Del sitio Gaudium Press:
Dedicado a María Santísima y a sus distintas advocaciones en el mundo, para que todos conozcan la historia de cada una de las Fiestas de Nuestra Reina del Cielo
31 de diciembre de 2023
Nuestra Señora, la Señora de las Gracias
Del sitio Gaudium Press:
30 de diciembre de 2023
El árbol que protegió a Nuestra Señora y a la Sagrada Familia
Del sitio Fundación Cari Filii:
El domingo 18 de septiembre de 2022 concluyeron las reformas previstas por el ministerio de antigüedades en el distrito egipcio de Matariya (El Cairo), donde según diversas tradiciones se encuentra el llamado árbol de la Virgen María.
Hasta ese domingo, un jardín amurallado albergaba un antiguo sicomoro que, según la tradición, sería el descendiente directo del árbol que hizo las veces de refugio para la Sagrada Familia en plena persecución: durante su huida a Egipto para salvar a Jesús de Herodes, María y José se asentaron en un campamento cercano a El Cairo donde habría bañado al Santo Niño bajo las ramas de un sicomoro: según la tradición, el tronco del sicomoro habría abierto su corteza de forma milagrosa permitiendo a la familia esconderse en su interior.
Dos milenios más tarde, el descendiente directo del árbol situado en Matariya vuelve a ser una de las grandes metas de miles de turistas. Sucede después de que las autoridades hayan concluido las reformas de modernización y conservación de la zona para promocionar el turismo religioso y cultural en torno al viaje de la Sagrada Familia.
Tras la remodelación, el espacio cuenta con un centro de turistas y visitantes acompañado de puestos de información.
Según recoge The National, la preservación del linaje del "árbol de la Virgen" ha sido una constante durante siglos, pues el que se considera que fue el sicomoro donde descansaron Jesús, María y José murió a mediados del siglo XVII, en 1656. Fue entonces cuando un grupo de franciscanos presentes en la región trasplantaron a base de ramas al "hijo" de este árbol protector que nuevamente se marchitó y cuyos restos aún se muestran al público.
El que podría ser considerado un "nieto" del primer árbol creció en el patio de la iglesia de la Santísima Virgen María, cercana al espacio relativo al árbol, según la funcionaria del ministerio de antigüedades Mai Fouad. Explica que una cuarta generación del mismo árbol creció desde hace medio siglo en el lugar original donde se cree que descansó la Sagrada Familia, siendo ahora un sicomoro de unos diez metros que sigue dando frutos.
Asmaa Abdelaziz, uno de los responsables del emplazamiento, se refiere al árbol de la Virgen como "un sicomoro muy antiguo que data de hace dos mil años y bajo el que la familia sagrada halló refugio durante su escapada a Egipto".
El jardín que rodea actualmente el árbol ha sufrido continuadas renovaciones durante las dos últimas décadas, destacando una galería con tres pinturas -una de ellas de la Sagrada Familia bajo el árbol donde se aprecia el obelisco del faraón egipcio Senusret I y una cueva que habría refugiado a la Sagrada Familia, en la que San José es representado como un hombre joven.
Actualmente, el emplazamiento conocido como "el árbol de la Virgen María" dispone de atracciones turísticas y arqueológicas y un complejo que relaciona el mismo árbol con un pozo, las galerías y varias cuencas de agua de piedra. Un centro de visitantes relata la historia del viaje de la Sagrada Familia en Egipto, y un pequeño museo exhibe íconos y otros artefactos junto con fotografías de otros lugares que podrían haber sido visitados por la Sagrada Familia, como las pirámides egipcias de Giza.
Según la tradición y convicción popular de los miles de peregrinos que visitan el enclave, otro de los sucesos ocurridos en el árbol habría tenido lugar durante la campaña egipcia de Napoleón, donde algunos de los soldados habrían hecho uso de esta higuera para curarse de una grave dolencia en la piel que se extendió entre las filas francesas. Uno de los sacerdotes que custodiaban el árbol frotó la savia sobre las llagas de los uniformados, sanando estos por completo: "Tallaron sus nombres en el árbol para conmemorar el milagro y todavía se pueden ver rastros de ellos allí", expresó Mai Fuad.
Las diversas tradiciones encuentran su origen en el Evangelio de San Mateo, que relata cómo la aparición del ángel del Señor a San José para que este huyese a Egipto con Jesús y María: "El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes […]. Muerto Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: `Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño´. Él se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y, avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret" (Mt. 2, 13-23).
La literatura apócrifa aquí descrita relata que la estancia de la Sagrada Familia en Egipto habría durado "un año", si bien podría haber sido realmente de hasta cuatro.
El también apócrifo llamado Pseudo Mateo relata la historia que con más intensidad se ha grabado en la retina de la tradición cristiana y relacionada con tal viaje, aquélla que dice: "Aconteció que al tercer día de camino [hacia Egipto], María se sintió fatigada por la canícula del desierto. Y viendo una palmera le dijo a José: `Quisiera descansar un poco a la sombra de ella´. José a toda prisa la condujo hasta la palmera y la hizo descender del jumento. Y cuando María se sentó, miró hacia la copa de la palmera y la vio llena de frutos, y le dijo a José: `Me gustaría, si fuera posible, tomar algún fruto de esta palmera´. Mas José le respondió: «Me admira el que digas esto, viendo lo alta que está la palmera, y el que pienses comer de sus frutos. A mi me admira más la escasez de agua, pues ya se acabó la que llevábamos en los odres y no queda más para saciarnos nosotros y abrevar los jumentos".
"Entonces el niño Jesús, que plácidamente reposaba en el regazo de su madre, dijo a la palmera: `Agáchate árbol, y con tus frutos da algún refrigerio a mi madre´. Y a estas palabras inclinó la palmera su penacho hasta las plantas de María, pudiendo así recoger todo el fruto que necesitaban para saciarse" (PsMt. 20, 1-2).
29 de diciembre de 2023
Nuestra Señora de Ameijoeira
A principios del siglo XIII, en Portugal, mientras paseaba por un lugar llamado "Ameijoeira" o "Ameixoeira", Fray Soeiro encontró una imagen de la Virgen María.
En su honor, se construyeron en la zona un santuario y un albergue para los peregrinos de todo el mundo que acudían a venerar a la Virgen.
Junto al santuario había un estanque que, según la gente, era milagroso.
