30 de noviembre de 2017

Nuestra Señora de San Juan de los Lagos

Los conquistadores españoles penetraron en la región por el año 1530; Pedro Almíndez Chirinos y Cristóbal de Oñate, capitanes al servicio de Nuño de Guzmán, conquistador español, encabezaron sendas expediciones por estas tierras. Diez años después tuvo lugar el alzamiento de las tribus caxcanes y tecuexes, que habitaban la región; los guerreros y sus familias se afortinaron en el peñón del mixtón, cerca de Nochistlán, pero fueron vencidos por las fuerzas de Cristóbal de Oñate, gobernador de nueva Galicia, y Don Antonio de Mendoza, Virrey de Nueva España.
Terminada la guerra, Fray Antonio de Segovia, Primer evangelizador de los tecuexes, encomendó a Fray Miguel de Bolonia el cuidado pastoral de estas tierras; Fray Miguel de Bolonia logró pacificar la región congregando a los errantes y refundando pueblos con indios ya cristianizados. A uno de esos pueblos, San Juan Bautista de Mezquititlán, donó una imagen de la Limpia Concepción que había adquirido en pátzcuaro.
En 1572 fue fundada la parroquia de los tecuexes con cabecera en Jalostotitlán; Incluía San Gaspar, San Juan, Mezquitic, San Miguel, Valle de Guadalupe, Cañadas y Pegueros; todos estos pueblos eran atendidos por los sacerdotes desde Jalostotitlán.
El primer Santuario de la Virgen de San Juan fue una ermita o pequeña capilla de paredes de adobe y techo de paja a un costado del hospital. Allí fue colocada la imagen dejada por los misioneros franciscanos en 1545 cuando llegaron a estas tierras anunciando la Buena Nueva del Evangelio de Jesucristo. La imagen de la Virgen de San Juan no era la imagen titular de la capilla, sino Juan Bautista. Con el paso de los años la pequeña imagen de la Virgen se fue deteriorando a causa del viento, sol, humedad y trato no delicado como correspondía a una escultura hecha de pasta de caña de maíz por los artesanos de Michoacán.
La imagen de la Inmaculada Concepción regalada por Fray Miguel de Bolonia, y después guardada en la sacristía porque se había deteriorado con el tiempo, fue adquiriendo fama a partir de 1623, fecha del primer milagro. Pasando por este pueblo, camino real para Guadalajara, un Volantinero estuvo cuatro o cinco días en compañía de su mujer y dos hijas a quienes enseñaba a volar y hacer pruebas sobre puntas de espadas para ejercitar en Guadalajara su oficio. En una de estas pruebas resbaló una de las hijas, y cayendo sobre las puntas de las espadas, se mató.
El asombro fue grande, y profunda la pena de sus padres. Amortajada la muchacha, la colocaron en la capilla para enterrarla. Juntándose muchos indios e indias para el entierro y viendo tan sentidos a sus padres por el fracaso, una india ya anciana llamada Ana Lucia, (que vió y conoció el sacerdote Juan Contreras el año de 1634) que entonces sería de ochenta años, les dijo, que se consolaran, que la CIHUAPILLI (que quiere decir la "gran señora" en lengua de los nativos) le daría vida a la niña. Entraron en la sacristía y de entre las imágenes tomaron a la Virgen de San Juan y la colocaron sobre el cuerpo sin vida de la niña difunta con toda fe y resolución. Después de un tiempo los presentes vieron bullirse y moverse la niña. Cortáronle a toda prisa las ligaduras de la mortaja, y la que estaba difunta, al punto se levantó buena y sana. Preguntándole a Ana Lucia qué Imagen era aquella tan prodigiosa, dijo: Que siendo su marido sacristán de aquel Hospital, ella madrugaba a barrerlo todos los días, y que cuando ella iba, ya esta Imagen estaba en la peana del altar, peana puesta por sí por los Angeles, y que ella la tomaba y la volvía a la Sacristía.
El volantinero agradecido les pidió a los indios que se la dejaran llevar a Guadalajara para mandarla aderezar, y la volvería con toda puntualidad. Concediéndole los indios, y la noche que llegó a la Ciudad, fueron a la puerta de la casa donde se hospedó, unos mancebos y preguntaron si había algo de pintura o escultura qué aderezar que ése era su oficio. El dijo que sí, que una imagen de un pueblo, llamado San Juan, traía para eso, y entregándosela esa noche, al día siguiente muy de mañana y tanto, que el dicho Volantín aun no se levantaba de su cama, se la entregó tan bien aderezada y compuesta como se ve hoy en día. Y enviándoles un recado agradecido, y ofreciéndoles remunerar su trabajo, y suplicándoles que le esperasen, no hallaron a nadie, ni pudieron hallarlos, ni razón de quiénes eran. Conque sin duda eran personas a quienes todas las noches son días, o mejor decir de las que vinieron aquél día que ni tiene, ni ha de tener noche, Ángeles sin duda eran, que vinieron a emplearse en el aderezo de la Imagen de aquella Señora a quien sirven en su persona en el Cielo, y en sus imágenes en la tierra.
El Volantinero gozoso del buen suceso, trajo la imagen milagrosa a San Juan, y contó a los indios la providencia del Cielo en su aderezo. Y desde entonces la pusieron en el Altar a donde se iba antes todas las noches y en cuya peana amanecía todos los días. Este parece que fue el primer milagro célebre de esta Santa Imagen, y sucedió, según dice el Lic. Juan de Contreras Fuerte: "once años antes del año de 1634, con que empezó a ser señalada en milagros desde el año de 1623"
Este es el milagroso principio de la celebridad de esta Santa Imagen.

