13 de abril de 2025

Caminemos con Nuestra Señora de los Dolores

Del sitio Gaudium Press:

En esta semana previa a la Pascua, se pone aún más de relieve el profundo dolor y sufrimiento que nuestro Señor Jesucristo soportó por amor a cada uno de nosotros. Esta es la Semana de los Dolores, un viaje espiritual que recorre los últimos días de la vida terrenal de Jesús, desde su entrada triunfal en Jerusalén hasta su crucifixión y muerte.

Es importante recordar que Jesús no fue sólo un hombre de grandes enseñanzas y milagros, sino también un hombre de dolores, que experimentó el sufrimiento humano de la manera más profunda. Como nos recuerda el profeta Isaías: "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto" (Isaías 53:3).

Esta semana, acompañamos a Jesús en su camino hacia el Calvario. Recordamos su agonía en el huerto de Getsemaní, cuando sudó gotas de sangre y clamó al Padre diciendo: "Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22,42). Jesús se enfrentó al miedo y a la angustia, pero permaneció sumiso a la voluntad del Padre.

A lo largo de estos días oscuros, vemos a Jesús traicionado por uno de sus propios discípulos, negado por otro y juzgado injustamente por las autoridades religiosas y civiles de la época. Soportó insultos, humillaciones y torturas por amor a nosotros.

Luego llegamos al pináculo del dolor, la crucifixión. En la cruz, Jesús pronunció palabras de perdón: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34). Mostró su infinita misericordia incluso en medio del sufrimiento extremo. Y cuando entregó su espíritu en las manos del Padre, proclamó: "Consumado es" (Juan 19,30), cumpliendo así la misión redentora que se le había confiado.

En esta Semana de Dolores, se nos invita a unir nuestros dolores y sufrimientos a los de Jesús. Él conoce nuestra angustia, nuestra debilidad y nuestro dolor. Como nos recuerda el Salmo 34,18: "El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los oprimidos de espíritu".

Que en esta semana santa -llamada Semana de la Pasión- renovemos nuestra fe en Cristo, reconociendo que es a través de su pasión y muerte como alcanzamos la redención y la salvación. Que sigamos el ejemplo de Jesús, afrontando nuestras propias cruces con valentía, confianza y amor, sabiendo que Él está siempre a nuestro lado, compartiendo nuestro dolor y conduciéndonos a la vida eterna.

Que Dios nos bendiga a todos en la próxima Semana Santa, concediéndonos la gracia de comprender y experimentar más profundamente el misterio de su infinita misericordia y amor.

Por Mons. Anuar Battisti,


Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.comTraducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com

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