La imagen de Nuestra Señora de Ameijoeira lleva a Nuestra Señora con el Niño Jesús en su regazo y permaneció en Ameijoeira hasta mediados del siglo XVIII, cuando el santuario fue destruido por un terremoto.
La trasladaron a la iglesia de Abrigada, donde la imagen permaneció hasta principios del siglo XX, cuando, en 1908, un terremoto destruyó la iglesia de Abrigada.
28 de diciembre de 2023
Icono de la Madre de Dios Calmante
El Santo Monte Athos brilla con sus iconos milagrosos como estrellas en el cielo que brillan en la oscuridad de la noche. Una de estas estrellas que nos conducen a la salvación es la imagen de la Madre de Dios "Adivina", que se guarda en las profundidades del Santo Monte Athos desde tiempos remotos y se oculta a los ojos de los turistas ociosos.
Esta imagen sólo se revela a los verdaderos devotos de la Madre de Dios y espera su momento de aparecer al mundo en los últimos tiempos para consolar a los fieles.
En oración solitaria ante este icono, el peregrino se olvida de manera involuntaria del mundo que le rodea y se vuelve hacia la Reina del Cielo con la esperanza de que sólo Ella no defraude nuestras expectativas. El icono representa la imagen de la Madre de Dios con el Niño en una versión poco frecuente, en la que Cristo aparece dormido en brazos de su Madre. El rostro manso de la Madre de Dios refleja un profundo dolor. Su mirada triste hacia el Hijo muestra que es consciente de su sufrimiento inminente y de su impotencia para cambiar el curso de los acontecimientos. La Madre de Dios guarda con cuidado el tranquilo sueño infantil de Cristo, el Salvador del mundo, que en realidad no duerme, sino que espera nuestro arrepentimiento, viendo los pecados y las iniquidades del mundo. La paciencia y la magnanimidad del Señor, que cuida del bien del hombre, son inconmensurablemente grandes. Al igual que una madre protege la paz de su hijo, así la Madre de Dios consolará a todos los que se dirijan a Ella con palabras de oración en sus penas mentales y corporales, y les enviará Su ayuda y protección celestiales. Tal vez el nombre del icono esté también relacionado con esto.
Se desconoce la historia del icono, que fue pintado a finales del siglo XVIII-principios del XIX. El iconógrafo que creó esta maravillosa imagen por la gracia del Espíritu Santo sigue siendo desconocido. A pesar de que la leyenda de este icono no se ha conservado, tenemos otra oportunidad de ver los bellos rostros de la Madre de Dios y del Niño, y esperamos que la Gracia de Dios deje en nuestras almas una agradable sensación por el conocimiento de otro icono, que es la gloria del Santo Monte Athos.
Dirijámonos con una oración a la Purísima Virgen María. La vida de quien se encomienda a la protección de la Virgen María se renueva con alegrías espirituales. Y así como a los ascetas athonitas la Madre de Dios, habiendo pisado la tierra santa del Monte Athos, les trajo la gracia, el cuidado y la protección de Cristo, así también a nosotros, con fe y reverencia guardando los mandamientos de Su Hijo, Jesucristo, creemos sinceramente - ¡Ella dará esperanza, bendición y ayuda, paz y consuelo a nuestras almas!
27 de diciembre de 2023
Nuestra Señora de Todas las Gracias de Aokpe
Aokpe, antaño una aldea remota, es ahora un centro internacional de peregrinación. Todo comenzó en 1992, cuando una joven aldeana llamada Christiana Agbo recibió la visita de una hermosa Señora. Fue el 4 de agosto de 1994 cuando esta hermosa Señora se dio a conocer como ''Mediadora de todas las Gracias''. Desde entonces, este día se conoce como el ''Día de Gracia'', precedido cada año por una Novena de nueve días que va del 26 de julio al 3 de agosto. Las Visitas Públicas de Nuestra Señora Mediadora de Todas las Gracias terminaron en 2004. Durante ese período, la Virgen dio muchos mensajes poderosos sobre la oración y la penitencia:
13 de enero de 1996 - ''Es a través del sufrimiento y la oración como ganaréis muchas almas para Jesús. Es a través del amor genuino a Dios que ustedes ganarán las almas perdidas de vuelta al Padre Eterno''.
26 de enero de 1996 - ''Evita el pecado reza y haz mucha penitencia, quita las espinas que rodean la Sagrada Cabeza de Jesús. Rezad muy especialmente por las almas que el demonio ha capturado''.
La Virgen dijo: ''A través del Rosario soy vuestra fuente de consuelo''.
Su Señoría el Obispo Michael Apochi consagró y dedicó la Capilla, marcando el comienzo de la celebración del Jubileo de Plata. En su homilía, Mons. Apochi habló de la espiritualidad de Aokpe, haciendo hincapié en el Santo Sacrificio de la Misa y la Adoración del Santísimo Sacramento. Dio instrucciones a todos los peregrinos para que pusieran a Jesús en el centro de su experiencia de peregrinación y no se limitaran a recoger recuerdos y agua bendita. Animó a todos los peregrinos a pasar más tiempo con Jesús en la Capilla.
26 de diciembre de 2023
Nuestra Señora del Pan
En 1707, la ciudad de Novoli (Le), o Santa María de Novis, en honor de la Virgen María, fue asolada por una terrible tragedia, la peste, que azotó a la población como un reguero de pólvora, diezmándola. Los fieles rezaban a San Antonio Abad y se entregaban al cuidado de los enfermos, pero desgraciadamente la situación empeoraba día a día.
La Virgen, que se apiadó de ellos, se apareció a una joven del pueblo, una campesina sin educación, Giovanna, a la que dio una hogaza de pan, aconsejándole que se la llevara al párroco, que la distribuiría entre los moribundos.
Más tarde, la Virgen será reproducida en una imagen en la que aparece vestida con un largo vestido rojo, un manto azul celeste sobre los hombros y con la mano derecha sostiene el pan milagroso. Sus pies están calzados y detrás de ella habrá un frondoso árbol.
Juana, en cambio, va descalza, lleva una camisa marrón y una falda larga con un delantal en la parte delantera y un chal blanco sobre los hombros.
La joven llevó la embajada al párroco, contándoselo todo, pero éste, un poco escéptico, le dijo que volviera al lugar donde había visto a la Virgen y le pidiera que le enseñara el Ave María y la Virgen, respondiendo de igual modo, convenció al sagaz prelado de que la visión mariana había tenido lugar y que debían seguirse sus instrucciones.
