30 de septiembre de 2024

Nuestra Señora de la Antártida

Del sitio Luzeiro:

Siguiendo los pasos de la Virgen María, avanzamos en la peregrinación de la fe, mientras la Santísima Madre nos conduce fielmente a la unión con su Hijo, a la Cruz de la salvación.

Los antiguos griegos estudiaron la posibilidad de que nuestro planeta fuera redondo y llamaron "Anti-Arkitos" al continente meridional. Pero la idea de esta forma del mundo permaneció olvidada hasta la Edad Media, cobrando fuerza durante los descubrimientos de las grandes rutas marítimas, que revelaron todos los continentes que existen en la Tierra.

El navegante portugués Hernando de Magallanes, en 1520, fue el que más se acercó a la "terra australis", como se llamó al continente antártico, cuyas condiciones climáticas son totalmente desfavorables para la convivencia humana. Magallanes descubrió el estrecho que une el océano Atlántico con el Pacífico y avistó Tierra del Fuego, en el extremo de Sudamérica. 

A partir de 1820, la exploración de la región antártica y de las islas cercanas se inició con la expedición rusa del navío Vostok. Diez años más tarde, surgieron informaciones sobre la posible existencia de un continente. 

Entre 1898 y 1889, el joven oficial belga Andriano de Gerlache y su equipo fueron los primeros en estudiar esta región. A bordo del buque Bélgica, realizaron la primera invernada en la Península Antártica. La expedición de Gerlache construyó la Estación Científica Polaca, que llevó a cabo la primera observación meteorológica completa en la Antártida.

Por eso, Henrique Arctowski se convirtió en pionero en el estudio del clima antártico. Más tarde, junto con el capellán, construyeron una pequeña capilla interna dedicada a Nuestra Señora de las Nieves, protectora del equipo. De este modo, la advocación a Nuestra Señora de la Antártida se extendió entre los residentes de estos centros de investigación y llegó a los países de sus familiares, parientes y amigos. 

Los estadounidenses crearon la Estación MacMurdo, uno de los puntos de investigación científica más avanzados de la NASA. Para honrar a los primeros pioneros que murieron, construyeron dos monumentos. Frente a ellos erigieron un pequeño mirador con una gran cruz de madera, llamada Cruz de Vicente, que indica el lugar exacto donde murió el primer navegante. 

Más adelante, erigieron el Oratorio de Nuestra Señora de la Antártida, donde se colocó una imagen de Santa María de las Nieves. El Tratado Antártico, firmado en 1958, convirtió el continente en patrimonio internacional para la investigación. Sin embargo, no fue hasta 1982 cuando se permitió a los barcos con turistas entrar en el continente de forma limitada. El Oratorio, considerado el templo a la Virgen más remoto del planeta, es el lugar más frecuentado por los turistas cristianos, especialmente los devotos marianos, que visitan cada año este santuario ecológico.

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