6 de agosto de 2025

Nuestra Señora del Socorro de San Severo

 


Traducido del sitio Interfaith Mary Page:

 En 1564, la orden de los monjes agustinos trajo esta Virgen Negra a San Severo desde Sicilia. Nadie sabe qué edad tenía en ese momento. Los monjes promovieron el culto a la Virgen Negra, porque habían visto lo beneficioso que era en otras partes de Italia, así como en España. Tenían una devoción especial por ella desde que se decía que la famosa Virgen Negra de Chipiona, España, había sido esculpida por el propio San Agustín por orden de un ángel.

Cuando el monasterio agustino fue disuelto en 1652, el cuidado del santuario pasó a manos de una fraternidad que desde entonces ha mantenido viva la devoción a la Virgen del Socorro.

Ocupando el lugar de las antiguas Grandes Madres de la Tierra, se la considera la protectora de los campos y las cosechas y sostiene un ramo de trigo, aceitunas y rosas (la flor de María) en su mano derecha. Se la invocaba y se la llevaba en procesión por la ciudad cada vez que las cosechas se veían amenazadas por la sequía, las tormentas o las plagas, o cuando se avecinaban otros peligros. Por ejemplo, se le atribuyó el mérito de mantener la paz cuando la Revolución Francesa amenazó con extenderse a Italia.

Mi interpretación de la llamativa diferencia entre la madre negra y el niño blanco se encuentra en la página de Foggia. El niño Jesús original fue sustituido por el actual durante la remodelación barroca de 1760. En realidad, no sabemos de qué color era el Jesús original. No me extrañaría que también fuera blanco, ya que la antigua Virgen Negra agustina de Chipiona, en la que parece inspirarse esta, también sostiene un niño Jesús blanco.

Esta Madre Oscura fue coronada solemnemente en 1937. Como muchas de las coronas de María, esta también está rematada con una paloma, símbolo del Espíritu Santo, su esposo.

Cada tercer domingo y el lunes siguiente de mayo se celebra una gran fiesta de dos días, la Festa del Soccorso, en honor a esta Virgen Negra y a los otros dos santos patronos de la ciudad. Hay procesiones y misas festivas. La Virgen está elaboradamente decorada y entronizada en la catedral. Luego hay juegos y salvas de disparos increíblemente ruidosas, fuegos artificiales y petardos. El ruido es una amplificación de las antiguas formas de exorcizar el mal y celebrar la vida. Ni la Iglesia ni las autoridades civiles están contentas con ello, pero el pueblo ha luchado constantemente por mantener esta tradición.

5 de agosto de 2025

Nuestra Señora de la Fuente de Constantinopla

 


Del sitio Muéstrame tu Rostro:

La advocación de Nuestra Señora de la Fuente, en Constantinopla, tiene sus raíces en un evento milagroso que se remonta al año 460. Según cuenta la leyenda, el futuro emperador León I del Imperio Bizantino, entonces un simple soldado, se encontró con un hombre ciego que sufría sed y le suplicó agua para saciar su sed. Conmovido por la situación del hombre, León se dispuso a buscar agua, pero no encontró ninguna fuente cercana. En su desesperación, escuchó una voz que le indicaba la presencia de agua en las cercanías.

Siguiendo las instrucciones de la voz, León se adentró en el bosque y encontró un lago oculto. Allí, tomó agua con sus manos y la ofreció al hombre ciego, quien, tras ser ungido con barro del lugar, recuperó milagrosamente la vista. La voz le reveló a León que era la Virgen María quien había habitado ese lugar por mucho tiempo. Como agradecimiento por el milagro y por la promesa de la intercesión de la Virgen María en aquel sitio, León construyó una iglesia en honor a la Santísima Virgen en las afueras de la Puerta Dorada, cerca del distrito de las Siete Torres.

Esta iglesia, conocida como Nuestra Señora de la Fuente o de la Vida, se convirtió en un lugar de peregrinación y devoción mariana, donde se relataron numerosos milagros y sanaciones atribuidos a la intervención de la Madre de Dios. A lo largo de los siglos, la iglesia fue reconstruida en varias ocasiones debido a daños causados por terremotos y conflictos, pero siempre mantuvo su importancia como lugar sagrado.

Tristemente, la iglesia fue destruida cuando Constantinopla cayó en manos de los turcos en 1453. Aunque el edificio fue arrasado, el manantial que fluía bajo sus ruinas continuó siendo un lugar de peregrinación para los fieles, quienes buscaban alivio y sanación. A lo largo de los años, el sitio sufrió más desafíos, incluida su destrucción durante la Guerra de Independencia Griega en 1821 y un acto de profanación en 1955.