29 de noviembre de 2017

Nuestra Señora del Corazón de Oro

Del sitio María de Nazareth:

El martes 29 de Noviembre de 1932, en Beauraing (diócesis de Namur), en la tarde, Fernanda Voisin (15 años) y su hermano Alberto (11 años), acompañados de Degeimbre Andrée (14 años) y de Gilberta (9 años), se dirigen al internado de las Hermanas de la Doctrina Cristiana para recoger a su hermana Gilberta Voisin (13 años). Alberto se adelantó un poco para sonar a la puerta del convento cuando de pronto exclamó: ¡La Virgen se está paseando por el puente, véanla! Se trataba de un viaducto situado a proximidad del convento, por donde pasaba el ferrocarril, en la ruta de Beauraing hacia Foçant. Fernanda le responde que es el resplandor de los faros de los coches. Alberto insiste, las chicas se vuelven y ellas también la ven. Se lo dicen a la Hermana portera que llega a abrirles, pero ésta responde que deben ser las ramas del árbol que mece el viento.

Miércoles, 30 de noviembre 1932. (...) En la tarde los niños van de nuevo solos al convento a buscar a Gilberta y otra vez ven en el mismo lugar ven a la Virgen con las manos juntas y paseándose por el espacio.

Jueves, 1 de diciembre 1932. (...) Antes de entrar en el convento los niños ven a la Virgen y cuando salen con Gilberta la ven otras dos veces. Más tarde, Fernanda, Andrée y Alberto acompañados de sus madres, la ven por cuarta vez. Esa tarde, no se pasea en el espacio sino casi a ras del suelo. Los niños en su descripción darán más detalles: tiene los ojos azules, miraba hacia el cielo, llevaba las manos juntas, sonreía dulcemente, múltiples rayos dorados alrededor de su cabeza forman como una diadema de luz y cuando desaparece alza los brazos.

Viernes, 2 de diciembre de 1932. Madre Teófila, la Superiora del convento, para calmar la efervescencia que comienza a crecer en la casa, les prohíbe a los alumnos que hablen de estos hechos. Además, amonesta severamente a los dos mayores y les pide no volver. En la tarde, hacia las cinco, manda a su casa a Gilberta, cierra las puertas del convento y suelta dos perros en el jardín. Sin embargo, esa tarde el Sr. Voisin decide que los niños no vayan al convento sino hasta las ocho de la noche, acompañados de algunos amigos. Esa noche los niños tienen tres veces la misma visión. Por primera vez, los niños caen arrodillados frente a la visión de la Virgen, quienes la interrogan y escuchan sus respuestas. -¿Es usted la Virgen Inmaculada? Ella responde afirmativamente con un movimiento de cabeza. -¿Qué desea pedirnos? -Que seáis cautos. Ante esta segunda pregunta reiterada durante la segunda visita, la Virgen respondería: ¿Es cierto que seréis muy cautos? Y los niños dirán: Sí, lo seremos siempre. (...)

Sábado, 3 de diciembre de 1932. Los niños obedeciendo a la solicitud de la superiora del convento no se presentaron al lugar donde habían visto a la Virgen, así que no la vieron. Pero fue ese el día en que, ante las preguntas de la Superiora, los niños explicaron con detalles su visión de la Santa Virgen.

El domingo 4 de diciembre de 1932 en la tarde, la Virgen se aparece dos veces: primero a todos los niños y luego sólo a Alberto. Durante la primera aparición, Alberto le hace varias preguntas, en relación con el milagro que va a realizar. Ella no dice mayor cosa. En la segunda, le pide que Paulette Dereppe sea curada, la Virgen sonríe. En ambas apariciones la Virgen les da cita a los niños para el día de la Inmaculada Concepción.

