. Al hacerlo, me consagré a la santidad, a discernir la voluntad de Dios sobre mí y a permitir que nuestra Santísima Madre se sirva de mí como Ella desee. Renuevo esta consagración cada año para recordar mis promesas bautismales y renovar mis esfuerzos para lograr mi objetivo.

Preciso que este tipo de consagración no es la vida consagrada de un hermano, un monje, una hermana o una monja, sino una consagración solemne a la santidad y al deseo de llevar a los demás a la santidad. Y al alinearme con la voluntad de Dios, recibo más plenamente sus gracias y protección.

En la fiesta de la Natividad de María, mi familia celebra conmigo la renovación de mi consagración anual a Jesús a través de María. Me siento no solo rodeada por el amor maternal y la protección de María, sino también llevada por las oraciones y la buena voluntad de mis seres queridos.

Cuando bautizamos a nuestros hijos, damos el primer paso para acercarlos a Cristo y al don de la vida eterna. Marcamos la pertenencia de nuestros hijos a Cristo. Como padres y padrinos responsables, continuamos este camino con ellos, educándolos en la fe a través de nuestras palabras y acciones.

¿Sabías que tú también puedes consagrar a tus hijos a Jesús? Me tomó algunos años después de mi propia consagración darme cuenta de que podía compartir este maravilloso regalo con mi hijo. Hoy considero que este es un paso esencial y necesario que todos los padres pueden dar.

No podemos proteger a nuestros hijos de todo el mal que existe en el mundo... por nosotros mismos. Necesitan absolutamente una armadura para las batallas espirituales que les esperan. Insistimos en que usen cinturones de seguridad y cascos de bicicleta. ¡También deberían estar consagrados a Jesús!

La Iglesia Católica afirma que los padres tienen autoridad sobre sus hijos, incluso sobre los hijos adultos. Puedes consagrar a tus hijos en cualquier momento. No es necesario organizar un evento complejo ni siquiera que tus hijos estén presentes.

Charla Misse
 4 septiembre 2024

20 de septiembre de 2025

Oración a Nuestra Señora de los Dolores


Del sitio Misioneros Digitales Católicos:

hoy en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, 
quiero acompañarte al pie de la Cruz, 
donde una espada de dolor te atravesó nuevamente el corazón y tu Hijo, 
Jesús, te entregó a nosotros como Madre nuestra poco antes de morir.    

Madre, ayúdame a ofrecer la misma ternura que diste tú a Jesús 
para consolarlo en aquel momento de dolor, 
a las personas que me rodean que sufren, 
que tienen heridas, que están en soledad.  
Junto a ti, María, 
quisiera yo también consolar a tu Hijo en los más necesitados y 
aceptar en mi vida la voluntad divina.

Señor, no permitas que me aleje de la Cruz. 
Que por mis cobardías y mis infidelidades no me resista a la voluntad del Padre.

Nuestra Señora de los Dolores, 
haz que sepamos amar a Jesús como tú lo amaste y como Él nos ama.

Amén

19 de septiembre de 2025

Nuestra Señora de La Salette pide penitencia

 

Hoy se celebra Nuestra Señora de la Salette.

Del sitio Enciclopedia Mariana:

María, Madre llena de amor, mostró en este lugar su tristeza ante el mal moral de la humanidad. A través de sus lágrimas, nos ayuda a comprender mejor la dolorosa gravedad del pecado, del rechazo de Dios; pero también la fidelidad apasionada que su Hijo guarda a sus hijos, Él, el Redentor cuyo amor está herido por el olvido y el rechazo.

El mensaje de La Salette fue entregado a dos jóvenes pastores en un momento de gran sufrimiento para el pueblo, afectado por el hambre y enfrentado a muchas injusticias. Además, la indiferencia u hostilidad hacia el mensaje del Evangelio aumentaba. Nuestra Señora, al ser contemplada llevando la imagen de su Hijo crucificado, muestra que, asociada a la obra de la salvación, se compadece de las pruebas de sus hijos y sufre al verlos alejarse de la Iglesia de Cristo para olvidar o rechazar la presencia de Dios en sus vidas y la santidad de su Nombre.

