13 de junio de 2018

Nuestra Señora de Scherpenheuvel

Del sitio Bélgica hermosa:

Scherpenheuvel, a unos 25 kilómetros al noreste de Lovaina, ha sido un lugar de peregrinación durante siglos.

Las personas que visitan la estatua de la Virgen María, se les ha informado que se remonta al año 1304. Con los años muchas leyendas y sucesos milagrosos han sido recogidos. 

La estatua original de Santa María desapareció en 1587, y fue reemplazada por una similar (o ¿el original, que fue recuperado?. Los hechos exactos son todavía oscuros).

En 1602, una capilla de madera fue construida. A principios del siglo 17 el archiduque Alberto y la archiduquesa Isabel gobernaron Flandes, y que viajaban regularmente a Scherpenheuvel. La capilla de madera fue sustituida por otra de piedra en 1604, y a Scherpenheuvel se le concedió los privilegios de una ciudad, un año después.

En 1620 se construyó un muro alrededor de la ciudad, algunas de cuyas partes todavía están allí hoy en día.

La Basílica fue construida entre 1609 y 1621. La iglesia fue la primera iglesia barroca en Flandes. Más tarde, más edificios, incluyendo un oratorio y un claustro se añadió.

Se puede notar las muchas estrellas doradas (298) en la cúpula de la basílica. Son representaciones de María (Stella Maris = Estrella del Mar). 

La estatua de la Virgen María es muy pequeña. Su cuerpo está envuelto en un vestido blanco de gran tamaño. 

Scherpenheuvel ha cambiado en las últimas décadas. Hace algunos años se tenía que caminar una empinada carretera adoquinada y angosta, flanqueada por numerosos puestos de venta de recuerdos, objetos religiosos, y artículos de confitería local. Hoy en día el área alrededor de la Basílica es un espacio abierto, con un pequeño parque, y muchos restaurantes y cafés con terrazas que rodean la Basílica en unos 200 metros de distancia. Un entorno ideal para disfrutar de la vista, y disfrutar de algunos alimentos y bebidas locales.

La Basílica de Scherpenheuvel es también un punto de encuentro para muchos aficionados al ciclismo.Sin embargo, los días de ciclismo quedan atrás cuando los visitantes, en tropel, llegaron a pie desde muy lejos en peregrinación al sitio.

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