Entre el 5 y el 7 de diciembre los niños la ven cinco veces. El jueves 8 llega una enorme multitud al lugar. La visión dura el tiempo del rosario pero ella no dice nada.

Los días siguientes, entre el 9 y el 12 de diciembre, siempre de 1932, los niños van al sitio donde se aparece, rezan el rosario pero no tienen ninguna visión.

Martes, 13 diciembre, 1932. Los niños ven a la Virgen durante el rezo de 15 Avemarías. Fernanda cayó de rodillas. Los niños no dicen el Gloria porque tienen la impresión que la Virgen quiere marcharse y entonces para retenerla sólo rezan los "Aves"

Miércoles, 14 diciembre. Los niños la ven, pero la Virgen no responde a las preguntas que le hacen. Jueves, 15 - Viernes, 16 diciembre. Los niños van a rezar al lugar y no ven nada.

Sábado, 17 diciembre. Gilberta Voisin interroga a la Virgen: « A solicitud del cura, queremos saber lo que desea ».Ella les responde: « Una capilla ».

Domingo, 18 diciembre, 1932. Rezan el Rosario pero Ella no viene.

Lunes, 19 diciembre: Oración. Nada de particular. Martes, 20: Aparición durante el rosario.

El miércoles 21se le aparece a todos los niños. Andrea, Fernanda y Gilberta le preguntan que quién es. Ella responde: «Soy la Virgen Inmaculada ».Pero no todos los niños escuchan claramente su respuesta o de la misma manera.

Jueves, 22 diciembre 1932. Sólo las niñas la ven. Viernes, 23 diciembre. Esa tarde Alberto no ve nada. Fernanda le pregunta: ¿Por qué viene usted a este lugar? Y sólo ella escucha su respuesta: « Para que vengan aquí en peregrinación ».

Sábado, 24 diciembre: todos los niños la ven al mismo tiempo. Gilberta y Andrea le piden un signo. Sólo Alberto dice haber escuchado su respuesta: « ¡Sí! ».

Domingo, 25 (Navidad) y lunes 26 de diciembre de 1932. Oraciones. Ninguna aparición.

Martes, 27 diciembre 1932. No ocurre nada. Al día siguiente miércoles 28, los niños oyen a la Virgen decirles que « pronto será la última aparición »

El jueves 29, la ven de nuevo pero sólo Fernanda cuenta que en el momento de abrir los brazos para marcharse, ella le vio en medio del pecho un corazón dorado. El viernes 30 Gilberta y Andrea afirman que ellas también se lo vieron, pero Gilberta Degeimbre, no. Ese día sólo Fernanda Voisin oyó a la Virgen decir: « Rezad, rezad mucho».

Sábado 31 diciembre se dan tres breves apariciones, los cinco niños ven el corazón cada vez que la Virgen abre los brazos para marcharse. A pesar de la invitación de los niños, Ella no habla.

Domingo 1° de enero, 1933. Gilberta cuenta que le vuelve a pedir: «¡Rezad siempre!» Fernanda dijo que la Virgen quiso hablar, pero ella no la quiso escuchar, temiendo que sería otra vez la única en oírla.

Lunes, 2 de enero se le aparece a todos los niños pero solamente Fernanda la escucha: « Mañana os diré a cada uno algo en particular ».

Martes 3 de enero, Gilberta Degeimbre afirma que les dijo: « ¡Adiós! » y que le confió un secreto. Lo mismo le ocurre a Albert Voisin. En cambio a Gilberta Voisin la Virgen le dijo: «Yo convertiré a los pecadores. » y luego« ¡Adiós! ». A Andrea: « Yo soy la Madre de Dios, la Reina de los Cielos. Orad siempre. ¡Adiós! ». Fernanda Voisin cuando los otros niños ya se habían marchado ella se quedó rezando y entonces vio a la Virgen salir de una bola de fuego y entonces ella le preguntó «¿Amas tú a mi Hijo? » Ella le respondió que sí. « Y a mí, ¿me amas? » La misma respuesta: « Sí ». « Entonces, sacrificasos por mí. ¡Adiós! »

Y así terminaron las apariciones de Beauraing.

28 de noviembre de 2017

Nuestra Señora de Kibeho

A partir de 1981 la Santísima Virgen se Apareció a sietes jóvenes adolescentes de Ruanda. Tres eran alumnas en el colegio de las Hermanas Benebikira (Congregación religiosa de Rwanda) y las otras cuatro de la campiña. Además de ellas, el Señor se apareció a un joven pagano de 15 años, Segatashya, a quien instruyó en la fe y le enseñó el rezo del Rosario. La Virgen María realizó allí revelaciones sobre el futuro de la humanidad.

