En 1302, la ciudad de Messina estaba a merced del ataque francés. La batalla fue durísima, pero los pero los habitantes de Messina no estuvieron completamente solos para combatir.
Durante la batalla hizo aparición una majestuosa Dama Blanca sobre la cual los franceses no podían sostener la mirada. Fue vista en los puntos de los neurálgicos de la batalla encendiendo velas blancas sobre la muralla que se volvía inatacable, y arqueros invisibles lanzaban flechas que afectaban a las tropas de Carlo de Angiò, por lo que los franceses presos del miedo se batieron en retirada.
Aquélla misteriosa Dama Blanca que lanzaba flechas y defendía la muralla con las velas blancas no era otra que la Madonna, que invocada, acudía en ayuda de su pueblo.
Después de esta nueva aparición, asustados los franceses, dejaron el asedio y abandonaron la ciudad. Ese lugar donde apareció la Dama Blanca ha sido un lugar sagrado para los messinos.
Otra señal que se produce en los últimos meses de guerra fue que algunas galeras procediendo del Sur, inesperada y milagrosamente forzaron el bloqueo y entraron en el puerto para aprovisionar la ciudad, sin que los franceses pudieran impedirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario