Se cuenta que Nuestra Señora de Peneda se apareció el cinco de agosto de 1220 a una pastorcilla que apacentaba unas cabras entre los riscos. Nuestra Señora se le apareció en forma de paloma blanca que volaba a su alrededor y le pidió que dijese a la gente de su pueblo Gavieira que le construyesen una capilla en aquel lugar; la pastora le habló a sus padres de la Señora, pero fue en vano, porque no la creyeron.
Otro día, cuando la pastorcita regresaba con sus cabras a la misma zona, se le volvió a aparecer Nuestra Señora en el mismo lugar, no como la primera vez, en forma de paloma (como ella dijo) sino en la forma en que hoy la vemos, y le dijo: "hija, ya que no te quieren dar crédito de lo que yo te mando, vete al lugar de Roussas (que está en la misma parroquia de Gavieira, en el mismo término del municipio de Soajo) donde hay una mujer postrada en cama desde hace dieciocho años y di a los habitantes del lugar que la traigan ante mí para que quede en perfecto estado de salud, y así te darán crédito de lo que yo te mando".
Así lo hizo la afortunada pastora y trajo a la mujer, que se llamaba Domingas Gregório. En cuanto estuvo a la vista de aquella Sagrada Imagen de la Reina de los Ángeles, quedó en perfecta salud y libre y sana de todas las dolencias que padecía, alabando a la Virgen María por el singular milagro que le había hecho.
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