La influencia del acontecimiento de La Salette demuestra claramente que el mensaje de María no está enteramente en el sufrimiento expresado a través de las lágrimas. La Virgen nos llama a recuperarnos: invita a la penitencia, a la perseverancia en la oración y, especialmente, a la fidelidad a la Misa dominical. Pide que su mensaje “sea llevado a todo su pueblo” a través del testimonio de dos niños. Y, de hecho, sus voces fueron escuchadas rápidamente. Los peregrinos acudieron y muchas conversiones tuvieron lugar.

María había aparecido bajo una luz que evocaba el esplendor de la humanidad transfigurada por la Resurrección de Cristo: el mensaje de La Salette es un mensaje de esperanza, porque nuestra esperanza está sostenida por la intercesión de Aquella que es Madre de los hombres. Las rupturas no son irremediables. La noche del pecado cede ante la luz de la misericordia divina.

El sufrimiento humano aceptado puede contribuir a la purificación y a la salvación. Para aquellos que recorren humildemente los caminos del Señor, el brazo del Hijo de María no pesará para condenarlos, sino que tomará la mano que se extiende hacia Él para llevar a una nueva vida a los pecadores reconciliados por la gracia de la cruz.

Carta del papa Juan Pablo II a Mons. Louis Dufaux, obispo de Grenoble (Francia)
6 de mayo 1996 por el 150 aniversario de la 
aparición de la Virgen María en La Salette

18 de septiembre de 2025

Nuestra Señora de la Luz de Cuenca


 Del sitio Catholic.net:

 La devoción a la Virgen de la Luz es antiquísima en la ciudad de Cuenca. Del origen y vicisitudes de esta advocación existe una tradición que se mezcla entre la leyenda y la historia.

Cuenta la historia que a lo largo del siglo XII, los cristianos llegan en sus correrías hasta las mismas murallas de Cuenca, sin posibilidades, en principio de apoderarse de ella, ya que era inexpugnable y la idea no muy clara de su conquista hace retroceder ésta hasta finales de dicho siglo. Pero cuando el rey de Castilla, Alfonso VIII decide ir a su conquista nos encontramos ya en el año 1177. Para ello cuenta con el inestimable apoyo del Alfonso II de Aragón, la recién fundada Orden Militar de Santiago y la Orden de los Templarios.

Se cuenta que la aparición de la Virgen de la Luz al rey de Castilla Alfonso VIII, tuvo lugar en sueños; parece que la Virgen había pedido al rey que iniciase la reconquista de la ciudad, pues Ella estaría de su parte prestándole una importante ayuda para que rompiese aquel cerco de rocas. De tal manera que Alfonso VIII tomó la decisión de rodear Cuenca distribuyendo sus fuerzas estratégicamente. Para ello le pone sitio el día 6 de enero de 1177, festividad de los reyes magos. El rey Alfonso VIII pone cerco a la ciudad colocando a su ejército de tal manera que nadie pueda entrar ni salir de ella sin ser controlado por él.

El campamento principal lo mandó instalar en el llamado Campo de San Francisco, donde hoy se encuentra emplazada la Parroquia de San Esteban y la Diputación Provincial. Ordena situar a sus fuerzas de tal manera que no puedan recibir ayuda del exterior ni ninguna clase de víveres, el hambre podría ser su gran aliado ante tan difícil empresa.

Se montan guardias a corta distancia a fin de que no puedan ser sorprendidos, permitiendo sólo la salida de los rebaños de los cristianos que vivían en el interior de la ciudad. De varios rebaños que salieron sólo permitieron regresase uno de ellos, ya que no querían sirviesen las ovejas de los mismo de avituallamiento del enemigo que dominaba y ocupaba la ciudad. Como permitían los cristianos que algunos rebaños de ovejas pastasen en el espacio del actual Recreo Peral y la Puerta de San Juan (entonces Puerta de Aljaraz), fue motivo por el cual un día cuando un grupo de soldados cristianos vigilaban aquella parte del río divisaron como unos asnos y ovejas remontaban el terreno y desaparecían poco después. Con toda rapidez fueron en su busca, pero cuando llegaron al lugar por donde habían desaparecido observaron que había un fuerte portón de madera herméticamente cerrado, por lo que decidieron regresar al campamento y contar al rey lo que habían visto.

