1 de abril de 2018

Nuestra Señora de las Lágrimas

Del sitio Catholic.net:
Esta advocación no alude a una aparición de la Virgen, sino a un fenómeno prodigioso que tuvo lugar el 29 de agosto de 1953 en la casa de un obrero en Siracusa (Sicilia). Durante cuatro días un cuadro de yeso con la imagen del Corazón Inmaculado de María derramó lágrimas humanas tal y como pudo constatar una comisión de médicos.
Antonia Giusto y su marido Angelo Iannuso se casaron y fueron a vivir a Siracusa provisoriamente con su madre y su hermano. Ellos eran muy pobres. Uno de los regalos de boda fue un cuadro de yeso con la imagen del Corazón Inmaculado de María. Para cuando Antonina descubrió que estaba embarazada, parte de sus cambios físicos incluyeron toxemia que de vez en cuando le producía ceguera momentánea. Los doctores afirmaban que esto se debía al embarazo dificultoso y la aconsejaban de meterse en cama y no salir de allí. Antonia encontró un refugio en la plegaria, y su marido se le burlaba al respecto.
El 29 de agosto de 1953 ella empezó con retortijones espantosos que duraron mucho más de lo esperable. La gente que estaba con ella la urgía a que buscara a su marido y al doctor. De pronto la paciente se calmó. Antonia sufrió un ataque que la dejó ciega. Alrededor de las 8:30 su vista estaba normal nuevamente. En ese momento del día 29 de agosto y hasta el 1º de septiembre de 1953, el cuadro de yeso, que representaba el Corazón Inmaculado de María, a la cabecera de la cama en la casa de Angelo y Antonia, lloró lágrimas humanas.
Antonia cuenta que: “Abrí mis ojos y miré a la imagen de la Santísima Virgen por arriba del cabezal de la cama. Para mi gran sorpresa la imagen estaba llorando. Llamé a mi cuñada Grazia y a mi tía Antonina Sgarlata que vino a mi lado señalando las lágrimas. Al principio creyeron que se trataba de una alucinación debida a mi enfermedad pero cuando yo insistí y ellas se acercaron a esa placa pudieron ver claramente que había lágrimas reales cayendo de los ojos de la Madonna, y que algunas lágrimas caían primero por sus mejillas y luego directamente a la cama. Aterrorizadas llamaron a los vecinos, y ellos confirmaron el fenómeno..."
Todos los miembros de la familia fueron llamados y todos pudieron constatar el milagro. Antonia se quedó mirando a nuestra Madre Celestial por varias horas atestiguando el milagro, mientras que limpiaba las lágrimas que iban cayendo sin cesar. Primero fueron contenidas las lágrimas con un pañuelo y luego con algodón. La “Madonna“ lloró durante 4 días, desde el 29 de agosto al 1º de septiembre y atrajo a miles de peregrinos a Siracusa.
El domingo 30 de agosto, el 2º día de las lágrimas. Nicola Guarino, un cameraman de Siracusa, con su cámara documentó en 300 cuadros o fotogramas la Lacrimación. En esas imágenes se puede ver la forma y el fluir de las lágrimas. El ojo humano se podría dejar sugestionar, pero el objetivo de la cámara retrata lo que ocurre con objetividad. Siracusa es uno de los pocos eventos en que las lágrimas están documentadas.
El 1 de septiembre se reunía un grupo de distinguidos clérigos, cuatro hombres de ciencia y tres testigos de gran reputación, para así formar una comisión investigadora en nombre del Arzobispado. La comisión se reunió en la casa de los Iannuso a la mañana con el fin de estudiar el fenómeno y sacar una muestra de las lágrimas para ser analizadas. Después de haber tomado el líquido que surgía de los ojos de la imagen, se hizo un análisis microscópico. La respuesta de la ciencia fue: "las lágrimas son humanas". Ell cura párroco dio fe que los doctores juraron por la Biblia en cuanto a la veracidad de lo analizado. Tras el estudio científico de la imagen dejó de llorar. Fue el cuarto día.

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