30 de diciembre de 2017

Nuestra Señora de Boulogne

Del sitio Marie de Nazareth:

En Francia, Pas de Calais, diócesis de Arras

La aparición de la Virgen en Boulogne Sur Mer está registrada en manuscritos de finales de la Edad Media. El relato es simple, con dos variantes:

* Una señora muy bella llega del mar en barco, en una barca sin vela, sin cuerda y sin remos. Los burgueses a quienes se les aparece le preguntan su nombre. Ella responde que es "la abogada de los pecadores, fuente de gracia, fuente de la piedad”. Luego, les entrega su mensaje: “Quiero que una luz divina descienda sobre vosotros y sobre vuestra ciudad”.... Amigos, haced edificar en mi nombre una iglesia.” (fuente: Sbalchiero)

* Hacia el año 636, en tiempos del rey Dagoberto I, San Omer era obispo de esta región. Al caer la tarde, el pueblo de Boulogne estaba reunido en una capilla cubierta de juncos y ramas, situada en la parte alta de la ciudad, cuando la Madre de Dios apareció y le dijo a los fieles que se dirigieran hacia la ribera donde les esperaba una visita maravillosa. Ellos corrieron hacia el lugar señalado y ahí encontraron una barca sin vela, sin remos y sin mástiles, sobre la cual esta posada una Virgen de madera, aproximadamente de un metro de altura con el Niño Jesús el cual sostenía con el brazo izquierdo. Ambos destellaban una luz extraordinaria con una impresión de calma, de paz, de felicidad. (Fuente: website de la catedral)

Hacia el año 1100, la condesa Ide de Boulogne, que después llegará a ser Santa Ide, hizo construir una iglesia romana. Los trabajos duraron 200 años. El coro gótico cierra el conjunto a principios del siglo XV.

En el siglo XIII, se dice que Boulogne era como Lourdes hoy

A partir de los siglos XII y XIII, los peregrinos afluyen a Boulogne sur Mer que se convierte en una etapa en el camino hacia Santiago de Compostela. En Boulogne se detienen cuando vienen de Inglaterra o de Bélgica, o cuando suben de España o de Italia. Hay numerosos testimonios del paso de célebres peregrinos: Lanfranc, arzobispo de Canterbury, San Bernardo, que vino del Medio Oriente, hacia 1050, el obispo de Antioquia y el del Monte Sinaí. Luego en el siglo XIII el rey Felipe Agusto, San Luis, Enrique III de Inglaterra, Francisco I y muchas curaciones se dieron por intermedio de Nuestra Señora de Boulogne.

En 1553, el emperador Carlos V manda arrasar Thérouanne, a 20 km. de Boulogne, donde estaba el obispo de la región. El obispo viene a residir a Boulogne y la iglesia se convierte en catedral

Pero el siglo XVI es el siglo de las guerras de religión. En Boulogne, los Hugonotes se ensañan contra la catedral, quiebran los vitrales, queman los enmaderados y sobre todo tratan, en vano, de romper y de quemar la estatua. Esta es finalmente lanzada entre un montón de estiércol y luego en un pozo. La mujer de Huguenot, que era muy piadosa, la saca secretamente del pozo y la esconde en su desván donde permanecerá más de 30 años antes de volver a la catedral. Estaba en muy mal estado, pero en seguida comienzan los milagros y prueba su autenticidad.

En 1630, Monseñor Le Bouthiller reconstruye la catedral.

En 1789, con la revolución, iglesias y conventos fueron declarados propiedades del Estado. El mobiliario fue vendido y destruido. La estatua fue quemada en 1793. La mano derecha; que se había desprendido antes es el único vestigio de la estatua original. (se conserva un trocito en un relicario bajo el domo) La catedral sirve de arsenal, de depósito, y después es vendida a traficantes extranjeros en la ciudad, demolida y vendida piedra tras piedra.

A partir de 1820, el abad Haffreingue consagra su vida a la construcción de la catedral, de la cual él mismo será el arquitecto, inspirándose en la de San Pablo de Londres y en las grandes basílicas romanas. Su plantel de construcción emplea a 160 obreros a cuyos trabajos él se unía con el mayor gusto. Quería que la pudieran ver desde Inglaterra y que fuese como una oración permanente elevada hacia el cielo por la reunión de las comunidades protestantes y católicas, en una sola iglesia. El abad Haffreingue era muy modesto. Al exterior de la catedral, delante del atrio, se puede leer bajo el portal central “A domino factum est”: esta es la obra del Señor.

De 1943 a 1948, cuatro reproducciones de la Virgen de Boulogne, llamada también “Nuestra Señora del Gran Retorno”, cada una montada sobre un coche, recorrieron 120 000 km. a través de toda Francia, visitaron 16.000 parroquias y provocaron un gran renacimiento de la fe, de oraciones y conversiones a su paso. La estatua de la Virgen llevada en barco iba acompañada de una petición de liberación de Francia que cobra todo su sentido en el contexto de fines de la Segunda Guerra Mundial.

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