Así que el párroco fue a visitar a los moribundos, distribuyéndoles el "pan de María" y, milagrosamente, muchos se curaron en un abrir y cerrar de ojos.
En el lugar donde la joven se había encontrado con María, se erigió una iglesia en su honor, hacia la primera mitad del siglo XVIII, dedicada en primer lugar a Nuestra Señora de Constantinopla, que contenía una capilla dedicada a Nuestra Señora del Pan, venerada bajo esta advocación.
En 1855, la peste se cebó de nuevo en la provincia de Lecce, pero mientras otras ciudades eran duramente golpeadas por la peste, Novoli, que había invocado a Nuestra Señora del Pan como su protectora, fue inmune.
La estatua original, sin embargo, fue destruida por un incendio en 1929, pero fue reproducida por Luigi Guacci en 1930. Muchos son los milagros atribuidos a la Virgen bajo este título.
25 de diciembre de 2023
Navidad Romance del Nacimiento
Del sitio Un Minuto Con María:
Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía,
abrazado con su esposa,
que en sus brazos la traía,
al cual la graciosa Madre
en su pesebre ponía,
entre unos animales
que a la sazón allí había,
los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,
festejando el desposorio
que entre tales dos había,
pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía,
que eran joyas que la esposa
al desposorio traía,
y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía:
el llanto del hombre en Dios,
y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro
tan ajeno ser solía.
San Juan de la Cruz
24 de diciembre de 2023
San José jamás dudó de la fidelidad de Nuestra Señora
Ya es bien sabido que San José y la Virgen habían decidido vivir en castidad perfecta, como hermanos.
Dice la Escritura que cuando Ella alega su virginidad al ángel Gabriel (“¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?”), ya estaba “desposada con un hombre llamado José, de la casa de David”. Si los dos esposos, que ya estaban unidos en vínculo jurídico, no hubieran hecho promesa de castidad perfecta, no se explicarían las palabras de Nuestra Señora al Ángel, pues estas lo que quieren decir es que la Pura y sin mancha no conoce ni conocerá varón –ni siquiera su ya entonces esposo– con cuyo concurso procrearía un hijo, algo que tampoco podía decidir Ella sola sino en concierto con José.
Pero el tema de estas líneas es la “duda” de San José, resumida en San Mateo, lectura evangélica que escuchamos en la liturgia:
“El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo»”. (Mt 1, 18-20)
Rápidamente –y este es el camino de autores de la talla de San Ambrosio, San Juan Crisóstomo y San Agustín– algunos interpretan estos textos defendiendo “la tesis de que San José se inquietó porque, al no haber mantenido relación alguna con María Santísima, sospechó que había concebido de otro hombre”.
Sin embargo, como bien muestra Mons. João Clá en varias de sus obras, no son pocos los autores, de la talla de Suárez, San Jerónimo y él mismo, que defienden una tesis bien diversa, la cual eleva aún más a los ojos de sus devotos la figura del patriarca San José.
¿San José, dudar de la fidelidad a Dios y a él de Aquella que todos los días percibía más como un ángel que como una criatura humana? ¿De aquella que día tras día contemplaba en su resplandor Inmaculado, y en quien ya había depositado la confianza de su propia castidad? Algo no cuadra…
Si San José hubiera dudado de la fidelidad de Nuestra Señora, afirma San Jerónimo, él “no sería el varón justo del que habla San Mateo, pues ocultando lo que consideraba un crimen, habría cometido una falta que podría haber sido hasta grave”: San José no denunciando, podría estarse convirtiendo en cómplice de un delito, y esto no condice con la santidad de San José.
De hecho, Ella “le dio tales muestras de una virtud fuera de lo común, y se reveló tan angélica y extraordinaria, que si hubiese aventurado cualquier sospecha sobre Ella, habría cometido un juicio temerario inaceptable”.
Realmente, el juicio de San José sobre todas las cosas, y por tanto también sobre María Santísima, no era el de un hombre común, ni siquiera el del más inteligente de los hombres, sino el del mayor de los meros varones concebidos de mujer.
No había gracia que Dios le hubiese dado a un santo que no le haya dado a San José, y por esto San José, que fue “concebido en gracia” –es decir libre de la mancha original– y que “gozaba del carisma de discernimiento de los espíritus y del don de sabiduría con una plenitud inigualable”, con los cuales “penetró a fondo en el alma de su virginal Esposa”, no tuvo la “menor vacilación respecto a la total inocencia de esta Dama Virginal” y “manifestó una fe inquebrantable ante lo incomprensible, por lo que una hipótesis como ésta [la infidelidad de la Virgen] jamás se configuró en su mente. Él confiaba en su angélica Esposa, y, en consecuencia, estaba seguro de que no había ocurrido absolutamente nada que permitiera poner en duda la pureza virginal de María Santísima”, expresa Mons. João Clá.
Como afirma el reputado Jourdain, “bien sabía él [San José] cuán admirable era la virtud de María, y a pesar de la evidencia exterior de los hechos, no podía creer que Ella fuera culpable”.
Pero entonces, ¿por qué quería huir?
Porque en su espíritu sí se fue formando con el pasar de los días al lado de su Inmaculada Esposa la certeza de que la Virgen sería la Madre del Mesías, de que en Ella se cumplía la profecía de Isaías: “la virgen está encinta y da a luz un hijo” (7, 14). Y entonces, José “se sintió asaltado por la convicción de no ser digno de permanecer junto a Ella. ¿Quizá la elección del esposo de la Virgen Purísima no fue perfecta, y debería haber sido llamado otro para ocupar su lugar? El matrimonio, no obstante, en todo era válido y no había vuelta atrás. ¿Qué pensar? Se configuraba por entero una noción que había ido tomando cuerpo desde el momento en que había conocido a la Santísima Virgen: la de no estar a su altura. Su Esposa iba a dar a luz a un Hijo por acción exclusiva de Dios, y él sobraba en aquel conjunto”, dice Mons. João Clá.
“Como su Santa Esposa, a pesar de las evidencias, permanecía en silencio, pues sabía que Dios quería probar la confianza de su virginal esposo, éste juzgaba que había en este silencio una señal de que el Altísimo, que para San José era representado por Ella, no lo quería allí”, continúa.
