Del sitio Ibili mari pili:
Un manantial subterráneo fue el origen de Leintz Gatzaga. Sus aguas salinas le dieron la vida y durante siglos esculpieron en piedra una historia que hoy se descubre ante nosotros. Este pequeño pueblo amurallado, mantiene con orgullo sus calles medievales, conserva sus palacios y recuerda su pasado con un bello museo al aire libre. Enclavado en las laderas del alto Deba, conserva un rico patrimonio cultural y natural que debemos visitar.
Entre ellas el Santuario de Nuestra Señora de Dorleta. Emplazada sobre las ruinas del castillo construido anteriormente para defender la explotación salina, este pequeño templo se reserva sus encantos. Repartidos al azar en sus muros exteriores, se pueden encontrar piezas decoradas con adornos y tallas provenientes de alguna construcción anterior. En su interior, la Virgen de Dorleta, patrona de los ciclistas recibe visitas y ofrendas como maillots, guantes o incluso bicicletas.
Hay quien dijo que aquí se guardaba una de las espinas de la corona de Cristo, pero lo que sí es cierto es que entre estas paredes, se pudo contemplar hasta hace no mucho tiempo, una verdadera obra de arte. Según se cuenta, el Santuario mostró durante años un bello lienzo con la imagen de San Francisco De Asís. Era un hermoso cuadro donado por un vecino de Leintz Gatzaga que resultó ser una obra original del Greco. Hoy día se guarda en un almacén del Museo Diocesano de Donostia esperando un lugar para ser expuesto mientras una réplica del mismo se exhibe en las paredes de Dorleta.
El 8 de agosto de 1960, el Papa Juan XXIII, recibía en audiencia especial y extraordinaria a tres jóvenes que pedalearon desde Gasteiz a Roma a lomos de sus bicicletas, con una curiosa petición; la canonización de Nuestra Señora de Dorleta como patrona de los ciclistas. José Luis Sáez y Luis y Ángel Serrano portaban consigo la ilusión y el trabajo de un grupo de cicloturistas vascos que años antes ya había conseguido el apoyo del párroco de Leintz Gatzaga, del obispado de Donostia y de las federaciones guipuzcoana, vizcaína y española.
Gran aficionado al ciclismo, el conocido como “Papa Bueno” no se lo pensó dos veces, aprobó la iniciativa y otorgó su bendición. Apenas 20 días más tarde, el 28 de agosto, la Virgen de Dorleta era proclamada “Patrona universal de los ciclistas”. Hoy la devoción sigue en pie y en el interior del Santuario de Dorleta, como en la imagen instalada a apenas un kilómetro del puerto de Arlaban, se apiñan ramos de flores, maillots y otras ofrendas en señal de agradecimiento y devoción. Además del templo de Leintz Gatzaga, existen otros dos santuarios dedicados al ciclismo. El más cercano es la capilla de Notre Dame des Cyclistes ubicado Labastide d'Armagnac, en el departamento francés de las Landas, sin embargo el más conocido y de mayor tradición está en Italia, en la cumbre del puerto Gishallo, cerca del lago de Como, es la Madonna de Gishallo.
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