Enterado el rey decide que un grupo de hombres expertos estudiase el lugar durante algunos días controlando todo lo que por allí ocurra a cada momento. Sin perdida de tiempo manda a sus mejores hombres con la misión de coger a un pastor cristiano que pase diariamente por aquella puerta y les explique qué deben hacer para pasar por aquel portón y tomar la ciudad. El rey presentía que hallarían la formula, pues tenía plena confianza de lo que la Virgen le prometió en sus sueños. Cuando varios pastores regresaban a la ciudad con las ovejas fueron sorprendidos sin que los vigilantes de las almenas se diesen cuenta del hecho y en la refriega matan a dos de ellos. Cuando se acercaron al tercero (Martín Alhaja) se puso de rodillas gritando que era cristiano y que había recibido un mensaje de la Virgen para ayudarles a entrar en la ciudad. Les indicó que les ayudaría a pasar mezclados entre las ovejas y pasarían la vigilancia del encargado de su custodia por tratarse de un hombre ciego. Con la mayor rapidez fue informado el rey mandando suficientes hombres para que esa misma noche la soldadesca se apoderase de la ciudad.

Se hizo tal como había dicho el pastor, puesto que él se encargó de distraer al ciego, mientras hablaban iba tocando este las ovejas y no se percató de la hábil entrada que hicieron un buen numero de soldados cristianos, ya que se cubrieron con pieles de ovejas que mataron. Una vez dentro se lanzaron sobre los centinelas a los que mataron sin apenas darse cuenta de lo ocurrido. A una señal irrumpieron los soldados que esperaban junto al río y poco a poco pasó parte del ejército, iniciándose combates a lo largo de toda la noche. Cuando al día siguiente el sol inundaba con sus rayos la ciudad ya no era árabe sino cristiana. Era ese el día 21 de septiembre, festividad de San Mateo, cuando el rey Alfonso VIII recibía las llaves de aquella ciudad llamada Cuenca y que había sido calificada de inexpugnable.

Como había prometido aquel joven rey dio inmediatamente la orden de comenzar la ermita, puesto que se habían hecho ya las zanjas y elegido la piedra que se utilizaría. En poco tiempo se levantó siendo bautizada con el nombre de Santuario de la Virgen de la Luz, debido a que un pastor cristiano había visto una luz cuando pasaba de noche por el puente y al acercarse vio a la Virgen con un candil en la mano. También se ha conocido este Santuario con el nombre de la Virgen del Puente.

Y cuenta otra historia que aquella primera noche que el rey durmió en Cuenca tuvo, en sus sueños, una revelación en la que se le indicaba que en una hoquedad que había un poco más abajo del puente musulmán, los primitivos cristianos habían escondido una imagen de la Virgen. Sólo sería preciso efectuar unas excavaciones no muy profundas y rápidamente hallarían la imagen de aquella Virgen. Dio orden para que un grupo de soldados buscasen en el lugar soñado encontrando una preciosa talla de la que sería después denominada Virgen de la Luz, ordenando construir una ermita para recordar el suceso muy cerca de donde fue encontrada.

Es una historia larga y rica en detalles, en nombres, en fechas y en documentos. Los favores recibidos en la ciudad por su mediación, especialmente en el siglo XVIII, fueron muchos, como así consta en documentos de diversas épocas.

Se cuenta que allá por el año 1345 unos frailes llamado "Antoneros" fundaron una especie de convento-hospital en el cual se curaban aquella serie de enfermedades terriblemente peligrosas de la Edad Media, destacando entre todas ellas, el "Fuego Sacro", que algo más tarde recibiría el nombre de "mal francés". Esta congregación hospitalaria de frailes hizo mucho bien a los enfermos, tenían a San Antón como patrono, y precisamente a esta circunstancia se debe esta duplicidad de nombre referido a esta parroquia denominada Virgen de la Luz y San Antonio Abad (San Antón). Las apariciones de la Virgen fueron varias a lo largo de los nueve meses de asedio, motivo por el cual el rey vigiló muy de cerca el levantamiento de aquella ermita cuya construcción primitiva en el siglo XIII ha ido desapareciendo en el transcurso del tiempo debido a las reformas efectuadas, pues la Parroquia es de estilo barroco, quedando aún su portada plateresca.

El santuario actual, construido en 1760, queda a muy corta distancia de donde debió de estar la primitiva ermita. Por su situación junto al puente sobre el río Júcar se le ha conocido también como ermita del Puente, y por ser la sede patronal muchos la conocen hoy como ermita de la Virgen de la Luz.

