En el año 1418, Nuestra Señora de Haut, en Henao, restauró a la vida a una mujer joven, de nombre Jane Maillard, que estaba sacando agua de un pozo muy profundo, cuando cayó al fondo. Ella fue llevada a su hogar muerta, pero su madre había recibido una promesa de Nuestra Señora de Haut, y de inmediato dio señales de vida.
Cuando la ilustre Santa Isabel de Hungría se enteró de la triste noticia de la muerte de su marido Luis de Turingia, que se embarcó rumbo a Palestina en Otranto, para las cruzadas, recibió al mismo tiempo cuatro valiosas imágenes de la Virgen negra (1231). La princesa buena comparte este tesoro con su amada hija Sophie de Turingia, que se casó con el duque de Brabante, Enrique el Magnánimo, que a su vez lo dejó a su hija Matilda, la condesa de Holanda, quien la dio a la iglesia de San Martín en 1267. La iglesia fue declarada basílica en 1946., una de estas imágenes sagradas se llevó a la aldea de Hal. (HAUT).
Fue una figura de dos metros de altura, tallado de madera, ennegrecida por el tiempo, pero se mantuvo intacta e incorrupta. La Virgen sostiene a su Hijo divino en el brazo derecho y un lirio en la mano izquierda. Ella fue colocada en 1267, en una capilla agraciada. La iglesia atrajo a peregrinos por los milagros que María tuvo a bien hacer.
Durante los disturbios religiosos, cuando los mendigos saquearon iglesias, violado las tumbas, cuadros quemados, las artes y los enemigos de la fe, Olivier Van der Tympel, que los mandó a Bruselas, decidiendo un día hacer un intento de saqueo en Hal.
Llegó por la noche, 10 de julio de 1580, con un destacamento de mendigos, que pusieron sus escaleras sin hacer ruido contra las paredes siendo halagado por haber sitiado la ciudad. Pero Notre Dame no dormitaba, cuenta la tradición , los ciudadanos de Hal despertaron y corrieron a las murallas. Un Zuick subió la escalera, diciendo que en un cuarto de hora que le cortaría la nariz a la Virgen de Hal.
– "Yo, Risselmann" respondió su compañero, "me la llevaré a Bruselas, donde la atornillaré a la plaza principal". Al terminar estas palabras, una bala lo mató.
Es en memoria de este tema el 10 de julio de cada año una procesión recorre todas las paredes. Por la noche, la gente construye en sus casas unas cabinas pequeñas de color verde, se enciende, con una figura grotesca dándole el nombre de Olivier Van der Myn Tympel Heer. Ellos llamaron a este festival conmemorando la escalada de Bruselas.
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