El 28 de noviembre de 1992 los Obispos de Gikongoro, Butare y Kibungo pusieron la primera piedra del Santuario dedicado a Nuestra Señora de Los Dolores.

Dos de los videntes murieron en el genocidio de Ruanda que la Virgen profetizó en esas Apariciones y se cumplió doce años después, entre 1994 y 1995.

Ruanda es un pequeño país de África Central sin salida al mar, ubicado en la región de los Grandes Lagos. Es uno de los países más pobres del mundo, siendo su economía esencialmente agrícola. La mayor parte de sus habitantes son católicos, mientras un porcentaje de personas profesan cultos africanos y una minoría es musulmana.

Por siglos, los Tutsis, gente de altísima estatura, dominaron a los Hutus, siendo éstas las dos tribus predominantes en Ruanda. Una guerra civil terminó con el dominio de los Tutsis en 1959 y muchos de ellos salieron exiliados hacia otros lugares de África.

Cuando Jesús y María se aparecieron en Ruanda entre 1981 y 1983, la situación política era muy compleja y los conflictos étnicos entre los pueblos Hutu y Tutsi parecían aumentar, llegando a confrontaciones violentas entre las tribus dominantes. El clima que se vivía era extremadamente tenso. Además, 1981 es el mismo año en que dieron inicio las Apariciones de Medjugorje. El mundo entero estaba entonces en un momento de gran temor a una guerra nuclear, con la tensión entre el Este y el Oeste.

El 28 de noviembre de 1981 a las 12:35 pm, en el comedor del colegio de las Hermanas Benebikira, en Kibeho, Alphonsine Mumureke, de 16 años, oyó una voz que la llamaba: “¡Hija Mía…!

Se dirigió hacia el pasillo y vio a una bella Mujer. La describe así: “Tenía un vestido blanco sin costuras y en la cabeza un velo también blanco. No sabría definir el color de su piel, pero era de una belleza incomparable. Tenía las manos juntas a la altura del pecho, con los dedos hacia el cielo.”

Alphonsine preguntó: —“¿Quién eres?” 

La respuesta fue:“Ndi Nyina Wa Jambo” Es decir: “Yo soy la Madre del Verbo” —y continuó: “Vengo a tranquilizarte porque he escuchado tus oraciones. Quería que tus compañeras tuvieran fe porque no creen con suficiente fuerza.”

 La experiencia se repitió al día siguiente, domingo 29 de noviembre, y durante el mes de diciembre, cada sábado, siempre en el comedor o en el patio de la escuela. La primera reacción de los profesores y alumnas fue de escepticismo. Nadie le creía. Sus compañeras afirmaban que la oían hablar en otros idiomas como francés, inglés, kinyarwanda y otros que no conocían. Muchos la ridiculizaban. Pero poco después otras jóvenes afirmaron haber tenido también Apariciones de la Santísima Virgen.

Alphonsine siguió teniendo Apariciones durante un período de varios años y dice tener un secreto, confiado a ella por la Virgen, el cual no debía revelar hasta que Ella no se lo indicara. (La última Aparición a Alphonsine tuvo lugar el 28 de noviembre de 1989, a los siete años de la primera).

 En enero de 1982, Nathalie Mukamazimpaka, una joven de 18 años, muy equilibrada y tranquila, tuvo Apariciones públicas de la Virgen María y del mismo Jesús. Estas Apariciones continuaron en privado después del 02 de diciembre de 1983.

El 2 de marzo de 1982 Marie Claire Mukamgango, de 21 años comienza a tener Apariciones. Éstas terminaron el 15 de setiembre del mismo año.

Más tarde el número de videntes aumentó, llegando a ser siete. Otras cuatro jóvenes y un joven recibían Apariciones de la Virgen María y de Jesús. Ellos son: Valentine Nyiramukiza, de 9 años; Stéphanie Mukamurenzi, de 14 años; Agnès Kamagaju, de 22, y Vestine Salima, también de 22 años. Esta última era musulmana, pero en 1983 recibió el bautismo. Ella es la primera que dice haber visto a Jesús el 13 de abril de 1982, quien se le presentó como, “el Pastor de toda la Tierra”. Poco después, Emmanuel Segatashya, de 15 años, sin ningún conocimiento de la religión cristiana, aseguraba haber visto a Cristo en julio de 1982. Emmanuel relata: “Yo no sabía nada de la Iglesia ni de Jesús. La primera vez que entré en una Iglesia fue después de la Aparición. No sabía hacer la Señal de la Cruz, ni conocía el significado de la Cruz que veía en la misión.”