La venerada imagen fue coronada canónicamente el día 1 de junio de 1950, por el nuncio de S. S. Mons. Cocognani, siendo obispo de la diócesis D. Inocencio Rodríguez Diez. Fue un acontecimiento religioso-festivo de carácter provincial sin precedentes, en el que estuvieron presentes 83 imágenes patronales llegadas de otros tantos pueblos de la provincia.

La Virgen de la Luz, es alcaldesa honoraria de la ciudad de Cuenca. Según escribe Francisco Gómez de Travecedo, la imagen de la Virgen está elaborada con piedra negra y lleva un Niño entre sus brazos y un candil o luminaria en la mano derecha. En esto, por cierto, coincide con una tradición medieval muy extendida en otros lares.

Cristina Huete García  

17 de septiembre de 2025

Nuestra Señora del Tránsito de Zamora

 


Del sitio Vidas Santas:

De un autor anónimo:

Hace mucho tiempo, entre los siglos XVI y XVII, unos zamoranos piadosos, Doña Osorio y Don Juan de Carbajal, donaron su hacienda para que se fundara un convento de monjas descalzas de la orden de Santa Clara.

Se juzgó que las monjas más adecuadas serían las Descalzas de Gandía. Éstas aceptaron y tras duros caminos llegaron a Zamora. Una crecida del Duero les impidió llegar a la ciudad, así que se refugiaron durante varios días en el convento de los Jerónimos

Al fin, llegaron al convento y se asentaron. Pero la madre Priora estaba triste. Cuando las demás le preguntaron por qué estaba triste respondió: "Es que he añorado mucho la imagen de Nuestra Señora que teníamos en Gandía".

Las demás hermanas rezaron mucho porque se cumpliera el deseo de la madre Priora, porque ellas no tenían dinero.

Pasó un tiempo hasta que una mañana llegaron unos peregrinos de Santiago de Compostela. Eran conocedores del anhelo de la madre Priora y se ofrecieron a hacer una escultura de la Virgen. Sólo le pidieron una habitación dónde no fueran molestados hasta que ellos avisaran.

Y dicho esto, se pusieron a trabajar. Al principio se les oía trabajar, pero poco a poco, la madre Priora se fue poniendo nerviosa y llegó un momento en que no podían aguantar más.

Entraron en la habitación y ante sus atónitos ojos descubrieron la imagen de la Virgen del Tránsito, al abrir la puerta no encontraron ni rastro de los escultores. Se dice que eran dos ángeles y que a la Virgen le faltan dos dedos en un pie porque la curiosidad de la monja no les dio tiempo a terminar su obra.

Nuestra Señora del Tránsito se ha convertido en la patrona de la ciudad y ha salido de su clausura en los momentos en que la ciudad de Zamora ha pasado por grandes calamidades.

Imagen yacente de Nuestra Señora, que celebra su fiesta en Zamora, el día 15 de agosto. Es la imagen de la Virgen más venerada en la ciudad. Fue traída al convento de clarisas franciscanas fundado en 1597 por Sor Ana de la Cruz, nieta de San Francisco de Borja. Allí permaneció la imagen hasta 1750, en que se trasladó a la Iglesia.

16 de septiembre de 2025

Nuestra Señora de Linarejos


Del sitio Amigos de Lolo:

Hay siempre en la historia de los pueblos hechos y circunstancias que calan tan íntimamente en lo más hondo de su sensibilidad, que, adueñándose de su corazón, le infunden una manera de ser tan característica y peculiar, que a lo largo de los días se le ha de conocer por este rasgo íntimo y a la vez diferencial de los restantes pueblos.

Así, cuando Fernando III el Santo derrama, en sus galopadas por tierras andaluzas, la paz y la seguridad sobre sus reinos amenazados, muchos de sus súbditos se agrupan en torno al castillo de Linares, y surge una nueva ciudad, segura y trabajadora para la corona gloriosa de Castilla. Pero el hecho vital, el matiz que desde entonces le ha de dar su razón de ser a la nueva ciudad, no brota entre lanzas erguidas, muros almenados ni alaridos de victoria, sino en un apartado lentisco, ribazo intransitable de la sierra, silente y quedo, y en su manifestación campea la fe y la humilde sencillez de sus protagonistas.

