6 de diciembre de 2018

Nuestra Señora de Fourvière

Desde la antigüedad, la colina de Fourvière es la meca de la ciudad. Los romanos construyeron su foro, un lugar de la vida pública, donde los ciudadanos trataban sus asuntos políticos y jurídicos.

Desde principios de la Edad Media, el lugar se convierte en un santuario mariano. En 1168, una pequeña capilla fue construida. Diez años más tarde, luego del martirio del arzobispo de Canterbury Tomás Becket, el obispo de Lyon decidió dedicarla a su memoria.

En el siglo XVII, la colina adquiere nueva importancia. Ante una epidemia de viruela aflige a la región en 1643, los regidores de la ciudad promenten realizar una peregrinación cada año a Fourvière si se detiene la enfermedad. El deseo es cumplido y las peregrinaciones siguen haciéndose hasta hoy. Las peregrinaciones son cada vez mayores y la capilla, de manera rápida, se convierte en demasiado pequeña.

En 1830, la torre campanario de la capilla, que amenaza caerse, se demuele. Se decidió reconstruir y colocar una estatua de oro que gana en un concurso para su realización el escultor Fabisch, quien posteriormente inspirado por María Santísima hará la imagen de Nuestra Señora de Lourdes en marmol de Carrara. La inauguración iba a tener lugar el 8 de septiembre de 1852, fiesta de la Natividad de la Virgen, pero las fuertes lluvias inundan el taller del escultor y se ven obligados a aplazar la fecha al 8 de diciembre. La estatua está en su lugar, pero el tiempo sigue siendo el problema y el proyecto de festividades tales como fuegos artificiales, no puede tener lugar. Espontáneamente, los ciudadanos de Lyon, por devoción ponen lámparas en sus ventanas aprovechando una pausa de las lluvias en la noche. Este evento es el origen de las iluminaciones el 8 de diciembre.

En 1870, durante la Guerra Franco-prusiana, Lyon espera ampliar el santuario si la ciudad está a salvo del ejército prusiano. Su oración es respondida y en 1872 la primera piedra de la basílica fue colocada. El arquitecto elegido es Pierre Bossan, arquitecto atípico, que ya ha construido en Lyon St Georges. Su obra será continuada por el arquitecto Perrin Sainte-Marie.

La basílica se caracteriza por su estilo, por la diversidad de los materiales utilizados y la riqueza de su decoración interior. En una visión mística de la religión, Pierre Bossan quería construir un edificio haciendo uso de la palabra, que expresa la grandeza de la fe. Sus cuatro torres y murallas da la apariencia de una fortaleza, que simboliza la fe inquebrantable de la Virgen María. Por el contrario, el interior con sus paredes cubiertas de mosaicos es una casa de oro y luz, en honor a la Virgen María. Toda la basílica fue construida de acuerdo con un simbólico paso al peregrino o visitante desde las tinieblas a la luz de la fe.

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