Del sitio ACIPrensa:
En septiembre de 1948 la Virgen María se apareció varias veces a una
postulante carmelita llamada Teresita Castillo y se dio a conocer como
"la Mediadora de Todas las Gracias". Desde entonces, fue creciendo la
devoción popular en Filipinas, el país con más católicos de Asia.
El Arzobispo de Lipa explica que el título de "Mediadora de Todas las
Gracias” se justifica porque hubo antiguos Padres de la Iglesia que lo
proponían, que el Cardenal Desiderio José Mercier en Bélgica lo propuso
para que se apruebe como dogma de fe y que China ya fue consagrada a
María como “Mediadora de todas las Gracias” en 1942.
Para el Prelado, los sufrimientos y humillaciones padecidas por la
vidente dan credibilidad firme a sus visiones y declaraciones. Solo tras
su muerte se reconoció su sumisión sincera a la voluntad de Dios y la
santidad en su vida cotidiana.
La Virgen le dijo a Teresita: “tú vas a sufrir, serás ridiculizada, pero no temas, porque tu fe te llevará al Cielo".
En las apariciones se vio una “lluvia de pétalos de rosa” de todos
colores, una variedad que solo se da en Rusia. Hubo varias locuciones de
la Virgen esos días y diversos hechos extraordinarios.
Teresita y la superiora hablaron con Mons. Alfredo Obviar, Obispo
Auxiliar de Lipa y capellán del Carmelo de Lipa, que fue testigo de la
lluvia de pétalos y de otros sucesos que reconoció como auténticos.
Mons. Cabrera afirma también que el decreto anterior del año 1951 que
negaba el carácter sobrenatural de los hechos y que consideraba todo
como un fraude tuvo "desde el temprano inicio" "una sombra de duda",
puesto que los obispos firmantes acabaron señalando que sí creían en la
veracidad de las apariciones.
Pese a todo, la devoción popular a la Virgen de Lipa se extendió y ahora ha sido confirmada con este decreto.
En el decreto firmado hace unos días, el Arzobispo de Lipa le da a "la
Santísima Virgen Madre bajo el título de Mediadora de Todas las
Gracias", el liderazgo de la "Filipinas católica y mariana en su lucha
decidida en defensa de la vida, la sacralidad de la institución del
matrimonio, la integridad de la familia y la importancia de la unión
natural y sobrenatural entre marido y mujer".
La ayuda de la Virgen, prosigue, es "esencialísima, en la medida que
Filipinas, Pueblo Amante de María", tiene una gran relevancia en la
defensa de la creación, la renovación de sí mismo desde su fe en Dios,
"el rechazo de la prevalencia del materialismo, el secularismo y el
ateísmo" y la promoción de una "cultura de bondad, amor, generosidad,
desinterés, el compartir, y la solidaridad entre los individuos y
naciones".
El Papa Francisco en persona, durante su viaje a Filipinas, rezó
brevemente ante la imagen de la Virgen de Lipa “Mediadora de todas las
gracias” el 17 de enero de 2015 en el Palacio Arzobispal de Tacloban.
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