A pesar de los avatares históricos, la devoción a Nuestra Señora de la Fuente persiste entre los fieles ortodoxos, quienes continúan venerando el lugar como un símbolo de esperanza, sanación y protección maternal. Aunque la iglesia actual puede diferir en apariencia de su esplendoroso pasado, el agua de la fuente sigue siendo considerada por muchos como portadora de propiedades curativas, recordando así la promesa de vida y renovación que la Virgen María otorga a sus devotos.

4 de agosto de 2025

Nuestra Señora de la Brañosera

 

Del sitio LLamadas a la libertad por la obediencia:

 San Andrés de Montearados, es una localidad situada en la provincia de Burgos, comunidad autónoma de Castilla y León (España), comarca Páramos, ayuntamiento de Sargentes de la Lora. Situado a 8 km. al sur de la capital del municipio, Sargentes, en el Espacio Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón.

Brañosera significa posiblemente escondite de osos, animal que aún vive en los montes cántabros y que en tiempos pasados cuando La Lora era un espeso encinar, robledal y hayedo campaba por estas soledades. En la primera mitad del siglo IX, hubo que clarear el monte para cultivar centeno y establecer pequeñas colonias de reconquistadores.

Brañosera pudo ser uno de estos puntos, quedando como único recuerdo desde hace siglos un sencillo templo que se amplió en el siglo XVIII. La Virgen es menuda y antigua quizás del XIV, con una amable sonrisa en los labios y un particular brillo en los ojos. El Niño se cobija en su costado.

3 de agosto de 2025

¿Por qué celebrar la Asunción de Nuestra Señora?

 

Del sitio Gaudium Press:

Los últimos años de la existencia terrena de Nuestra Señora estuvieron marcados por la paz y por un intenso diálogo con lo sobrenatural. Diariamente recibía la visita de su Divino Hijo y de su castísimo esposo San José, acompañados de muchos ángeles. Venían a socializar por un tiempo y a aliviar la inmensa nostalgia causada por su separación.

Con cada nuevo viaje, con cada nueva visita, la Virgen intensificaba su enamoramiento de ellos, hasta el momento en que ya no era posible aumentarlo, porque su Corazón estaba completamente inundado de amor. Sin embargo, como el fuego nunca se sacia, ardía en deseos de dilatarlo aún más. En ese momento, Nuestro Señor le dijo a su Madre que había llegado el momento de que dejara esta tierra y se dirigiera al Reino de los Cielos. Ella le preguntó entonces si prefería partir sin pasar por la muerte o seguir el camino de todos los hombres, el que él había recorrido.

A María no se le planteó la cuestión: si Jesús había elegido la muerte para sí mismo, y su virginal esposo había hecho lo mismo, ¿cómo podía Ella elegir otro camino? Sin la menor vacilación, eligió la más perfecta imitación de su Divino Hijo: ¡quiso el camino de la muerte! Complacido con su actitud, Nuestro Señor le dijo que su voluntad sería respetada; sin embargo, determinó una muerte indolora, porque no le permitiría sufrir más de lo que ya había padecido durante su vida, especialmente durante la Pasión, que, soportada con extrema valentía, le valió los títulos de Reina de los Mártires y Redentora de la Humanidad.

Los últimos años de la existencia terrena de Nuestra Señora estuvieron marcados por la paz y por un intenso diálogo con lo sobrenatural. Diariamente recibía la visita de su Divino Hijo y de su castísimo esposo San José, acompañados de muchos ángeles. Venían a socializar por un tiempo y a aliviar la inmensa nostalgia causada por su separación.

Esta es la maravilla de una criatura humana que, de plenitud en plenitud, de perfección en perfección, había llegado al límite extremo de todas las medidas, hasta casi no haber diferencia entre su comprensión del universo y su propia visión de Dios. ¿Qué le faltaba?

Su corazón se dilató tanto de amor que su cuerpo no pudo resistir... ¡Un éxtasis la llevó a la eternidad y se durmió en el Señor, con su Divino Hijo y San José a su cabecera! Una multitud de ángeles cantó y se sintieron gracias sobreabundantes.

El paso del estado sufriente al glorioso no significó para María Inmaculada una ruptura devastadora en su ser, como para las personas corrientes. Desde su nacimiento, había estado en contacto constante e intenso con los espíritus angélicos, y más aún con su Hijo, el Verbo Encarnado, que nunca cesó, incluso después de la Ascensión. A medida que pasaban los años, nuevos universos de gracias y dones resplandecían en su alma, porque su conocimiento y su amor a Dios, aunque siempre plenos, estaban sujetos a crecimiento. En un momento dado, la fe dio paso a la visión, y subió al cielo llena de virtudes y de gloria; en definitiva, llena de la Santísima Trinidad.

