Del sitio Gaudium Press:
Fridefont, es una pequeña comuna al sur de Francia, en el departamento de Cantal, más o menos entre París y Montpellier.
Su iglesia, un pequeño-gran encanto, como muchísimas de las que se
encuentran en la campiña francesa. Un templo encantador que en el año
2001 fue violentado.
Días antes, varias de las piezas especialmente significativas de la
iglesia de Fridefont habían sido trasladadas a París, para una
exposición. Pero justo después de la exposición, 15 de estas piezas
fueron robadas, tal vez por la visibilización que habían obtenido en la
exposición en la capital francesa. Esto en el 2001.
Pero, sorpresivamente, en el 2016, llega un día una encomienda por
correo al alcalde de la población, Pierre Chassang. La abre y encuentra
con alegría que es tal vez la pieza robada más preciosa, la de la Virgen
negra. El rostro de la Virgen había sido perfectamente restaurado, y
también otras partes de la estatua.
El remitente no era identificable, pues la dirección de expedición
era falsa. Hipotetiza el alcalde que la imagen había sido remitida por
un coleccionista que se ha arrepentido de hacer robar la valiosa imagen,
una estatua del S. XVII.
Si fue devuelta en el 2016, ¿por qué hasta ahora se conoce el hecho?
El alcalde había decidido no darle publicidad al regreso de la Virgen
por correo, para no atraer la atención de nuevos ladrones. Un problema
de conciencia restaba, y es que las anteriores habían sido robadas
justamente por la publicidad.
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