En aquella época (5 de agosto de 1227), la imagen de Nuestra Señora de las Nieves fue aparecida a un viandante que, procedente de los campos de Albentosa, se detuvo un momento a descansar a la sombra de unos lentiscos, en el paraje conocido en aquel tiempo por Fuentes de Linarejos. Los cristianos que había entonces avecindados en este pueblo, al tener conocimiento del milagroso hallazgo de la imagen, la trasladaron a su iglesia parroquial, poseídos del mayor entusiasmo. Al día siguiente no la hallaron en el altar, donde la habían depositado, y sí entre los lentiscos, por lo que vinieron en levantar una capilla en tal paraje, interpretando de este modo un supuesto deseo de Nuestra Señora.

¡Y qué ardiente y vivo era este deseo de la Señora! Porque Ella quería, sobre un dosel de jaras y lentiscos, con el perfume fragante que destilaban los montes, alzar su trono en la falda de la serranía, para desde allí velar el sueño de la ciudad, recostada, y derramar la lluvia de sus bendiciones sobre los campos sedientos: la Virgen quería ser campesina. Pero si Ella se iba al campo, ¿quién iba a consolar a sus hijos, que tenían ya las almas cautivas en la mirada dulce de la Señora?

Sí, sería campesina; porque, si no podían vivir en torno suyo, Ella encendería en sus corazones su nuevo milagro, el de la fe y el amor, que haría de ellos que disgregaran las rocas y abriesen el breñal para prolongar la ciudad en busca de Linarejos y enlazarla, finalmente, con espléndida avenida, sobre la que resbalaría el desfile incontenible de almas en busca de su Madre; desfile que aún hoy, al cabo de los siglos, se conserva intermitente y vivo. Se cumplió, pues, su deseo, y a la sombra de las frondas y con el canto alegre de las aves la ermita recordaba a todos los caminantes la aparición de la Madre de Dios, a quien el pueblo empezó a llamar cariñosamente “la Virgen de Linarejos”.

Al mismo tiempo, en Linares prendió una sed que no se apagaba más que en las fuentes de Linarejos y, al aliviarla la Virgencita con el agua mansa y salutífera de su amor, se iba coronando con un rosario de oraciones y de almas, mientras dejaba un poso tal de agradecimiento y sumisión entre los linarenses, que a su costa, y pese a su penuria -pueblo de jornaleros mineros-, la Virgen empezó a tener el digno encuadre de su santuario y hasta el recamado de adornos y joyas, que, desde su trono, agradecía con el cendal de su sonrisa, nimbada de luz y de cariño y con el caudal desbordante de sus milagros.

Sí, milagros fruto de la fe; porque el corazón inmenso de María nunca se deja arrebatar la primacía de la generosidad, máxime cuando Ella se abre camino por la vía expeditiva de la fe. Si ésta es la que traslada los montes, también es el dardo de amor que en derechura nos lleva a las entrañas de María y las mueve a la dádiva milagrosa. El que tenga el corazón atribulado por la pena y el dolor, que suba el sendero de Linarejos, rebosante de fe: que a los pies de la Señora verá cómo se diluyen sus torturas entre las brumas del atardecer. Por esto todos los prodigios de la Virgen de Linarejos van presididos por este sello inconfundible.

Cuenta la tradición, y las crónicas corroboran, que “por la época de su aparición, cuando sólo tenía una ermita muy pobre y pequeña, pasaba por sus inmediaciones un arriero, perdido el camino y turbado con la horrible oscuridad de una noche tempestuosa, cuando discurrió entre las matas una luz, y creyendo fuese albergue de pastores, se dirigió a ella en solicitud de algún auxilio; quedó pasmado al ver a la Virgen, en cuyo obsequio ardía una lamparita, y encomendándose a su protección y lleno de fe, alargó la vara que tenía y la Virgen le premió haciendo que se encendiera y produjese tanta iluminación como si fuera un hacha embreada, con cuyo auxilio pudo llegar a Linares”.

En época anterior, cuando la célebre peste de 1685 produjo en tantos sitios horribles estragos, llegó a la ciudad un apestado, que falleció en una de sus casas. Inmediatamente se organizaron rogativas y la Virgen les preservó del terrible mal.