Lo mismo afirma Jourdain, que representa así “una corriente de autores”: “la inquietud de José se originó por su humildad: según ellos [los diversos autores], José quería apartarse de María porque se juzgaba indigno de vivir en compañía de una Virgen tan santa. Él reconocía en Aquella que había tomado por esposa, a la mujer anunciada por los profetas, la Virgen que Dios había escogido para ser la Madre de su Hijo único. Y creía que no le estaba permitido habitar junto a Ella”.
Que San José no tuvo sospecha de la Virgen, lo afirma también un exégeta como el P. Salmerón, quien expresa que “el Ángel le dijo a José: ‘No temas recibir a María por Esposa’. Y no: ‘No sospeches’. Esto es lo que le habría dicho si José, en su espíritu, hubiera sospechado de adulterio. Por el contrario, lleno de temor reverencial, no tuvo ninguna sospecha al aceptar a su Esposa”.
Es también Salmerón quien afirma que “muchos opinan que el santo humilde José no desconocía el misterio de la concepción del Hijo de Dios, sino que a causa de su modestia se consideraba indigno de tanto honor y del consorcio con la Virgen, en razón del honor y reverencia debidas a Ella, así como por deber de justicia. Cuando el Verbo se encarnó, pensó en dejarla, recordando lo que a Moisés le había sido dicho: ‘No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado’ (Éx 3)”.
La duda fue pues, en su dignidad. Duda totalmente disipada por el Ángel, quien tras manifestarle el misterio de la Encarnación, enseguida reconoció su autoridad paterna al ordenarle que fuera él quien le diera nombre al Hijo de Dios hecho carne.
Saúl Castiblanco
23 de diciembre de 2023
El canto del Nacimiento de Nuestra Señora
Del sitio Gaudium Press:
Cuando la Tierra escuchó,
las notas de tu llanto,
el suelo se iluminó,
el firmamento fue santo.
El Cuarzo brilló en el Lirio,
el carmesí se hizo Rubí,
el azul tornose en Zafiro,
el Topacio dio en Alhelí.
Todo eso pasó, cuando la Tierra escuchó tu llanto…
La Esmeralda se sorprendió: “mi verde consuela más”,
se sobresaltó el Diamante: “mi brillo embellece más”.
La Luna niña entonó: “mi arrullo complace más”,
el Sol Fiel proclamó: “mis rayos abrazan más”.
Cuando la Tierra admiró tu llanto…
Mejor trinó el Ruiseñor,
más amarillo quedó el Turpial.
Más entonada la Mirla,
más colorado el Cardenal.
Cuando la Tierra bebió tu llanto…
La Azucena dijo: “¡Seré corona!”;
El Jazmín: “¡Seré el rosario!”;
El Clavel: “Seré su ambón”;
Y la Rosa:
“Seré el tapete,
de la Reina de la Creación”.
Gemía el Girasol, curvado hacia el suelo estaba.
La Golondrina en el nido, sus cielos no surcaba.
Los Ríos corrían tristes, sus peces bebían lamento.
Las Grullas sin su penacho, el Fénix sin su fuego.
Pero cuando en la Tierra se hundió,
la inocencia de tus lágrimas,
fue el pecado el que gimió,
pues “¡Eva resucitó…!”
Los ángeles cantaron:
“¡Pero si es Inmaculada!”
Y el atardecer exultó:
“¡Pero si es plena de Gracia…!”
Y todo eso ocurrió,
Cuando más linda que el alba,
despuntó Virgen tu mirada...
22 de diciembre de 2023
Nuestra Señora de Constantinopla (Italia)
Del sitio Un Paso al Día:
Alrededor de 1528, en medio de la peste, la Virgen de Constantinopla apareció a una anciana, pidiéndole que se erigiera un templo allí.
Donde había estado su imagen pintada en un muro de una iglesia sepultada.
La celebre imagen original fue considerada durante parte del Imperio Romano como la protectora de la ciudad y de todo el imperio de Oriente. Los emperadores la portaban a la cabeza de su corte triunfal, como indicador y guía de la “vía”, valorando de este modo el titulo de "Odigitria".
Para comprender esta aparición mariana es necesario partir de lejos y precisamente de la ciudad de Constantinopla, capital del Imperio Romano de Oriente, de Constantino el Grande, a caballo del Bósforo y del Corno de Oro, sobre el lugar de la antigua Bizancio.
La ciudad tenía un culto particular por la Madre de Dios la Virgen Theotokos, del cual no era extraña la madre de Constantino, la emperatriz Elena.
En el siglo V había en Constantinopla tres basiliquetas marianas. La imagen venerada en una de ellas, en Odeghi, representaba a la Virgen con el niño en brazos.
La denominación Odigitria, de odos, "vía", significa "palabra que indica el camino".
Y el nombre deriva del hecho que los soldados (odigoi) se llegaban a este monasterio a rezar, igual que a otro de la vía de la ciudad imperial, Iglesia que era llamada popularmente “de la guía”, y que conservaba una imagen similar, venerada como obra del evangelista Lucas.
Sucesivamente adquirió un significado personal a causa de la posición del brazo de María que indica al Hijo como la vía "camino, verdad y vida".
Esta celebre imagen fue considerada la protectora de la ciudad y de todo el imperio de Oriente.
Los emperadores comenzaron a portarla a la cabeza de su corte triunfal, como indicador y guía de la “vía”, valorando de este modo el titulo de "Odigitria".
Para el incremento del culto en Constantinopla contribuyó la emperatriz Pulcheria que desarrolló una devoción particular a la Madre de Dios los días martes.
Esto porque la definición dogmática de la Divina Maternidad parece que sucedió el martes, por eso, en los sucesivo se traslada a Pentecostés, que por intercesión de la Madonna, el pueblo de Constantinopla habría tenido una victoria sobre los persas que habían sitiado la ciudad.
El tipo iconográfico de Santa María de Constantinopla, muestra la ciudad de las torres y los muros llenos de llamas, lo que algunos historiadores describieron como un imponente incendio, como consecuencia de un ataque sarraceno.
"El año 1528 fue muy infeliz para toda Italia, particularmente para nuestro Reino de Nápoles porque cayeron tres flagelos de DIOS: guerra, peste y hambre".
"Los napolitanos, presas del pánico, organizaban procesiones de penitencia, y el virrey invitó al pueblo a reunirse a orar en la Iglesia".
