8 de noviembre de 2017

Nuestra Señora de Bavaria o Mariensäule


La Patrona de Baviera (lat. Patrona Bavariae) es una advocación mariana como santa patrona del Estado Libre de Baviera, el mayor de los estados federados alemanes, ubicado en el sur de Alemania.
La veneración de la Virgen María en Baviera tiene una larga tradición. La primera Iglesia de Santa María fue construida en el siglo VIII en el obispado de Freising, situado en el sur del estado. Pero según la tradición, en Baviera el culto mariano se remonta al siglo V. A partir del siglo VIII se construyeron innumerables iglesias y capillas consagradas a la Virgen María con el apoyo financiero de los duques bávaros. Algunas de ellas se convirtieron en lugares de peregrinación, y la peregrinación a los santuarios marianos se volvió una tradición familiar.
En el siglo XVI, con el advenimiento de la Reforma Protestante en Europa Occidental, el culto mariano en Baviera se consolidó aún más, ya que la veneración de los santos, y especialmente de la Virgen María, se convirtió en la característica distintiva de la fe católica. Hacia 1610 el Duque de Baviera y Príncipe elector Maximiliano I (1573-1651) ordenó la proclamación solemne de la Virgen María como santa patrona de su territorio y mandó acuñar dicho motivo en una moneda. Dado que era sumamente religioso, sentía que no era más que un servidor de la Virgen, a quien consideraba la verdadera soberana del país. 
En la víspera de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), Maximiliano mandó construir una estatua de dorada de la Virgen María de tamaño gigantesco con una corona, un cetro en una mano como símbolo de poder y el Niño Jesús en la otra. Debajo de la estatua se colocó una placa con la leyenda: “Bajo tu protección nos acogemos, y allí viviremos seguros y felices”.
El pedido de ayuda tuvo el efecto deseado, ya que durante la Guerra de los Treinta Años Baviera pudo defenderse con éxito contra sus enemigos y Munich se salvó de la destrucción. El ejército bávaro derrotó al ejército enemigo en la “Batalla de la Montaña Blanca”. En 1638 Maximiliano I hizo construir en honor a la Virgen María una “obra para complacer a Dios” como muestra de agradecimiento a la Virgen por haber protegido el Estado Libre de Baviera del saqueo y la destrucción por parte de los suecos.
Así fue que en la Plaza de Santa María (en alemán Marienplatz) se erigió la llamada Columna de Santa María (en alemán Mariensäule), una columna de mármol altísima sobre la cual se levanta una gran estatua de bronce de la “Patrona de Baviera”. Muy pronto la Columna de Santa María se convirtió en un lugar de devociones, misas y procesiones, así como en el corazón del Estado Libre de Baviera.
 En 1916, durante la Primera Guerra Mundial y poco antes del fin de la monarquía bávara, a solicitud del rey bávaro Luis III el Papa Benedicto XV reconoció oficialmente a la Virgen María como la santa patrona de Baviera y dio su permiso para que se celebrara la Fiesta bávara de Santa María (en alemán Marienfest). Hasta 1970 las celebraciones tuvieron lugar el 14 de mayo, pero posteriormente se trasladaron al 1° de mayo, que según el año eclesiástico católico es el mes consagrado a la Virgen María.

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