15 de febrero de 2024

Nuestra Señora de la Purísima Concepción de Celaya

Del sitio Periódico Correo:

La Virgen de la Purísima Concepción, considerada como Patrona de Celaya, llegó a esta ciudad desde España alrededor de 1577. Poco después de la fundación de la ciudad en 1571. Desde ese entonces y hasta la fecha cada 8 de diciembre se le celebra en el municipio con una gran fiesta.  

La Purísima Concepción, además de ser un ícono de carácter religioso, representa la identidad de los celayenses y de su historia.  

Desde su llegada a la ciudad, la imagen ha estado en la parte superior del altar del Templo de San Francisco. Al lugar a donde acuden personas de todas las edades, de diferentes estratos sociales y económicos. Con el pasar de los años ha disminuido el culto, pero sigue siendo parte de la historia y tradiciones culturales de la ciudad.

La Virgen llegó desde los albores de la Fundación de Celaya misma. En 1570 fue el decreto y el primero de enero de 1571 se hizo realidad. Desde ese entonces los primeros fundadores desearon traer, en particular el señor Martín de Ortega y su esposa, una imagen de bulto para crear una cofradía para darle culto a la imagen de la Purísima que ellos mandaron pedir de España”, contó Mario Eduardo Torres Godínez, presidente de los Diputados de la Purísima.  

Aunque la idea de traer una imagen de la advocación de la Virgen María inició a principios de 1571, ésta llegó alrededor de 1577. Es una imagen del siglo XVI, con alrededor de 445 años de antigüedad que se mantiene conservada perfectamente. En su estancia en esta ciudad sólo se restauró a principios del siglo XX cuando se quemó el altar del Templo de San Francisco y parte de su camarote, de la virgen sólo se carbonizó su ropa y su corona, pero la imagen quedó intacta y fue considerado en ese entonces como un milagro.  

Para la festividad había unos telares finos que cubrían todo, se ha de haber prendido en la noche una velita y en 1904 empezó un incendio. El padre Guardián ingresó al camarín de la virgen y en llamas la sacó, su ropaje y su corona estaba ya casi derretida. Tomó la imagen la bajó, le quitó la ropa carbonizada y descubrió que la imagen estaba intacta. Simplemente con unas pequeñas quemaduras en sus cachetitos y en sus manos, que fue reparada”, contó el presidente de los Diputados de la Purísima.

Fernando Amate, cronista de la ciudad, contó que, aunque la fundación de Celaya se dio en 1570, fue hasta alrededor de 1573 que comienza el culto a la Purísima Concepción cuando se instalan en Celaya los primeros frailes franciscanos y comienzan a hacer labor de evangelización.  

Amate contó que los sacerdotes franciscanos a su llegada comenzaron a promover la devoción a la Virgen de la Purísima Concepción, y es Martín Ortega y su esposa Magdalena de la Cruz quienes mandan traer una imagen desde España. La cual les costó 350 pesos –que en ese entonces era mucho dinero-, con la finalidad de que los celayenses tuvieran una imagen física de la deidad.  

Según el cronista de la ciudad, no se sabe con exactitud la fecha en que fue traída a Celaya la imagen de la Purísima Concepción que se venera en el templo de San Francisco; pero sí consta por la tradición y por documentos, que es tan antigua como la misma ciudad.  

Se dice que los primeros conquistadores y pobladores juraron Patrona de Celaya a la Purísima Concepción y en base a documentos originales que se guardan en el Archivo del convento de San Francisco, se desprende que la imagen de la Patrona Principal de esta ciudad fue traída de España muy a los comienzos de la población, en el último tercio del siglo XVI.  

Desde inicios de la ciudad, en los documentos oficiales y en la correspondencia privada se mencionaba a esta ciudad como “Celaya de la Purísima Concepción”.

El título “de la Purísima Concepción” se usó en todos los documentos civiles desde la fundación de la ciudad hasta que se promulgaron las Leyes de Reforma. Cien años después de la llegada de la Virgen a Celaya, se hacían fiestas solemnísimas cada 8 diciembre.  

Una de las tragedias que ha vivido la virgen es cuando en 1904 se suscitó un incendio en el Templo de San Francisco durante la madrugada. Ese día las campanas de los templos daban toque de alarma anunciando incendio. Los vecinos abandonan el lecho y se lanzan por las calles preguntando por el lugar donde aquél se había declarado. Muy pronto se supo que el templo de San Francisco era presa de las llamas; que el altar mayor es el más atacado por el fuego y que éste había reducido a cenizas el nicho que guardaba la venerable imagen de la patrona de la ciudad. Que la misma imagen era una enorme antorcha que ardía.  

Al saberse esto, la consternación del pueblo fue tremenda y la tristeza se dejó oír no sólo en el templo, sino por las calles y en las casas de toda la población. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando se percataron que el fuego consumió las vestiduras que le adornaban y fundió el oro y la plata de la aureola que ostentaba en su cabeza, pero la imagen se mantuvo intacta sólo presentó una ligera quemadura en la punta de la nariz y las extremidades de los dedos. Ese día por la tarde fue expuesta para el pueblo.

Fray Álvaro Rodríguez Vázquez, Guardián del Templo de San Francisco, señaló que desde la Fundación de Celaya se pensó en que Celaya estuviera al cuidado de la Virgen de la Purísima Concepción, y hoy que la ciudad atraviesa por un momento difícil y complicado se le pide su auxilio para que mejore la seguridad en una ciudad que “clama paz”.  

Desde sus inicios en Celaya se pensó que una bendita imagen de la Purísima Concepción viniera a estas tierras. Ella viene desde España y ha acompañado desde todo este tiempo al pueblo celayense. Siempre custodiada por los frailes franciscanos que fueron los evangelizadores de estas tierras. Por algunas personas que sintieron afecto por esta bendita imagen: la Diputación, la Cofradía y las Camareras”.

Para el padre Guardián del Templo de San Francisco, las personas deben ayudarse de “aquellos signos que den identidad”.  

El presidente de los Diputados que cuidan a la Virgen de la Purísima Concepción, Mario Eduardo Torres Godínez, señaló que la imagen, la fiesta y la veneración que se le tiene a la Virgen en Celaya debe ser considerado como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. “Ahora que, si no la vemos en la fe, dentro de la población de Celaya esta festividad se debe considerar como patrimonio cultural inmaterial. No es considerada, pero creo que merece la festividad.
Es de las primeras tradiciones, las procesiones que hubo en la ciudad, el culto que se le dio a la Purísima. Las autoridades podrían denominar su imagen y las tradiciones como parte inmaterial de la humanidad, es parte de la memoria colectiva de los celayenses, parte de su identidad
”.

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