Contemporáneamente en el 1528, el vizconde de Lautrec, informado de la dificultad de Nápoles concerniente al hambre y a la sed, marchó sobre Nápoles.
Pero la peste hizo un verdadero exterminio de la tropa de Lautrec.
Los restos fueron entregados a la armada francesa el 8 septiembre de 1528, día de la Natividad de María.
Nápoles fue liberada del enemigo externo, pero continuaba presa del terrible enemigo interno; la peste que no cesaba de provocar muerte y luto.
La epidemia perduraba y atacó con mayor violencia en el mes de marzo. Pero sorpresivamente, el flagelo dio señales de desaparecer.
El periodista Rosso lo atribuyó a la intervención de la Madonna, como el fin de asedio, así quedó purificado de aquella peste:
"En el mes de junio del año 1529, el tercer día de Pascua Rosada (martes de Pentecostés), fue encontrada al lado del muro de la ciudad de Nápoles una imagen de la Madonna Santísima Madre de Dios, por revelación de una viejecita, que habitaba vecino a ella, a la cual le fue prometido por la Madre de DIOS el fin de la peste, como sucedió en efecto. Y por consiguiente la Ciudad de Nápoles dio principio a la edificación de una Iglesia dedicada a la Imagen, con lo titulo de Madonna de Constantinopla, y se espera, que la proteja de dicho morbo que pueda venir en tiempos futuros. Y no solamente la Madonna de Constantinopla liberó Nápoles de la peste, sino también de la guerra…".
La Virgen dijo a la viejecita: "Alégrate, oh Hija, porque se ha aplacado la ira de mi Divino Hijo; lleva esta buena nueva a todos los ciudadanos afligidos. Dirás, de parte mía, que en honor a la gracia que vino acá a la tierra, encontrarán una pintura mía oculta debajo de las ruinas de una antigua capilla. Aquí deseo que, en honor de Mi Hijo Jesús y a Mi Nombre, sea edificada una Iglesia, donde honrándome me haré conocer como la piadosa abogada".
La viejecita fue creída rápidamente porque la ciudad estaba al extremo de sus fuerza por la peste. Efectuada la excavación, se encontraron los restos de una antigua Iglesia dedicada a Santa María de Constantinopla y en una pared la imagen mariana. La Iglesia fue rápidamente re edificada y consagrada el 15 de agosto del mismo año.
La imagen de la Virgen es de inspiración claramente bizantina: el fresco fue puesto sobre una tabla de mármol de un manierista napolitano a fines del 1400.
La Virgen es representada a medio busto, sobre una nube, en el acto de llevar sobre la diestra al Niño Jesús, que lo tiene sobre su pecho.Usa una blusa roja y un manto azul que envuelve toda la cabeza de cabellos rubios. Detrás en lo alto, dos ángeles tienen sostenida una cortina verde que da fondo a la Virgen y a dos personajes que la flanquean: San Juan Bautista y San Juan Evangelista.
Debajo, dos ángeles en el acto de llevar la nube que divide la visión celeste del panorama de la ciudad de Constantinopla presa de las llamas, sobre la cual dos pequeños ángeles tiran agua desde dos ánforas.
Engenio Caracciolo, historiador napolitano del 1600, se refiere con seriedad documentaria, que la Iglesia de Santa María de Constantinopla en Nápoles era "de grandísima devoción y no solo el día de su festividad, sino todos los martes del año concurría todo Nápoles, y buena parte de esa gente se abstenía de comer carne. La fiesta principal del titulo con grandísima solemnidad si celebra el primer martes después de Pentecostés con extraordinaria concurrencia de pueblo".
21 de diciembre de 2023
Nuestra Señora de Monte Umbe
La Virgen se ha aparecido más de un centenar de veces desde el 25 de marzo de 1941 a la señora Felisa Sistiaga de Arrieta, casada y madre de cuatro hijos.
El lugar es una finca forestal de Umbe, en Vizcaya, cerca de Bilbao. Felisa tenía 33 años al comenzar las apariciones.
María toma la advocación de Virgen Pura Dolorosa y está vestida con un manto de terciopelo negro. En el lugar hay un pozo de agua bendecida por la Virgen. De allí brota un manantial, fuente de bendiciones y curaciones. Felisa murió a los 82 años el 10 de febrero de 1990.
"El primer día que yo vine bajé primeramente al pozo, y esta agua desde hoy queda bendecida para siempre y curará a los enfermos y a los sanos que se laven la cara y los pies. Quiero que aquí se levante una capilla" (20/07/69).
"Por todos mi hijos, mis ansias y mis dolores no tienen fin. La falta de fe en la Tierra la llevará al desastre. Si no se hace más caso a las llamadas de Dios, dentro de treinta años, a principios de siglo, se formará una intensa niebla, que no les permitirá verse los unos a los otros. Ninguna luz les servirá para entonces. Durará todo el tiempo que haga falta. Los justos y los dignos no sufrirán nada. Todos mis hijos tendrán que pedir perdón; esto es un aviso del castigo. En el período de tiempo que falta hasta entonces cambiarán dos Papas más. El siguiente a éste será bueno pero morirá pronto..." (23/05/71).
"Me he aparecido en muchos lugares de la Tierra, pero son pocos los que me creen. Antes del castigo les daré un aviso: se iluminará el cielo con una gran cruz que al descomponerse producirá una inmensa luz blanca, de tal fuerza que incluso impedirá ver el sol... A continuación un viento ardiente azotará toda la Tierra. Muchos morirán de la impresión. Pero los que mantengan su fe no sufrirán nada" (22/06/71).
Dice la Virgen: "Hija mía, escucha bien. Sé fuerte en la fe. Como si fueras una niña velaré y siempre estaré a tu lado. Me has pedido una señal para que todos crean en mis palabras. Yo te digo una vez más: el agua seguirá curando. Hoy en tu presencia me dirijo a la humanidad entera, Yo, su Madre y mi Hijo Jesucristo: Si no cambian los hombres como Dios espera, el castigo ocurrirá en un instante y entrarán en terror. Ustedes, verdaderos cristianos de mi Hijo Jesucristo, no lo olviden: oración y penitencia, porque se está acercando el castigo, no te digo ni hoy ni mañana, pero falta poco para que termine el siglo. Los más altos cargos provocan la ira de Dios. No se hace caso a los mensajes, mas van a ocurrir cosas que no entenderán los científicos ni la humanidad entera" (15/11/72).
