En 1527 una joven muy pobre encontró unas monedas de plata. Y una semana mas tarde se le apareció la Virgen. Pidiendo 3 días de ayuno al pueblo y levantar una iglesia por su intercesión especial ante Jesús.
Bovegno es una comuna italiana de la Provincia de Brescia, en la región de Lombardía. Allí se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Bovegno, construido después de la Aparición de la Santísima Virgen.
Se narra que el 14 ó 15 mayo 1527, María Amadini, una joven huérfana de 22 años perteneciente a una familia muy pobre, sin saber qué más hacer para alimentar a su familia y, en particular, para aliviar el sufrimiento del hermano enfermo, llegó a casa temprano para ir a la recoger leña, la cual llevaría a la panadería con la esperanza de poder obtener a cambio un poco de pan. La joven, muy devota, vivía pobremente junto con dos hermanos más pequeños, que cuidaba amorosamente, sobre todo Andrea, de doce años, enfermo de unas lesiones graves que cubrían su cuerpo de llagas repugnantes.
Mientras recogía madera en el bosque, cortada en la base de los troncos, al mover la tierra descubrió monedas de plata. Primero tuvo miedo, pero inspirada por el Señor, comenzó a recoger las monedas y llenar el delantal, y con esa preciosa carga entró a la aldea mostrándola a todos. Muchos fueron allí con palas y picos, con la esperanza de encontrar más tesoros, pero no encontraron nada. Pero esto fue sólo el inicio de un hecho aún más trascendental.
El 22 de mayo, unos ocho días después del descubrimiento de las monedas, María Amadini fue a rezar el Rosario y agradecer a la Virgen por la fortuna, y mientras estaba recogida en oración, siente una Voz que la llama por su nombre. Ella mira a su alrededor pero no ve a nadie. Tiene miedo de volver sobre sus pasos, cuando la Voz se hace sentir de nuevo. Aumenta su temor, pero la Voz una vez más la llama con firmeza, hasta que finalmente le responde: —¿Bien?
Mientras alza sus ojos, ansiosos y curiosos, aparece una Señora con una gran manto y con una especie de hábito de monje, de tal solemnidad y grave aspecto y de tal esplendor y belleza que pierde el aliento y comienza a llorar. Después de esta solemne Aparición, la Señora se dirige a María con dulzura y le dice: "Bien has respondido, bien has recibido y bien recibirás. Sabed que Soy la Virgen María de la cual sois tan devota, perseverad en hacer el bien tal como lo has hecho hasta ahora, porque por eso serás salvada. Sabed que el primero de este mes de mayo, Mi Hijo había preparado un flagelo en la Tierra como no ha habido, y Yo, de rodillas a Sus Pies, he implorando Su Gracia, imploré la remisión de aquel castigo.Esto tendrás que darlo a conocer a todos, diciéndoles que durante tres sábados ayunen a pan y agua y hagan penitencia por sus pecados para que Mi Hijo no decida otro castigo de nuevo. Haciendo todo esto no tienen nada que temer de ningún tipo de castigo."
Además le pidió la construcción de una Iglesia y le prometió:“Todos los enfermos que hayan contribuido a la construcción serán sanados.”
Como prueba de la veracidad de la Aparición, ese mismo día, curó milagrosamente de la lepra a su hermano menor. Tanta fue la impresión de la gente que diez días después de la Aparición de la Santísima Virgen, comenzaron los trabajos de la edificación del templo.
El 8 de julio del mismo año 1527, ya había sido reconocido oficialmente el culto por el Obispo de Brescia y se otorgó la concesión para el uso de un altar provisorio para las Celebraciones Eucarísticas antes de la construcción de la iglesia. Debido a que muchas personas acudieron de todas partes para dar ofrendas o prestar su trabajo en la construcción, la Iglesia se completó en el año 1533.
A Nuestra Señora de la Misericordia se atribuyeron numerosos milagros y curaciones. Las gracias y los favores de la Virgen a los ciudadanos de Bovegno fueron documentadas, como lo demuestran los registros que se llevan en la iglesia parroquial de Bovegno.
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