Más tarde, una sequía sin antecedentes amenazó calcinar los campos y frutos del término; fenómeno parecía flotar una funesta maldición sobre los linarenses, pues en todos los pueblos de alrededor se habían producido precipitaciones, menos en Linares. Así las cosas, se acordó bajar la imagen en procesión de rogativas, y cuando el Ayuntamiento, al frente del pueblo, marchaba hacia el santuario, empezó a llover, y al pie la Virgen de Linarejos en las primeras casas lo hacía torrencialmente, y la gente, calada por el agua y la alegría, no cesaba de bendecir a su Madre misericordiosa.

Y así, el derrame continuado de bondades. Otro día fue el minero salvado milagrosamente en un accidente; y otro, el patriota, en la guerra de la Independencia, que, al invocarla, vio deshecha su cautividad. Y a lo largo, una gotera lenta y continua de gracia, que horadaba los corazones más duros, en los que hacía manar una fuente de gracia superabundante y milagrosa. Los hombres, ante tanto amor, se declararon vencidos por los dones magnánimos de María, que en la sublime pugna por entregarse, llevaba ya sobrada ventaja.

Y si esto fuera poco…

Un día oyeron todos los vecinos un ruido sordo, extraordinario, y vieron nublarse el horizonte, y reparando en este fenómeno, vieron pasar de un extremo a otro de la ciudad multitud de langostas, no quedando en sus siembras insectos tan perniciosos.” Ante tanta salvaguarda, ¿qué hacer si cuando los hombres y los campos demostraban ser como una brizna a merced del viento, Ella los transformaba en roca viva e inmutable? ¿Qué suponían la entrega de las cosechas y la vida si ellas eran, precisamente, las más pródigas de sus dádivas? Las almas había que rendirle. Y el Ayuntamiento y el pueblo subieron a la ermita, y fundidos a sus pies, formularon voto solemne, por el que se comprometían a subir todos los años a celebrar fiesta y culto en su honor, como homenaje y público testimonio de agradecimiento.

Este es el origen del voto que anualmente se formula el día de Pentecostés, coincidiendo con las fiestas, las que se caracterizan por su perfil netamente religioso, con limpios destellos de fe y de caridad.

También anualmente, y rememorando los sucesos de su aparición, se baja procesionalmente su imagen a la ciudad, y después de solemnísima novena, se la vuelve a conducir a su santuario. Su paso es como una estela rauda de emoción que lleva tras de sí el amor más puro de todas las almas.

A lo largo de tantos siglos, la vida de la ciudad se ha deslizado siempre mansa y limpia, con aguas de sus regatos, sin más fin que el de la tarea cotidiana y sin más ilusión -sobrada ilusión- que la de mirarse en los ojos dulces de la Señora que tiene su morada entre las fuentes cristalinas de Linarejos. Así fue siempre, hasta que un día el odio quiso vencer al amor, y una ola de saqueo y vandalismo azotó al santuario con sadismo y crueldad. Fue la dominación marxista, y el odio logró coronarse en su tiranía demoníaca; pero su fulgor fue como el del relámpago, y al final brilló la llama perenne del amor. Hoy, el santuario, restaurado y hasta superado, es un relicario de amor y un joyel de bondades, que señala al mundo un alto ejemplo de fe eterna y fragante. La Virgen, desde su trono, se deja querer y mimar, y como hasta en la barriada lejana que lleva su nombre se la invoca y añora una nueva imagen bajará pronto con ellos para ser alegría en medio de su infortunio.

Pero esta reseña no sería verídica si callásemos un punto capital en la historia mariana de Linares. Hemos dicho que desde un principio la Virgen mostró deseos de ser la Reina y Señora de los campos; pues bien: cuando los hombres emprendieron el nuevo derrotero de la minería, de la que hicieron su oficio, el corazón se le colmó de pena al columbrar las penalidades y amarguras de una vida tan dura, y se constituyó en la Madre y guardiana de los mineros. Camino obligado hacia la mina el de su santuario, cuando el minero, antes de despuntar el alba, dejaba la ciudad dormida, Ella empezó por salirle al paso y su lucecita lejana era una nueva estrella rutilante que allanaba sus tropiezos; después atrajo sus penalidades, que trocaba en alegrías aumentadas; vivió sus inquietudes, les consoló en sus fracasos, y un buen día, dueña y señora de todos los hombres, tuvo a bien coronarse con el título de minera y aceptó la propiedad de una mina, por la que tenía derecho a tal título. Hoy esta opción ha desaparecido; pero la Virgen da perennidad al título, porque sobre su frente ciñe la maravillosa corona y a la vez sutil trabajo de orfebrería, que con la plata extraída de sus minas, con el sudor de sus hijos, se han dignado coronarla los linarenses.