Es el día del cumpleaños de Felisa y la Virgen le dice: "Estoy contenta, muy contenta con ustedes. Con el rosario vencerán, no lo dejen de la mano, los que lo abandonan perecerán. Vienen días de purificación: disturbios sangrientos, malas cosechas, crisis, hambre, enfermedades y muerte. La Iglesia parecerá que desaparece y quedará como destruida. Yo seré su fortaleza y su consuelo en esos días" (28/02/76).
20 de diciembre de 2023
Nuestra Señora de la Rábida
Según una leyenda sin base histórica, esta imagen fue traída en uno de sus viajes por un marinero de Palos de la Frontera y después, a la llegada de los árabes, fue ocultada en el fondo de la Ría de Huelva. Más tarde la rescataron con sus redes unos pescadores y la devolvieron a la iglesia del monasterio.
Según documentos existentes en la parroquia de San Jorge Mártir de Palos de la Frontera, en una restauración que se hizo en la imagen de la Virgen en el siglo XVIII, encontraron restos de sal y de limo marino, como si hubiera estado sumergida en el mar.
Sí corresponde a la historia el hecho de que Colón y parte de su tripulación oraran ante esta imagen horas antes de iniciar el viaje que los llevaría a las costas del Nuevo Continente.
A lo largo de su historia se le han atribuido múltiples favores y milagros, tanto de sanaciones como de prodigios en favor de la defensa de las costas de la zona de ataques piráticos. Es por ello que muy pronto se la empezó a denominar “de los Milagros”, que comparte con su primigenio y original nombre “de la Rábida”.
La Virgen de los Milagros o Santa María de La Rábida, conocida por ambos nombres indistintamente, es la patrona del monasterio y de Palos de la Frontera. La imagen de la Virgen es una escultura de alabastro de pequeño tamaño (unos 54 cm), fechada en el siglo XIV. Es una muestra del gótico francés, concretamente del manierista y elegante estilo normando, que imprime en la figura una singular curvatura, de manera que cambia de aspecto según se varíe la perspectiva desde donde se contemple.
19 de diciembre de 2023
Nuestra Señora de la Abadía (Brasil)
El culto y la fiesta en honor de Nuestra Señora de la Abadía fueron llevados a Brasil por los portugueses, instalándose, sobre todo, en Goiás, Minas Gerais, Mato Grosso do Sul, Río de Janeiro, São Paulo y otros estados.
Actualmente, el mayor centro de peregrinación de Goiás se encuentra en la ciudad de Niquelândia, en la aldea de Muquém. El Santuario de Nossa Senhora da Abadia, en Romaria, la antigua Água Suja, se encuentra en el Triângulo Mineiro y es en Uberaba donde se concentra esta devoción. La fiesta del 15 de agosto atrae a un gran número de devotos que acuden a venerar a la Virgen de Terras do Bouro. Durante la fiesta de peregrinación, la procesión es interesante, ya que los peregrinos cumplen sus promesas de diversas maneras. Un peregrino lleva, agachado, una pesada piedra. Otro lleva a hombros a un lisiado. Sin camisa, varios llevan velas o jarras de agua en la cabeza. Otros azotan o fingen azotar, y así sucesivamente. Con sus sencillos gestos, los devotos dan gracias por los beneficios obtenidos gracias a la intercesión de la Madre de Dios.
En Sacramento, la Matriz de Nossa Senhora da Abadia, convertida en parroquia en 2010, destaca por su novena y fiesta en honor a la Madre de Jesús, que se celebra desde 1877.
También en la ciudad de Patos de Minas, en la microrregión de Alto Paranaíba, el 15 de noviembre de 1991, se estableció la Parroquia de Nuestra Señora de Abadía, de la Diócesis de Patos de Minas, ubicada en el barrio de Vila Garcia, donde también se celebra la fiesta en honor a la patrona el 15 de agosto de cada año, donde también hay una gran concentración de devotos.
En el municipio de Romaria tiene lugar su fiesta mayor. Nuestra Señora de la Abadía es la patrona de la Archidiócesis de Uberaba y de la ciudad, oficializada por la ley 10.196 de 15 de agosto de 2008, en Minas Gerais, es la titular de la catedral de esta ciudad. Así, la devoción es bastante fuerte y arraigada. Allí se encuentra el hermoso y piadoso Santuario de Nuestra Señora de la Abadía, inaugurado en 1881. Su imagen fue traída de Río de Janeiro. La fiesta del 15 de agosto atrae a los uberabenses y devotos de la región, que participan en aproximadamente 100 mil personas en las ceremonias religiosas con mucha piedad.
En Itauçu (Goiás) también se celebra la fiesta en honor a Nuestra Señora de la Abadía. Participan incluso los Uberabenses que viven fuera de la ciudad.
De Goiás, la devoción se extendió al Triângulo Mineiro y a São Paulo.
En un barrio de la ciudad de Niquelândia (capital del níquel), llamado Muquém, en Goiás, hay una fiesta el 15 de agosto, desde 1750, donde miles de devotos acuden para expresar su veneración a la Virgen María. Es la conclusión de una gran peregrinación entre los días 6 y 15 de agosto, que reúne a un gran número de devotos y fieles. Es la más antigua peregrinación en alabanza a la Virgen de la Abadía en Brasil.
En São Paulo existe una maternidad bajo la protección de la Virgen María. Su fiesta también se celebra el 15 de agosto.
También es patrona de la archidiócesis de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso do Sul, y de la ciudad de Sidrolândia, en el mismo estado.
En Martinho Campos y en Iguatama, ambas en Minas Gerais, la primera en la Mesorregión de Minas Occidental y la segunda en la Mesorregión de Minas Gerais Central, hay otra Iglesia Matriz dedicada a Nuestra Señora de la Abadía, que es la patrona de la ciudad, cuya fundación se debe a dos portugueses de la región de Braga, que fueron los primeros en llevar una imagen de la patrona a la ciudad, cuando se fundó a mediados de la década de 1880. Durante la semana que precede al 15 de agosto, se celebra una novena dedicada al Santo, que culmina con las fiestas en una solemnidad el 15 de agosto de cada año.
Nota: El pasado mayo el Santuario de Nuestra Señora de la Abadía de Romaria, Minas Gerais, fue declarada basílica menor.