En vista de ello, es esencial corregir cierta visualización que ofrecen algunas obras de arte, incluso piadosas, en las que María aparece envuelta en una nube, elevada al cielo por unos angelitos, la mayoría de las veces representados como si se esforzaran por conducirla.
En realidad, como su alma estaba en la visión beatífica, su cuerpo resucitado gozaba ya de agilidad, una de las cualidades de este estado.Se movía con extraordinaria facilidad, con la rapidez del pensamiento, pudiendo ascender al cielo por sí misma. 

¿La habrían acompañado los ángeles? Sí, pero por veneración, sin tener que cargar con ella, ya que tenía más gloria que todos ellos juntos.

Otra razón de la idoneidad de este magnífico acontecimiento es la restitución hecha a Dios por todos los beneficios concedidos a la raza humana. Puesto que la Segunda Persona de la Santísima Trinidad bajó del cielo para encarnarse, trayendo al mundo la divinidad humanizada, era justo que una persona humana hiciera una ofrenda armónicamente opuesta y llevara al cielo lo mejor de la santidad, lo más bello, excelente y extraordinario que podía existir en la tierra: la humanidad divinizada.Tal misión estaba reservada a María.

Por otra parte, ella fue el tabernáculo del Hijo de Dios durante los nueve meses en los que dio a luz a la santísima humanidad de Cristo. Era comprensible que, habiéndola recibido como tabernáculo en la tierra, la acogiera también en su santuario celestial.

Esta solemnidad de la Asunción nos abre grandes puertas y nos abre un camino florido y lleno de luz en lo que se refiere a la salvación eterna. Ante la prenda de nuestra resurrección, que nos da el misterio de la Asunción de María Santísima, debemos considerarnos según este ideal, como si ya estuviéramos resucitados, porque por encima de las tinieblas y pruebas de esta vida brilla la esperanza de la glorificación hacia la que nos encaminamos.

Con sólo recordar que moriremos, seremos enterrados y esperaremos a recomponernos gloriosamente, hasta adquirir un cuerpo espiritualizado, anticipamos ya ese momento de extraordinaria belleza en el que triunfaremos, como Nuestra Señora el día de la Asunción.

Vivamos buscando el bien de lo alto, y que nuestros pensamientos sigan el camino que siguió la Virgen María. Ella entró en el cielo en cuerpo y alma y fue exaltada; nosotros, en la actualidad, ya que no podemos entrar físicamente en él, hagámoslo al menos en el deseo. Dirijámonos al trono de María Asunta, y así recibiremos gracias sobre gracias para estar siempre en este camino que nos conducirá a la feliz y eterna resurrección, cuando recuperaremos nuestros cuerpos en estado glorioso.

2 de agosto de 2025

Oración del Padre Pío a Nuestra Señora

 Del sitio Aleteia:

 Santísima Virgen Inmaculada y Madre mía María:

A ti que eres la Madre de mi Señor,
la Reina del mundo, la Abogada, la Esperanza, el Refugio de los pecadores,
recurro hoy, yo que soy el más miserable de todos, te venero, oh gran Reina
y te agradezco por todas las gracias me has dado hasta ahora,
especialmente haberme librado del infierno, tantas veces merecido por mí.

Yo te amo, Señora amabilísima,
y por el amor que te tengo, prometo querer servirte siempre
y hacer todo lo que pueda para que tú seas amada más por los demás.

Pongo en ti, después de Jesús, todas mis esperanzas, toda mi salud,
acéptame como tu siervo, y acógeme bajo tu manto,
tú, Madre de Misericordia.

Y ya que eres tan poderosa ante Dios,
líbrame de todas las tentaciones
o si no obtenme la fuerza de vencerlas hasta la muerte.

A ti te pido el verdadero amor a Jesucristo,
de ti espero tener una buena muerte, Madre mía,
por el amor que tienes a Dios, te ruego me ayudes siempre,
pero más en el último momento de mi vida.
No me abandones hasta no verme salvo en el cielo,
bendiciéndote y cantando tus misericordias por toda la eternidad.