Esta es, en síntesis, la historia de la Virgen de Linarejos, conocida también por el sobrenombre grabado con fuego de cariño en todos los corazones, de Virgencita campesina y minera. Ésta es la que, en frase de un ilustre Obispo, “tiene las manos llenas de gracia y sólo espera para derramarla que sus hijos suban a pedírselo”. ¿Qué tendrá esta Virgen en sus ojos, que siempre que he caído ante Ella rendido por el peso de la amargura, he sentido en lo más íntimo de mi ser el impulso incontenible de su dulce mirada que ha dado a mis cargas la levedad de la brisa y al pan ácimo de mis penas la levadura del amor? ¿Por qué cuando se baja el sendero de Linarejos el aire es más diáfano y la tarde se abre más amplia a la inmensidad?

 Publicado en la revista Reinado Social
número 255

 

15 de septiembre de 2025

Nuestra Señora de los Dolores no rehuyó a los sufrimientos por amor de Dios y de los hombres

 

Hoy es la festividad de Nuestra Señora de los Dolores 

Del sitio Gaudium Press:

Virgen de los Dolores, Ella también fue la Reina del Dolor. Después de conmemorar la Cruz de dolor, en la que el Redentor ofreció su vida por nosotros, hoy la Iglesia nos llama a contemplar a la Virgen fiel y firme, que no abandonó a su Hijo en el dolor, y que así se tornó corredentora del género humano.

Nadie más unido a Dios que la Virgen Santísima. Así lo fue Ella desde el primer instante de su ser. Pero si Dios Hombre quiso asociarla a su gloria, también deseó unirla a su dolor. Y desde el momento en que Ella aceptó ser Madre del Mesías, previó la gloria del Redentor, pero también su infinito dolor, y aceptó cargar una parte de ese dolor. Maravilla, porque en este valle de lágrimas la grandeza está en proporción con el sufrimiento, y por eso Ella es gigantesca.

El profeta Simeón le profetizó ya pronto que una espada de dolor atravesaría su corazón. La piedad católica habla de los siete dolores de la Virgen. Pero de hecho sus dolores fueron muchos.

Como decía el prof. Plinio Corrêa de Oliveira, Dios mucho amó a la Virgen y por eso le dio una inmensidad de cruces, que ella cargó eximiamente, haciéndose así corredentora del género humano.

Este ejemplo de la Virgen nos debe inspirar el ánimo: cuando llegue un sufrimiento a nuestras vidas, debemos verlo como una muestra del amor de Dios. Y es el sufrimiento cargado con resignación cristiana, con confianza en Dios, el que da estabilidad, da “una nota de racionalidad, una elevación que solo tiene aquel que sufrió”, decía el Dr. Plinio.

Debemos comprender eso, y cuando comienzan a aparecer los contratiempos, las dificultades en nuestro apostolado, los malentendidos con los amigos, malentendidos con nuestros jefes, salud que va mal, negocios que caminan mal, problemas dentro de casa, nosotros no deberíamos tomar eso como un monstruo de 7 cabezas, como el espíritu hollywoodiano gustaría que se tomase, es decir, como algo que no debería ocurrir. No señor”, afirmaba el Dr. Plinio.

Lo normal es sufrir, y es normal que el ser humano pase por pruebas de todo orden en su vida. Es claro que se puede y a veces se debe pedir a Dios que pasen, pero si no pasan, hay que aceptar la voluntad de Dios y seguir pidiendo, que ese camino va creando la figura de alto valor moral, el gran hombre que estamos llamados a ser, y nos va uniendo a Dios.

Hay un sufrimiento específico de quien quiere seguir los caminos de Dios, pues estos tendrán el odio particular de un fuerte enemigo, el demonio. El hombre o la mujer que quiere ser fiel a Dios se torna incómodo al demonio y a sus secuaces, y ellos procurarán ponerle todo tipo de pruebas. Esto hay que aceptarlo, con valentía, pidiendo fortaleza a Dios. Pidiendo y agradeciendo el sufrimiento de tornarse incómodo al mal.