18 de diciembre de 2023
Nuestra Señora del Monte Anjara
Del sitio Religión en Libertad:
En Anjara, Jordania, una imagen de la Virgen en un pequeño santuario mariano dentro de un convento derramó lágrimas de sangre en 2010, ante la mirada asustada de una religiosa que estaba limpiando cerca.
El Patriarca latino de Jerusalén examinó el caso, lo dio por verídico y se colocó una placa junto a la imagen registrando el hecho, aunque falta un reconocimiento de más nivel con un análisis de su significación espiritual.
No es muy común en pleno siglo XXI que una autoridad eclesial católica dé un "visto bueno" ágil a un fenómeno de lacrimación. El hecho de que sucediera en un convento y en la presencia de una religiosa, y que no fuese acompañado de mensajes ni de más acontecimientos misteriosos puede haber facilitado el reconocimiento por parte de la Iglesia. Los restos de las lágrimas de sangre aún se observan en la imagen de la Virgen.
Aunque la religiosa testigo de los hechos es egipcia, el convento pertenece al Instituto del Verbo Encarnado y a su rama religiosa, las Hermanas de Matará, una congregación joven de origen argentino , por lo que ha contado con cierta difusión en lengua española, pero en general el suceso es poco conocido fuera de Jordania.
Anjara es una pequeña ciudad de Jordania. Está ubicada al noroeste de Jordania, en los Montes Galaad, y es nombrada en el Antiguo Testamento como Mispah de Galaad (Jueces 11, 29-40). A 7 km de allí nació el profeta Elías (las autoridades turísticas jordanas insisten siempre, en pugna con las israelíes, que Elías predicaba en el lado jordano del Río Jordán y que San Juan Bautista, que emulaba su ministerio, también lo debía hacer).
Anjara es de mayoría musulmana, pero cuenta con una parroquia católica y otra ortodoxa. La parroquia católica, dedicada a Nuestra Señora de la Visitación, tiene unos 600 fieles.
Hay tradición en el lugar -defendida por cristianos y musulmanes locales- de que Cristo y la Virgen durmieron allí en una gruta volviendo de Jerusalén, de camino a la Decápolis para predicar el Evangelio.
Aunque hay clérigos y comunidad católica allí desde mediados del siglo XIX, el pequeño santuario dedicado a la Virgen del Monte nació en la tercera década del siglo XX, una época de gran dinamismo de la comunidad local, cuando se fundó, por ejemplo, un hogar para niños huérfanos y abandonados que aún hoy atiende a unos 200 niños, hoy con el apoyo de las religiosas del Verbo Encarnado.
En esa época el párroco, Yousef Salmeh Nammat, puso la actual imagen de la Virgen María (italiana, tiene entre 150 y 200 años) en un pequeño santuario imitando una gruta, como la que dice la tradición que alojó a la Virgen.
Muy pronto sucedieron algunos signos portentosos. Por ejemplo, una mujer musulmana soñó con la Virgen. "Hija mía", dijo la Madre de Jesús en el sueño, "¿qué deseas de mí? Visítame". La musulmana acudió al lugar, con su marido, y le pidieron un hijo varón porque ya tenían 5 chicas. Nueve meses después dio a luz a un chico, y así se lo contó al obispo católico cuando lo vio en el hospital.
El caso es que en Jordania no hay más santuarios marianos que este, que actualmente congrega unas 4.000 personas en las fiestas grandes de la Virgen, y oficialmente ni siquiera tiene la categoría de santuario. A esta Virgen la llaman Nuestra Señora del Monte, o bien, la Virgen de Anjara. Con la llegada de más fieles, la antigua gruta se amplió, con una ermita, y luego con el actual templo.
En 2003 llegaron a Anjara los religiosos de la familia del Verbo Encarnado, y en 2005 el padre Hugo Alaniz como párroco.
El día 6 de mayo de 2010 tuvo lugar el suceso de las lágrimas. Lo cuentan así los religiosos del Verbo Encarnado en su web en español: “Una de nuestras hermanas, mientras limpiaba el Santuario, al empezar a limpiar alrededor de la puerta cerrada de la gruta donde está la imagen de Nuestra Señora del Monte -cuyas llaves de la puerta están en nuestra casa-, vio a través del vidrio como que la imagen parpadeaba. Pensó en ese momento que podría haber sido por el reflejo del agua que hubiese quedado en el vidrio. Pero al acercarse a la imagen vio que su aspecto era no ya de madera sino que había tomado un aspecto natural. En ese momento la Virgen parpadeó de nuevo e inmediatamente empezaron a caer dos lágrimas de sangre de sus ojos. La hermana no pudo contener sus nervios, se asusto y gritó. Dos de las niñas que trabajaban con ella vieron también el hecho, mientras la hermana ya en la puerta del Santuario con señas trataba de explicar a otras personas lo sucedido. La imagen tomó un aspecto natural, como de una persona viva. La hermana que la vio dice: “los ojos se me fueron a la imagen”, expresión literal traducida del árabe que significa que se sintió atraída a mirar la imagen. Luego de haber caído dichas lágrimas cesó el llanto quedando las mismas sobre las mejillas de la imagen. Allí se secaron".
Esta religiosa pertenece al Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará (la rama femenina del Instituto del Verbo Encarnado), es de nacionalidad egipcia, su familia es ortodoxa, y ella se llama Mariam Um al-Kanisa, que significa María Madre de la Iglesia.
La primera reacción la religiosa fue pensar que no estaba viendo bien y dice que se asustó mucho. Cuando contó lo sucedido lo hizo de modo sencillo y natural. Desde que sucedió lo de las lágrimas la gente la busca permanentemente, se puede decir que la persigue: quieren que cuente lo que vio, qué interpretación le da, qué le estaba rezando a la Virgen cuando sucedió. Ella intenta escapar de la gente. Cuando no lo consigue suele explicar: “¡Yo no estaba rezando, solo estaba limpiando!”
Las autoridades eclesiales que investigaron el caso fueron el entonces Patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal (que pastorea Israel, Palestina, Chipre y Jordania) y el obispo auxiliar para Jordania, Selim Sayegh.
Hicieron cerrar el santuario hasta que llegasen las hermanas del Rosario que son enfermeras y dirigen un importante hospital en Irbid, al norte de Anjara, para hacer el análisis de las lágrimas que habían bajado de los ojos de la Virgen. Ese análisis confirmó que se trataba de sangre humana. Los testigos fueron interrogados y considerados veraces. La posibilidad de fraude se desestimó.
