Qannoubine es un término sirio que significa "grupo" o "compañía". No hay constancia de la fecha de construcción del monasterio. Algunos creen que fue construido por el rey Teodosio el Grande durante el siglo IV; otros creen que fue construido por San Teodosio, conocido como el Abad de los monasterios, o por uno de los discípulos del Santo.
Este monasterio desempeñó un papel importante en la historia del monacato y el ascetismo en el valle sagrado de Qadisha. El erudito Patriarca Dweihi lo llamó "el monasterio de los doscientos monjes". Fue adoptado como centro de iniciación de monjes donde llevaban una vida comunitaria antes de pasar a una vida de ascetismo en las ermitas cercanas.
Es importante señalar que también las autoridades seculares buscaron su prosperidad. El rey mameluco al Thaher -Barqouq- bajó al monasterio tras escaparse de la cárcel. El ministro Boutros, padre superior del monasterio, le dio la bienvenida; como resultado, el rey firmó una placa de cobre en la que se afirmaba que el monasterio de Nuestra Señora de Qannoubine estaba exento de pagar impuestos.
El monasterio de Nuestra Señora de Qannoubine fue la sede oficial del Patriarcado Maronita desde 1440 hasta el primer cuarto del siglo XIX, a pesar de que algunos patriarcas tuvieron que abandonarlo y refugiarse en las casas de Kesrouan o Chouf debido al despotismo de los gobernantes de Trípoli. El primer patriarca que vivió en el monasterio fue el patriarca Youhanna al-Jaji.
Este monasterio se construyó en diferentes etapas para formarse de su construcción de muros cruzados y bodegas tubulares. Es importante señalar que hace cinco años se descubrió un fresco de un rostro que podría ser el de un ángel, que probablemente sea uno de los otros restos de frescos que datan de la Edad Media; sin embargo, en la actualidad se siguen realizando trabajos de restauración supervisados por las Hermanas Antoninas.
El monasterio de Nuestra Señora de Qannoubine está considerado como uno de los monasterios maronitas más antiguos, donde los monjes vivían según la antigua tradición de vida ascética después de haberse recluido en las cuevas repartidas por todo el valle en los alrededores del monasterio.
La iglesia, dedicada a la Virgen María, tiene la forma de un arco abovedado que parece una bóveda rota; su techo está formado por uniones de madera insertadas en la roca. Se cree que su enlucido se realizó probablemente en el año 1702 d.C., basándose en las inscripciones en karshouni (transcripción del árabe en letras siríacas) encontradas en la parte inferior de un fresco del arco principal.
No hay ventanas en la estructura debido a la dificultad de excavarlas en la roca; su bóveda se compone de tres ábsides coronados con varios frescos, el más importante de los cuales es el que representa la coronación de la Virgen María, que se encuentra en el lado norte de la iglesia, sobre la pila del bautismo.
El fresco representa la coronación de la Virgen María por la Santísima Trinidad (Espíritu Santo), descansando sobre los cedros del Líbano, vistiendo de rojo el signo de la gloria, y con todos los patriarcas maronitas a sus pies vistiendo atuendos romanos. La corona latina tiene inscripciones siríacas que dicen "venid sobre mi novia del Líbano, sed coronados", y los ángeles la rodean con sus instrumentos musicales con nubes extendidas a su alrededor. El sol aparece en la esquina derecha del cuadro, mientras que la luna está en la izquierda; ambos representan un factor iconográfico sirio básico. También observamos otras inscripciones en escritura karshouni en las que se enumeran los nombres de los patriarcas consecutivos a la Sede, sin olvidar también sus imágenes. Es importante señalar que este fresco es una iconografía oriental que relata una sinopsis del estado maronita durante ese periodo. Tiene raíces levantinas e inscripciones romanas en latín, a pesar de la adición de factores italianos. La parte inferior del fresco está dañada por el tiempo.
En el ábside principal, encontramos el fresco de la "súplica" que representa al Señor Jesús, el Pantocrátor, sentado en su trono con una gran corona triangular roja similar a la que lleva el Sumo Pontífice; su túnica es azul oscuro ornamentada con flores; bendice con su mano derecha levantando dos dedos que denotan su doble naturaleza: la absolutamente santa y la absolutamente humana. En su mano izquierda sostiene la Santa Biblia; a sus pies se encuentran los cuatro animales. A su alrededor, se extienden jóvenes ángeles envueltos en nubes.
A su derecha, se encuentra la Virgen María con un halo dorado alrededor de la cabeza y los brazos abiertos hacia su hijo el rey de la gloria; su mano derecha en el corazón. El artista quiso representar claramente las tres estrellas en forma de capullo sobre la cabeza y los hombros de la Virgen, como signo de su virginidad antes, durante y después del parto.
A su izquierda, San Esteban viste el uniforme de diácono y lleva la palma del martirio en su mano derecha.
En la parte inferior del fresco, unas inscripciones en siríaco dicen: "Salve Santa María, suplica por nosotros; San Esteban ruega por nosotros".
A ambos lados del gran altar se encuentran dos pequeños ábsides; el fresco del ábside derecho representa a San José llevando al Divino Niño en su mano izquierda; una sierra en su mano derecha simboliza su profesión de carpintero. San José está rodeado por seis ángeles. En la parte inferior del fresco, unas inscripciones siríacas dicen: "Salve San José, suplica por nosotros".
El fresco del ábside izquierdo representa al profeta Daniel arrojado a un pozo negro.
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