Del sitio El Diario:
Todavía recordamos con verdadera emoción aquella fecha memorable para
Pereira. Cuando en 1608 se apareció la Virgen en aquel lienzo feo y
roto, que había lavado María Ramos, aquella buena mujer.
La
imagen de la Virgen desde el comienzo se hizo popular no sólo por la
belleza del cuadro en sí, sino también por la cantidad de favores que
empezó a dispensar, a tal punto que el Padre Prior, ordenó el traslado
de la Imagen de la casa de María Ramos a la Capilla del convento.
En 1691 cuando Cartago tuvo que desplazarse a orillas el rio La vieja,
lo primero que llevaron fue la imagen de la Virgen que fue conducida
procesionalmente.
Años después, el Padre Antonio Cañarte en 1863, viene a la refundación
de Pereira, trae la imagen de la Virgen. Ya no la original, sino una
copia pintada por Joaquín Jaime Santibáñez, oriundo de Cartago que la
había pintado por encargo de doña Gertrudis Soto, matrona de la época.
El cuadro traído por el padre Cañarte es el que hoy preside el ábside de la Catedral, acuñado con su hermoso marco de plata.
En 1954 Monseñor Baltasar Álvarez Restrepo, justo el 12 de octubre
cuando se celebrara el Congreso Mariano en Pereira, consagró la Diócesis
de Nuestra Señora de la Pobreza.
La Virgen de la Pobreza es doblemente patrona de Pereira: primero su
nacimiento a orillas del río Otún y porque el 8 de septiembre el Padre
Cañarte la declaró patrona de la ciudad y es Patrona de la Diócesis, por
la consagración que hizo Monseñor Baltasar en ese congreso mariano en
1954.
Siendo la Virgen de la Pobreza, la celestial Patrona de Pereira, debemos
pedirle que nos enseñe a escuchar la Palabra de Dios y a vivirla con fe
en la humilde aceptación de la voluntad divina. Que nos enseñe a acoger
a Jesús en nuestro corazón como signo de esperanza, de resurrección y
de vida para todos y sobre todo, que nos enseñe a seguir siempre tras de
las huellas de Jesús y a configurarnos con Él para que el mundo crea en
El y llegue a la plenitud de la verdad. Y por último que bendiga a
Pereira con el donde la paz, la ciudad que tanto la ama.
Ver también: Nuestra Señora del Rosario
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