14 de octubre de 2023

Una octava espada en el Corazón de Nuestra Señora

Ejemplo 32 de Las Glorias de María: 

Narra el P. Reviglione, jesuita, que un joven tenía la devoción de visitar cada día una imagen de la Virgen dolorosa que tenía siete espadas en el corazón. 

Una noche el infeliz cayó en un pecado mortal; al ir por la mañana a visitar la imagen, vio en el corazón de la Virgen no siete espadas, sino ocho; mientras las contemplaba asombrado, le pareció entender que por su pecado estaba aquella nueva espada en el corazón de María. 

Enternecido y compungido fue enseguida a confesarse, y por la intercesión de su abogada recuperó la gracia de Dios.

ORACIÓN DE DOLOR DE LOS PECADOS

Bendita Madre mía, María;
no sólo con una espada,
sino con tantas cuantas son mis pecados
te he traspasado el corazón.

 Señora mía, no eres tú, la inocente,
sino yo, reo de tantos delitos,
quien debe sufrir las penas.

Pero ya que has querido
padecer tanto por mí,
consígueme por tus méritos
un gran dolor de mis culpas y paciencia
para soportar los trabajos de esta vida.
 
 Siempre serán muy leves para mí,
 que tantas veces merecí la condena.

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