En la localidad de Santa María, Laguna, se construyó una sencilla pero histórica parroquia como humilde santuario de la Patrona de la Orden Franciscana, Nuestra Señora de los Ángeles que posteriormente se convirtió en la patrona de la localidad. La singular historia del origen de la Virgen de Santa María, Laguna, muestra cómo Nuestra Señora se dio a conocer a sus hijos y se convirtió en su amorosa Madre y Protectora a lo largo de los siglos.
La venerada imagen de Nuestra Señora de los Ángeles de Santa María, Laguna, es una imagen de la Virgen con el Niño que se cree que es tan antigua como el propio pueblo. La imagen se encuentra sobre una base de nubes con querubines, lleva un conjunto de joyas, coronas y el diagnóstico Doce Estrellas para la Virgen. Ambos tienen un conjunto de vestimentas de diferentes materiales, desde ornamentos pulcramente bordados hasta una plancha de metal. El rostro de la Madre y del Niño era sereno y acogedor. Lo singular de esta imagen es que la Virgen lleva un calzado de plata, algo inusual en cualquier imagen mariana venerada en el país.
Con el paso del tiempo, la imagen ha sufrido algunas restauraciones. Se mantuvo intacta hasta el año 2010. Fue repintada por un artista desconocido en Pakil en el año 2010, Pasaron un par de años, la imagen ha visto agrietada la encarna alrededor de la imagen, la camarera y el recamadero decidieron repintar la imagen debido a las condiciones existentes. y en el año 2015, la imagen volvió a ser restaurada y la restauración fue ejecutada por Celia Cagayat, una artista de Paete.
Originalmente, el pueblo de Santa María es conocido como "Cabuoan" y los residentes creen que el pueblo fue rebautizado como "San Miguel de Cabuoan" por el Rev. Padre Antonio de la Llave, OFM. El pueblo volvió a ser rebautizado, esta vez como "Santa María", debido a un hecho insólito que tuvo lugar allí.
En algún momento de 1613, había un matrimonio que se disponía a volver a casa desde el mercado después de haber intercambiado sus productos para cubrir sus necesidades básicas. En un momento dado, escucharon que algo podría haber caído por parte de un mercader. La pareja pensó que se trataba de una pieza de porcelana dejada caer por un mercader chino, pero para su sorpresa, encontraron en el lugar una imagen de la Santísima Virgen María con el Niño Jesús tirada en el suelo. La pareja se llevó a casa la imagen y la consagró en el altar de su casa.
Al día siguiente, la pareja se sorprendió de que la imagen hubiera desaparecido de su altar e inmediatamente buscó la imagen. A la pareja se le ocurrió ir al lugar donde la habían encontrado: el mercado. Al llegar al mercado, vieron a un grupo de mujeres que intentaban clavar algo en el suelo, pensando que era un trozo de marfil. La pareja y las mujeres inspeccionaron el objeto que resultó ser la imagen de la Virgen. La pareja y el pueblo se dieron cuenta de que la Virgen deseaba tener una iglesia.
En 1613, el Reverendo Padre Gerónimo Vásquez, OFM construyó inicialmente la iglesia en el lugar donde la pareja encontró la imagen de la Virgen y que más tarde se llamaría como Nuestra Señora de los Ángeles, La Patrona de la Orden Franciscana. Años más tarde, el nombre del pueblo "San Miguel de Cabuoan" fue cambiado formalmente de nuevo por el de "Santa María de los Ángeles" para conmemorar el hallazgo de la imagen de la Virgen y colocar formalmente el patronazgo del pueblo a la Virgen de los Ángeles.
La iglesia fue destruida por el levantamiento chino de 1639 y fue reconstruida en 1669 por el padre José de Jesús María, así como la rectoría. Al igual que las demás iglesias de Laguna, la iglesia de Santa María sufrió graves daños en los terremotos de Luzón de 1880. Fue reconstruida por el padre Leopoldo Arellano en 1891. La fachada de la iglesia aún se conserva en la actualidad. La iglesia volvió a quedar parcialmente destruida durante el terremoto del 20 de agosto de 1937, pero no se reconstruyó hasta después de la Liberación en 1945.
Desde el hallazgo de la imagen, inmediatamente comenzó la devoción a la Virgen de Los Ángeles y numerosos milagros atribuidos a su intercesión. Se convirtió en la protectora de la ciudad frente a los desastres naturales, las revoluciones e incluso la devastadora Segunda Guerra Mundial.
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