El 15 de Agosto de 1982 la Virgen les mostró una terrible Profecía

Las videntes vieron el Paraíso, el Purgatorio y el Infierno. En una visión que duró ocho horas, vieron imágenes aterradoras de personas matándose unas a otras, de cuerpos echados a los ríos… sin cabezas. Ellas lloraban; ese día, miles de personas estuvieron presentes en el lugar de las Apariciones. Todos salieron bajo una fuerte impresión de miedo y tristeza.

Alphonsine Mumureke contó que la Santísima Virgen lloraba. A las tres jóvenes se las veía temblar, entrechocando los dientes y cayendo a tierra como muertas. Dijeron haber visto: “Un árbol en llamas, un río de sangre, personas que se mataban entre sí, muchos cuerpos decapitados y abandonados sin nadie que les diese sepultura; un enorme abismo, un monstruo.” Esta visión fue publicada en el libro ‘La Hora Final’ (The Final Hour, Michael Brown, 1992, pg. 255) dos años antes del genocidio ruandés.

María advierte allí que si Ruanda no se convierte, esta profecía caerá sobre el pueblo; les mostró en 1982 el terrible genocidio que asolaría a Ruanda a mitad de los años noventa. Este llamado no fue tomado en serio y doce años después, entre 1994 y 1995, estalló la guerra civil en Ruanda: El enfrentamiento entre los Tutsis y los Hutus terminó en un genocidio que provocó la muerte, en un período de 4 meses, de unas 800.000 personas incluyendo 3 Obispos, 123 Sacerdotes y más de 300 religiosos, así como dos de los videntes: Marie Claire Mukangango y Emmanuel Segatashya. Ha sido uno de los más grandes genocidios de la historia. Miles de cuerpos fueron mutilados, decapitados y abandonados en el campo, otros fueron lanzados al río Kagera que parecía un “río de sangre”; una gran cantidad de cuerpos flotaban en dirección al Lago Victoria, de los cuales muchos estaban sin cabezas. Las visiones se cumplían con exactitud.

Alphonsine cuenta que la Santísima Virgen vino a Kibeho para preparar a la humanidad para la Segunda Venida de Su Hijo. Ella escuchó a María decirle: “El mundo está llegando a su fin. El regreso de Jesús está muy cercano…

Emmanuel recibió también advertencias de nuestra Madre Celestial: “No queda mucho tiempo para prepararse para el juicio final. Deben cambiar sus vidas, renunciar al pecado. Oren y prepárense para su propia muerte y para el fin de los tiempos. Deben prepararse, mientras aún queda tiempo. Aquellos que hagan el bien, irán al Cielo. Si hacen el mal, se condenarán a sí mismos sin oportunidad de apelación alguna. No pierdan tiempo y empiecen ya mismo a orar y hacer el bien. No queda mucho tiempo, y Jesús está volviendo.

Jesús también le dijo a Emmanuel: “Mucha gente trata a su prójimo deshonestamente. El mundo está lleno de odio. Ustedes sabrán que Mi segunda venida está cerca cuando vean el estallido de guerras religiosas. Entonces, sepan que Yo estoy en camino.

La Virgen María también le dijo a los videntes: “Yo he venido a prepararle el camino a Mi Hijo, para vuestro bien, y ustedes no quieren comprender. El tiempo que resta es poco, y ustedes están como distraídos y ausentes. Están concentrados en las cosas de este mundo, que son pasajeras. He visto a muchos de Mis hijos perderse, y he venido a mostrarles el camino verdadero.” 

La Virgen les enseñó: La importancia del Rosario / la Oración sincera / la penitencia / amar / tener una fe viva / conversión / y sobre todo un llamado a la reconciliación.

También llamó a la renuncia al pecado. Se lamentó de la idolatría / irreverencia / materialismo / hipocresía / inmoralidad sexual. La Virgen advirtió que todo esto tendría graves consecuencias. Por eso exhorta a Sus hijos a una profunda conversión. Hay que dejar de ir por dos caminos, es necesario seguir uno solo, el que lleva a Cristo.

En sus Mensajes pedía:

  1. Un urgente llamado al arrepentimiento y a la conversión de los corazones: “¡Arrepiéntanse, arrepiéntanse, arrepiéntanse!” “Conviértanse cuando todavía están a tiempo.”

