25 de septiembre de 2018

Nuestra Señora de las Gracias de Córcega

Del sitio María de Nazaret:

El Santuario de Nuestra Señora de las Gracias de Lavasina se encuentra en un promontorio al norte de la isla de la belleza, no muy lejos de Bastia. Es este importante lugar espiritual al que a veces se ha llamado "la Lourdes de Córcega". 

La historia comienza en el siglo XVI: una familia de marineros, los Danese, comerciaban vino entre Roma y Córcega. Un cliente de Roma, temporalmente insolvente, que le debía dinero a la familia Danese, ofreció cancelar su deuda enviando un cuadro de la Virgen María.

En el embalaje del cuadro, inexplicablemente, se encontró la suma exacta, en efectivo, de la deuda pendiente.
Este hecho prodigioso golpeó muchas mentes y los daneses decidieron utilizar esta suma milagrosa para construir una pequeña capilla dedicada a la Virgen, en la que se instaló el cuadro: en primer plano del cuadro aparece la Virgen arrodillada dando un beso al Niño y cubriéndolo con su velo; en segundo plano vemos a Isabel, su prima, a Juan el Bautista niño y, en el fondo, a San José.

El primer milagro famoso de Nuestra Señora de Lavasina tuvo lugar en 1675, cuando una religiosa de Bonifacio, Sor María Inés de 40 años de edad, paralítica de ambas piernas durante años, decidió ir en peregrinación a Nuestra Señora de las Gracias de Lavasina...

La hermana María Inés fue transportada allí, y después de rezar, le untaron las piernas con el aceite de la veladora ardiente del cuadro de Nuestra Señora; fue entonces cuando ocurrió el prodigio: la religiosa se levantó y comenzó a caminar, para gran sorpresa de todos. 

Ya en 1675, el obispo decidió construir una gran iglesia en lugar de un pequeño santuario.

En 1859, los franciscanos fueron llamados a ser los guardianes del santuario y un convento fue construido para ellos junto a la iglesia de Nuestra Señora de las Gracias y en 1952, la Virgen de Lavasina fue coronada.

Después del milagro de 1675, las paredes del santuario no han dejado de cubrirse con exvotos de acción de gracias por los innumerables favores y milagros obtenidos en este connotado lugar de gracias marianas. 

La festividad Mariana que reúne la mayor multitud en Lavasina es la del 8 de septiembre. Ahí se canta entonces el himno corso a la Virgen:

"Salve, Reina y Madre Universal, cuyo favor nos lleva al Paraíso...
Por ti suspira y gime nuestro corazón afligido en un océano de dolor y de amargura.
Acoge a estos miserables, en los pliegues de tu santo velo y muéstranos en el cielo a tu Hijo.
¡Danos la victoria sobre nuestros enemigos, y la gloria eterna, en el Paraíso! "

En 1903, la ley de expulsión de "congregaciones no autorizadas" interrumpió la presencia de los franciscanos durante 10 años. El 4 de octubre de 1913, el clima se volvió menos sectario, el obispo de Ajaccio, monseñor Desanti, resueltamente favoreció el regreso de los franciscanos.

Finalmente, en 1938, para evitar una nueva expulsión, Monseñor Rodié erigió el santuario como una iglesia parroquial, sirviendo a los territorios de Lavasina y Miomo, y el capellán recibió el título de párroco, lo que lo hizo inamovible.

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