Desde el tiempo de la Roma antigua, la Roca Tarpeya ha sido un lugar de suplicio. Es ahí que se llevaban a cabo las condenas capitales hasta la mitad del siglo XVI.
Estamos en 1385 cuando el noble Giordanello degli Alberini, condenado al patíbulo, destinó dos florines para que a los pies de esta roca se pintara una imagen de la Virgen, precisando la ubicación "ante furcas et locum iustitie", es decir en el lugar de las ejecuciones, frente a las horcas.
La idea era que, antes de ser ajusticiados, al ver la imagen, los prisioneros rezaran y recibieran el consuelo en sus últimos momentos de vida. Su voluntad testamentaria fue llevada a cabo por su hijo y la imagen se pintó en un muro cercano a la iglesia de Santa Maria delle Grazie.
Una noticia de 1470 llamó la atención sobre la imagen. Un condenado a muerte, inocente, al pasar frente a la Virgen para llegar al lugar donde sería ahorcado, le dirigió unas plegarias para que se reconociera su inocencia. También la madre del condenado oraba frente a la imagen y en el llanto oyó una voz: "Ve, que has sido consolada". Poco después el hijo se reunió con ella y le contó cómo una mujer bellísima la salvó de la horca. La noticia se difundió rápidamente y el pueblo acudió a venerar la imagen que desde entonces lleva el nombre de "Virgen de la Consolación".
De ahí el origen del nombre de la iglesia, construida en 1470. La imagen fue colocada en la iglesia, que pronto y muchas veces fue engrandecida hasta alcanzar las dimensiones actuales a finales del 1800.
La Virgen de la Consolación se encuentra en el ábside: la Virgen está sentada en un peldaño, envuelta en un manto azul. Sobre las rodilla lleva al Niño, de pie, que bendice. La imagen es atribuida a Antoniazzo Romano, que intervino probablemente en la imagen original pintada sobre la pared externa, y a quien muchos le atribuyen la paternidad de esta pintura.
En las capillas que están junto al ábside están colocadas las reproducciones de otras dos imágenes milagrosas: el icono de Santa María de las Gracias y la imagen de Santa María en el Pórtico.
Detrás del ábside de la iglesia, afuera, está situada una edicola o nicho de la "Virgen de las Gracias", que se remonta al 1658. Es llamada "Consoladora de los afligidos" y fue colocada ahí como signo de reconocimiento por la liberación de la ciudad de la peste, como se lee en el epígrafe: “Chr(ist)o Redemptori ac sanctissimae Eius genitrici Mariae urbe a pestilentia liberata gloria sempiterna”. La pintura representa a la "Virgen con el Niño". Con ocasión de la restauración de 1787 se añadió otra inscripción dirigida a los transeúntes: "Qui con dimessa fronte o passeggier t’arresta qui delle grazie è il fonte di Dio la Madre è questa mirala piangi e prega che Ella a devoti suoi grazie non nega".
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