Queda por promulgar un análisis espiritual de los hechos, pero por el momento las autoridades han permitido una placa describiendo el hecho en el lugar. El párroco piensa que es un gesto de la Virgen que llora especialmente por la Iglesia que sufre.
Cuando se conoció el evento sorprendente, aumentaron las confesiones, la asistencia a misa, la llegada de peregrinos y la devoción popular en la ciudad y en buena parte de Jordania. Incluso muchos musulmanes se acercan al santuario.
Cada año, el tercer viernes de junio, la parroquia commemora el hecho con un rosario, una misa festiva y una procesión con himnos marianos. Se juntan hasta 4.000 personas, incluyendo cristianos de distintos ritos e iglesias, y también algunos musulmanes.
17 de diciembre de 2023
Nuestra Señora, Arca de Dios
Imaginemos que en cierta ciudad hay un rico terrateniente, el más grande de su tiempo. Este honrado señor quiere beneficiar a quienes trabajan en su campo concediéndoles favores mucho más opulentos de lo que merecen. Para ello, envía emisarios invitando a los transeúntes a acudir a su campo para cultivar sus tierras, concediendo a cambio la posesión de las mismas y parte de los tesoros contenidos en su valioso cofre de oro.
Sin embargo, aunque son muy pocos los invitados que atienden a su invitación, la bondad del terrateniente no se conforma con el número de jornaleros a los que beneficiará, y decide repartir los valiosos objetos de su cofre por las calles para convencer a los habitantes de la ciudad de que acudan a sus campos.
Para su sorpresa, muchos rechazan los tesoros, otros insultan a los mensajeros que llevaban el cofre y, por desgracia, no son pocos los que intentan tirarlo al suelo para destruirlo, pues afirman que su ciudad les resulta más atractiva que los tesoros ofrecidos, ya que son más seductores. Sin embargo, unos pocos, al ver el generoso regalo de aquel caballero, se ponen en camino hacia sus campos, con la intención de servir a tan amable propietario.
Cuál es su sorpresa cuando, a cambio, reciben no sólo tierras y parte del tesoro, ¡sino todo el cofre de oro!
"¡Pero si ésta es una ciudad de necios!", pensarán algunos lectores.
Sí, esta historia transcurre en nuestro [¿¡loco!?] siglo. Esta ciudad y sus habitantes somos nosotros; el dueño, Dios; el cofre rechazado, María Santísima, y los trabajadores, los hijos fieles de la Iglesia.
Al escuchar la primera lectura de la Misa de Vigilia de la Asunción de la Santísima Virgen María, nos damos cuenta de que David convocó a todo Israel en Jerusalén para transportar el arca del Señor al lugar que había preparado para su cobijo (cf. 1 Cr 15,3). En efecto, Dios quiso convocar a toda la tierra en Jerusalén, seno de la Santa Iglesia, para transportar el Arca del Señor, la Virgen Inmaculada, al lugar que había preparado para ellos: el Reino de María.
Dios quiso dar a la humanidad un tesoro preciosísimo, su propia Madre Santísima, rica en virtudes y gracias insondables, pero ha sido muy rechazada y olvidada en los últimos tiempos. Ni siquiera con sus innumerables apariciones, como las de Lourdes o Fátima, los hombres han sido capaces de prestar atención a sus palabras y profecías, porque el mundo los ha fascinado con sus fantasías y placeres seductores.
En Fátima, Dios prometió la instauración de su Reino mediante el triunfo del Corazón Sapiencial e Inmaculado de María; pero, ¿qué han elegido los hombres? ¿El reino de Satanás?
Los necios. Es decir, los que eligen los males del mundo y el pecado en lugar del tesoro más precioso de Dios: ¡María!
En efecto, ¿dónde están las promesas de paz y tranquilidad que anuncia el mundo? Guerras, muertes, incomprensiones, injusticias, escándalos y toda clase de males, eso es lo que ha sembrado este siglo, como ya había predicho Nuestra Señora en Fátima. Por el contrario, los que han decidido servir al Señor están dotados de los tesoros de las gracias y virtudes de Nuestra Señora. Están revestidos de las vestiduras de ese Reino venidero, es decir, de la vestidura de la integridad, de la ortodoxia y de la fe. Y por ello también reciben a cambio persecución e incomprensión, porque traen al mundo la presencia de ese Divino Dueño, Dios mismo, rechazado por los que pertenecen al mundo.
Hoy se tiene la impresión de que somos como los Apóstoles cuando vieron la partida de Nuestra Señora de este mundo. Ciertamente, la Asunción les causó cierta constricción y dolor por la ausencia de Aquella que prolongaba la presencia de Nuestro Señor. Sin embargo, sus almas estaban alegres, pues creían que Ella y Él seguían presentes en sus corazones.
Pero en este mundo, ¿dónde está la Virgen? ¿Dónde podemos encontrar sus tesoros, sentir su presencia? Uno tiene la impresión de que hoy en día la Virgen está "dormida" en relación con el mundo, pues intentan en vano arrojar esta Arca al suelo; la desprecian e incluso la insultan, como hacen con la Santa Iglesia.
Sin embargo, debemos recordar que permanece en el corazón de aquellos que la sirven con integridad de vida, sean cuales sean estos fieles bautizados.
Esta ausencia que sentían los Apóstoles, mientras tanto, preparaba el triunfo y la mayor gloria de Dios por medio de la persona de Nuestra Señora. En cierto sentido, pues, la venganza de Dios contra la obra de Satanás llegó a su culminación con la Asunción de María -precedida de su "dormición"-, siendo más humillante para los infiernos la subida a los cielos de Aquella cuyo talón aplasta eternamente la cabeza de la serpiente que la Resurrección y Ascensión del propio Nuestro Señor Jesucristo.
Así, en nuestros días, tales acontecimientos parecen revivir sobrenaturalmente, pues cuanto más parece alejarse de este mundo la presencia de Nuestra Señora, más cerca están su presencia y su intervención misericordiosa.
Llevar esta Arca del Altísimo -la devoción a la Virgen- con una fe elevada y gozosa es la súplica que Dios hace hoy a sus hijos, todavía en el calor de la solemnidad de la Asunción.
Por Guilherme Motta