1 de noviembre de 2018

Nuestra Señora de la Palma

Fue entronada por primera vez en el Altar, por las huestes del Rey D. Alfonso XI, sobre la Mezquita Mayor, allá por el año 1.344. No hay datos de esta talla. Se supone que sería la Imagen de la Virgen que portaban las tropas reales que era un hecho muy común en esa época.

Posteriormente cuando los cristianos abandonaron la Ciudad, se supone que se llevaron la Imagen., habiendo rumores en esos tiempos de que una Imagen de Madera de María Santísima, muy antigua, que se colocó en una Capilla o sala del Castillo de Tarifa, era la original. Hoy por desgracia se descone su pararero.

La Imagen de la Virgen de la Palma, de alabastro y talla italiana, según cuenta la leyenda, llegó en un barco, a finales del Siglo XVIII, que se vió obligado por las tempestades a recalar en Cádiz, no pudiendo zarpar del mismo hacia Canarias, hasta que la Imagen de la Virgen que iba en su bodega, fue sacada del barco y llevada por el pueblo, fue entronada en la Iglesia Parroquial.

La actual Imagen de la Virgen de la Palma, se restauró, después de los desgraciados hechos de 1931, por el artista granadino Navas Parejo, con una lasca de alabastro extraída de la parte trasera de la Imagen, bajo la dirección y supervisión de D. José Román, que fue el autor de la talla de nuestro titular el Santísimo Cristo Yacente.

Ver también: Nuestra Señora Reina de Todos los Santos

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