Nuestra Señora de Tijvina

 Del sitio Un Minuto con María:

El icono de la Madre de Dios de Tijvina es, según la tradición, uno de los iconos de la Virgen María que fue pintado por el evangelista san Lucas. En el siglo V, se trasladó de Jerusalén a Constantinopla, donde se construyó la Basílica de Santa María de las Blachernes. A diferencia del icono de Nuestra Señora de Smolensk, el de Tijvina es más suave, más tierno. María se inclina levemente hacia el niño Jesús. Su fiesta es el 26 de junio, según el calendario juliano, o el 9 de julio, según el calendario gregoriano.
En 1383, 70 años antes de la caída de Constantinopla, el icono desapareció de las Blachernes y apareció en las aguas del lago Ladoga, en el principado de Novgorod, Rusia. Luego fue trasladado a Tijvina donde se fundará un monasterio en honor a la Virgen de Tijvina. Al principio, en el lugar de la aparición del icono, se construyó una iglesia de madera en honor a la Asunción de la Virgen. En 1560, por orden del zar Iván el Terrible, se construyó un monasterio en Tijvina, rodeado por un muro de piedra. Durante la época de Iván el Terrible y el Metropolitano Macario, el icono milagroso fue llevado regularmente a Moscú.
El culto al icono de la Madre de Dios de Tijvina se extendió especialmente en Rusia después de los acontecimientos de los años 1613-1614. En este momento de la Guerra de Ingria, las tropas suecas, después de tomar la ciudad de Novgorod, intentaron repetidamente destruir el monasterio de Tijvina, que fue salvado, según la tradición, por la intercesión de la Madre de Dios. A medida que se acerca el ejército sueco, los monjes deciden huir del monasterio, llevándose el icono del milagro, pero no pueden moverlo. Los más débiles permanecen en el monasterio, esperando en la protección de la Madre de Dios. Sin embargo, este número insignificante de defensores del monasterio repele con éxito los ataques de las fuerzas enemigas, ¡que eran muy superiores a ellos!
Más tarde, esta copia fue llevada a Moscú y colocada en la Catedral de la Dormición, luego, por petición de los novgorodianos, participantes en la guerra contra los suecos, se envía a Novgorod y se coloca en la catedral de Santa Sofía en Novgorod.