 San Pío de Pietrelcina

1 de agosto de 2025

Aparición de Nuestra Señora a San Pedro Tomás

 

Extraído del sitio Asalta el Cielo con tu Rosario:

Del sitio 1000 razones para creer:

Pedro Tomás fue un fraile carmelita que vivió en el siglo XIV. Nacido en el Périgord, en el seno de una familia muy pobre, se las arregló para estudiar y destacó tanto por sus dotes intelectuales como por su virtud, piedad y devoción mariana. Ocupó varios cargos importantes en la orden carmelita. A partir de 1353, el Papa Inocencio VI le confió también misiones diplomáticas, trabajando para establecer la paz y la unidad religiosa. Cayó gravemente enfermo en diciembre de 1365; poco antes de morir, dijo: "Que se haga la voluntad de Jesucristo, mi Dios [...]. A Él me aferro y con Él me mantengo firme".

Pedro Tomás fue ante todo un religioso observante de su Regla, que le condujo a Jesucristo a través de la contemplación que ésta le recomendaba. El padre François Giry, religioso menor, describe sus múltiples actividades y misiones (lecturas, predicaciones, confesiones, misiones diplomáticas, etc.), pero "todo esto nunca le impidió levantarse a medianoche para cantar maitines con los demás religiosos, ni celebrar la Santa Misa temprano todos los días, y él mismo confesaba que recibía mucha más iluminación en la celebración y en los silencios de este sagrado misterio que en todos sus demás estudios" ( Simon Martin y François Giry, Les Vies des saints dont on fait l'office dans le cours de l'année et de plusieurs autres..., tomo I, París, 1683, columnas 185-186).

Pedro Tomás fue beneficiario de una aparición mariana, registrada por el venerable Juan de Hildesheim, que le sirvió cuando era regente del colegio de Aviñón (1351-1353) y que relata los hechos así: "Me despertaron voces suaves y un movimiento extraordinario. Me levanté inmediatamente. Le pregunté [al padre Pedro Tomás] qué había sucedido, pero no quiso decírmelo [...]. Por fin, con gran dificultad, obtuve una respuesta, pero no sin jurarme que no descubriría este secreto mientras él viviera. Entonces me dijo: 'Me dormí con el alma triste y con ardientes deseos de obtener de la Santísima Virgen protección y salvaguardia para mi religión. Ella misma me respondió: 'Pedro, no temas, que nuestra religión carmelita durará hasta el fin' [...]'. Al comunicarme esta visión, los ojos de Pedro Tomás estaban llenos de lágrimas de alegría, y yo también me sentí movido a derramar lágrimas de alegría". (cf. Daniel a Virgine Maria, o.c.d., Speculum carmelitanum, Amberes, 1680, que reproduce el Defensorium ordinis de monte Carmelo; aquí en la parte II, libro II, capítulo 5, p. 149-150). Desde la creación de la Orden carmelita en el siglo XII, esta promesa se ha cumplido.

Entre 1338 y 1339, mientras enseñaba como profesor en la Universidad de Cahors, una grave sequía amenazó las cosechas. Pedro Tomás predicó la confianza en Dios y en Nuestra Señora, y organizó una procesión para pedir lluvia. La recompensa fue una lluvia abundante.

Fue la misma confianza en la misericordia divina y en la bondad maternal de la Virgen la que le llevó a organizar procesiones de súplica en Chipre y a invitar a los habitantes de Nicosia y Famagusta a misas de penitencia para poner fin a la epidemia de peste de 1561-1562. El padre Giry, a quien ya hemos mencionado, escribió: "Fue el primero en aparecer, cubierto de saco y cilicio, con ceniza en la cabeza, una soga al cuello y los pies descalzos" (Simon Martin y François Giry, op. cit., ibid., col. 188), una actitud de oración confiada que adoptó con humildad varias veces a lo largo de su vida. "Sarracenos, turcos y judíos, asustados por el peligro, siguieron al legado con piedad. Los milagros pronto siguieron a sus oraciones: de los doscientos enfermos que se encontraron moribundos a su llegada [a Famagusta], sólo uno sucumbió".

Tras su muerte, el 6 de enero de 1366, el cuerpo de Pedro Tomás, que ya gozaba de una gran reputación como santo en vida, fue velado durante seis días para que quienes lo desearan pudieran presentar sus respetos a sus restos. Todos los días había una gran multitud, y no se observó ningún deterioro del cuerpo durante este periodo. Cuando fue enterrado, muchas personas informaron de curaciones y otros milagros en su tumba. Cuando el obispo de Famagusta, Simón de Laodicea, inició su juicio canónico, su tumba fue abierta varios meses después de su muerte: su cuerpo estaba entero y sus miembros aún flexibles.

Vincent-Marie Thomas
doctor en Filosofía y sacerdote