  2. Un diagnóstico del estado moral del mundo: “El mundo está muy mal” (Ngo isi imeze nabi cyane). “El mundo corre a su pérdida, corre peligro de caer en un precipicio” (Ngo isi igiye kugwa mu rwobo); es decir: “Ser inmerso en desgracias innumerables e incesantes”. “El mundo está en rebelión contra Dios” (ubu isi yarigometse); “se cometen demasiados pecados. No hay amor ni paz.” “Si no se arrepienten y no se convierten sus corazones van caer todos en un precipicio.

  3. La profunda tristeza de la Virgen: Las videntes dicen haber sido fuertemente sorprendidas al verla llorar el 15 de Agosto de 1982. La Madre del Verbo está muy afligida a causa de la incredulidad y la impenitencia de los hombres. Se queja de nuestra mala conducta, caracterizada por una disolución de las costumbres, las disensiones, la complacencia por el mal, la desobediencia continua a los Mandamientos de Dios.

  4. La fe y la incredulidad vendrán sin que se perciba.” (Ngo ukwemera no ubuhakanyi bizaza mu mayeri). Son unas Palabras misteriosas, dichas más de una vez por la Virgen a Alphonsine al principio de las Apariciones, con encargo de repetírselas a los hombres.

  5. El sufrimiento salvífico: Este tema es uno de los más importantes en la historia de las Apariciones de Kibeho. Sobre todo, con respecto a Nathalie Mukamazimpaka. Para un cristiano, el sufrimiento, por otro lado inevitable en la vida de aquí abajo, es un camino obligado para alcanzar la gloria celestial. La Virgen les dijo a Sus videntes, particularmente a Nathalie, el 15 de mayo de 1982: “Nadie llega al Cielo sin sufrir.” Más aún: “El Hijo de María no se separa del sufrimiento.” Pero el sufrimiento es también un medio de expiar el pecado del mundo, y de participar en los sufrimientos de Jesús y de María para la salvación del mundo. Los videntes fueron invitados a vivir este Mensaje de un modo concreto, a aceptar el sufrimiento en la fe y en la alegría, a mortificarse (“kwibabaza”) y a renunciar a los placeres (kwigomwa) para la conversión del mundo. Kibeho es así un recordatorio del lugar de la Cruz en la vida del cristiano y de la Iglesia.

  6. Rezar sin parar y sin hipocresía: Los hombres no rezan; y hasta entre los que rezan, muchos no rezan como es debido. La Virgen les pide a las videntes rezar mucho por el mundo, enseñar a otros a rezar, y rezar por los que no rezan. La Virgen nos pide poner más celo al rezar.

  7. Devoción a María, concretada particularmente por una recitación regular y sincera del Santo Rosario.

  8. El Rosario de Los Dolores de la Virgen María: La vidente Marie Claire Mukangango dijo haber recibido estas revelaciones. A la Virgen le gusta este Rosario. Conocido en otro tiempo, había caído en el olvido. Nuestra Señora de Kibeho desea que sea devuelto en honor y difundido en la Iglesia. Pero el Rosario de los Dolores no suplanta al Santo Rosario.

  9. La Virgen desea que se le construya una Capilla como recuerdo de Su Aparición en Kibeho. Este tema se remonta a la Aparición del 16 de enero de 1982 a Alphonsine y se repite varias veces en el curso de aquel año, sobre todo en casa de Nathalie con nuevas explicaciones.

  10. Rezar sin descanso por la Iglesia, por las grandes tribulaciones que le esperan en los tiempos que vienen. Así se lo dijo la Virgen a Alphonsine, el 15 agosto de 1983, y luego el 28 de noviembre de 1983.

El 15 de Agosto de 1988, el Obispo de la diócesis de Butare, Monseñor Jean Baptiste Gahamanyi, aprobó la devoción pública, mediante la dedicación del Santuario de Kibeho a “Nuestra Señora de Los Dolores”. Siendo aprobadas definitivamente por la Santa Sede, en Junio del 2001. En la “Declaración vaticana”, acerca del juicio definitivo sobre las Apariciones de Kibeho, dada a conocer el 29 de Junio del 2001, por la Sala de Prensa de la Santa Sede, el Obispo de Gikongoro, Augustin Misago, declara: “¡Sí! La Santísima Virgen María se ha Aparecido en Kibeho, el 28 de noviembre 1981 y en los meses siguientes. Hay más razones para creerlo que para negarlo.”