Todas esas consideraciones, suscitadas el día de la Virgen de los Dolores, también nos deben mover a entregarnos a Ella, que ve desde el Cielo con amor a todos aquellos, sus hijos, que quieren unirse a Ella también en ese aspecto sublime de su ser que es su aceptación digna del sufrimiento.

Repetía mucho el Dr. Plinio que la verdadera gloria solo nace del dolor. Ella, la Reina del Dolor y de la Gloria, nos ayudará en el dolor y nos llevará a la gloria.


14 de septiembre de 2025

El Corazón de Nuestra Señora cuida también a las naciones

 

Del sitio María de Nazareth:

Si la Iglesia ha acogido el mensaje de Fátima, es sobre todo porque encierra una verdad y una llamada que, en su contenido fundamental, son la verdad y la llamada del Evangelio mismo: “Arrepiéntanse y crean en el Evangelio” (Marcos 1, 15). (…) "El mensaje de Fátima, en su significado esencial, es la llamada a la conversión y a la penitencia, como sucede en el Evangelio (…)".

"Los acontecimientos ocurridos en el continente europeo, particularmente en Europa Central y Oriental, muestran la actualidad de este llamado del Evangelio (…)".

"El corazón de la Madre de Dios es el de una Madre que cuida no solo a los individuos, sino también a naciones y pueblos enteros. Este corazón está totalmente entregado a la misión salvadora de su Hijo: Cristo, Redentor del mundo, Redentor del hombre (…)".

"En su mensaje y bendición, Fátima significa conversión a Dios".

Papa Juan Pablo II, homilías de mayo de 1982 y mayo de 1991 (extractos).

Fátima,la Russie et Jean Paul II 
(“Fátima, Rusia y Juan Pablo II”)
Timothy Tendal-Robertson
Edit. Téqui
págs.152 y 153.

13 de septiembre de 2025

Oración invocando el Dulce Nombre de Nuestra Señora en dificultades y problemas


 Del sitio Píldoras de Fe:

¡Madre de Dios y Madre mía María!
 Yo no soy digno de pronunciar tu Santo Nombre; 
pero tú, que deseas y quieres mi salvación, 
me has de otorgar, aunque mi lengua no es pura, 
que pueda llamar en mi socorro tu santo y poderoso nombre, 
que es ayuda en la vida y salvación al morir.
 
¡Dulce Madre, María!, haz que tu nombre, 
de hoy en adelante, sea la respiración de mi vida. 
No tardes, Señora, en auxiliarme cada vez que te llame. 
Pues en cada tentación que me combata, 
y en cualquier necesidad que experimente, 
quiero llamarte sin cesar; ¡María! 
Así espero hacerlo en la vida, y así, sobre todo, en la última hora, 
para alabar, siempre en el cielo, tu nombre amado: 
"¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!"
 
¡Qué aliento, dulzura y confianza, 
qué ternura siento con solo nombrarte y pensar en ti! 
Doy gracias a nuestro Señor y Dios, 
que nos ha dado para nuestro bien, 
este Santo Nombre tan dulce, tan amable y poderoso.
 
Oh Señora, no me contento con solo pronunciar tu Santo Nombre; 
quiero que tu amor me recuerde, 
que debo llamarte a cada instante; 
y que pueda exclamar con san Anselmo
"¡Oh, nombre de la Madre de Dios, tú eres el amor mío!"
 
Amada María y amado Jesús mío, 
que vivan siempre en mi corazón y en el de todos, 
vuestros nombres salvadores. 
Que se olvide mi mente de cualquier otro nombre, 
para acordarme, solo y siempre, 
de invocar vuestros nombres adorados, 
no solo en la dificultad, sino en todas las situaciones de mi vida.
 
Jesús, Redentor mío, y Madre mía María, 
cuando llegue la hora de dejar esta vida, 
concédeme entonces la gracia de deciros: 
"Os amo, Jesús y María; Jesús y María, os doy el corazón y el alma mía". 
 
Amén.
 
Por el Santo Nombre de María, 
que se haga la voluntad de Dios en mi vida, 
me ayude en todas mis aflicciones 
y me libere de todas las penas de la que soy merecedor. 
Oh Santa Madre, Virgen María, 
dame hoy tu protección a través de tu Santo Nombre. 
 
Amén.