Desde el inicio de las Apariciones se produjeron conversiones, grupos de oración, casos de curación, peregrinaciones y fenómenos sobrenaturales. En 1982, el Obispo nombró una comisión médica y luego una teológica, reconociendo el carácter sobrenatural y veracidad de los hechos. Y tras un intensivo y profundo estudio, pero… tomándose en consideración sólo las Apariciones públicas, en presencia de testigos; fueron aprobadas definitivamente por el Vaticano, como auténticas, las visiones y los Mensajes de la Santísima Virgen dados a tres de las videntes: Alphonsine Mumureke, de 16 años, Nathalie Mukamazimpaka, de 17 años y Marie Claire Mukangango, de 21 años.

El Santuario de la Virgen de Kibeho, en Ruanda, ya es considerado por muchos como el Lourdes Africano. Sumergido en el corazón de los Grandes Lagos, se ha convertido en los últimos 25 años, en un gran centro de espiritualidad y Devoción Mariana, al que acuden cada vez más peregrinos procedentes, no sólo de Ruanda, sino de toda África y  del resto del mundo.

27 de noviembre de 2017

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

De la Enciclopedia Católica:
La devoción comúnmente conocida como la de la Medalla Milagrosa debe su origen a Zoé Labouré, un miembro de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, conocida en religión como Hermana Catalina Labouré, a quien la Santa Virgen María se le apareció tres veces en el año 1830, en la casa madre de la comunidad en París. (Santa Catalina Labouré fue canonizada en 1947 por el Papa Pío XII)
La primera de estas apariciones ocurrió el 18 de julio, la segunda el 27 de noviembre y la tercera poco tiempo después. En la segunda ocasión, la hermana Catalina registra que la Bendita Virgen se le apareció como parada sobre un globo, y llevando un globo en sus manos. De sus dedos emanaban rayos de luz que parecían salir de anillos fijados con perlas preciosas. Éstos, dijo ella, eran símbolos de las gracias que se le concederían a todos los que las pidieran. La hermana Catalina añade que alrededor de la figura apareció un óvalo que llevaba en letras doradas las palabras “Oh, María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”; en la parte de atrás aparecía la letra M coronada con una Cruz y con un travesaño debajo, y debajo los Sagrados Corazones de Jesús y María, el primero rodeado por una corona de espinas, y el segundo atravesado por una espada.
En las segunda y tercera de estas visiones se le dio una orden de que mandase a acuñar una medalla según el modelo revelado, y se le hizo la promesa de que se concederían grandes gracias a los que la usaran después de bendecida. Después de una investigación cuidadosa, M. Aladel, el director espiritual de la Hna. Catalina, obtuvo la aprobación de Monseñor de Quelen, arzobispo de París, y el 30 de junio de 1832 se hicieron las primeras medallas y con su distribución la devoción se extendió rápidamente.
Uno de los hechos más notables registrados en conexión con la Medalla Milagrosa es la conversión de un judío, Maria Alfonso Ratisbonne de Estrasburgo, quien se había resistido a las insistencias de un amigo para que entrara a la Iglesia.
M. Ratisbona consintió algo renuente de usar la medalla, y estando en Roma, entró por casualidad a la iglesia de Sant’ Andrea delle Fratte y tuvo una visión de la Santísima Virgen exactamente como está representada en la medalla, tras lo cual ocurrió inmediatamente su conversión. Este hecho recibió sanción eclesiástica y está registrado en el Oficio de la fiesta de la Medalla Milagrosa. 
En 1847, M. Etienne, superior general de la Congregación de Sacerdotes de la Misión obtuvo del Papa Pío IX el privilegio de establecer en las escuelas de las Hermanas de la Caridad una confraternidad bajo el título de Inmaculada Concepción, con todas las indulgencias anexas a una sociedad similar establecida para sus estudiantes en Roma por la Compañía de Jesús. Esta confraternidad adoptó la Medalla Milagrosa como su emblema, y los miembros, conocidos como Hijos de María, la usan colgada de una cinta azul.
El 23 de julio de 1894, el Papa León XIII, luego de que la Sagrada Congregación de Ritos, hiciera un examen minucioso de los hechos, instituyó una fiesta con un Oficio y Misa especiales, de la Manifestación de la Inmaculada Virgen bajo el título de Medalla Milagrosa, para que los sacerdotes de la Congregación de la Misión la celebraran anualmente el día 27 de noviembre, con un rito de doble de segunda clase. Para las comunidades de ordinarios y religiosos que pidieran el privilegio de celebrar la festividad, su rango sería de fiesta mayor doble. Un decreto posterior, datado 7 de septiembre de 1894, permite que cualquier sacerdote diga una Misa propia a la fiesta en cualquier capilla unida a una casa de las Hermanas de la Caridad.

26 de noviembre de 2017

Nuestra Señora de los Remedios (Filipinas)


Del sitio Pintakasi:
 
En el paisaje histórico cerca de la bahía de Manila, donde las olas se estrellan contra las rocas de la costa de esa capital, se encuentra el moderno Roxas Boulevard y su floreciente negocio de restaurantes y tiendas que comprende la moderna ciudad de Manila. Sin embargo, en medio del escenario moderno, hay una Iglesia antigua que se encuentra en esta área donde las madres acuden en masa para curar sus dolencias posteriores al parto y otros milagros que se atribuyen a su afortunada patrona: Nuestra Señora de los Remedios de Malate. 
 
La Virgen de los Remedios venerada en Malate es una de las devociones marianas más célebres del país donde la gente acude en masa a su iglesia, especialmente durante su fiesta en el mes de noviembre para buscar refugio y remedio a su dolencia física y espiritual y la Virgen a su vez no hace oídos sordos y continuamente los cubre de milagros. Nuestra Señora de los Remedios fue el título otorgado a la Santísima Virgen María por los devotos que atribuyeron su rápida recuperación a través de su intercesión.
 
La imagen actual de Nuestra Señora de los Remedios de Malate es de madera y vestida con ropa real. Tiene un rostro sereno e infantil y sus manos están abiertas como ofreciendo su remedio a aquellos que lo necesitan. También se ven varios querubines en la primera base que están acurrucados en las nubes y lucen una corona y doce estrellas. La estatua actual es muy elegante en sus líneas y tiene una belleza muy distintiva. El traje, con grandes hombros inflados, el estilo palikpik se convirtió en su aspecto distintivo.

La imagen actual de los Remedios es una réplica de la imagen original más pequeña que se dice que vino de España a través de un fraile agustino. La imagen original era de marfil y también estaba destinada a ser adorada. Sin embargo, esta imagen de marfil fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial. La nueva estatua se hizo lo más parecida posible a la original.
 
El origen de la devoción data de unos 850 años, cuando los cristianos en Europa estaban siendo capturados y vendidos como esclavos por miles. Nadie sabía qué hacer con este problema hasta que un francés, San Juan de Mata, encontró una solución. Junto con San Félix de Valois, fundaron la Orden Trinitaria que recibió la aprobación papal en 1198 y cuya principal misión sería ir a los mercados de esclavos, comprar los esclavos cristianos y liberarlos. Para hacer esto, necesitaban grandes cantidades de dinero, por lo que colocaron sus esfuerzos de recaudación de fondos bajo el patrocinio de María como la Dama del Remedio. En agradecimiento por su ayuda, Juan honró a María con el título de Nuestra Señora de Buen Remedio. A menudo se la representa en el acto de entregar una bolsa de dinero a San Juan de Mata. La Iglesia y la Orden Trinitaria celebran su fiesta el 8 de octubre.
 
De las 17 iglesias listadas en Filipinas que honran a María con el título "Nuestra Señora de los Remedios", Malate es la más antigua. Fue establecida por los frailes agustinos el 8 de septiembre de 1588. La imagen de la Virgen de los Remedios fue traída de España a Malate por Fray Juan de Guevara de la Orden de San Agustín (más popularmente conocida como la Orden Agustina) en 1624.
 
Sobrevivió a la invasión china de 1662, la ocupación británica de la iglesia en 1762, el Gran Terremoto de 1863 y la destrucción de la iglesia en febrero de 1945. A partir de ese momento, los fieles han mostrado un gran amor y devoción a Nuestra Señora de Remedios.
 
 A lo largo de los siglos, la Iglesia de Malate se ha asociado con las enfermedades de las mujeres y los niños. Los sábados, las madres llevan a sus pequeños para ponerlos bajo el cuidado y la protección de Nuestra Señora de los Remedios. Las madres jóvenes filipinas que se recuperan del parto o con niños enfermos van a orar por una recuperación rápida. La práctica se volvió habitual a través del paso de los años y la imagen llegó a ser conocida como la Virgen de los Remedios y la Patrona de las Madres y los Niños. Los devotos acuden a la iglesia y ofrecen regalos y oraciones en acción de gracias por los favores que reciben.
 
En 1588, los frailes agustinos construyeron una iglesia en honor de Nuestra Señora de los Remedios. La iglesia de piedra y el convento, construido en 1591, sufrieron mucho durante el terremoto de 1645 y 1863, mientras que ambos edificios fueron derribados en 1667 por orden del gobernador general Manrique de Lara, que temía una invasión del pirata Koxinga. Pero el corsario chino murió en Formosa o Taiwán justo antes de la invasión, y la iglesia fue reconstruida más tarde ese año, y durante los próximos tres, con el uso de las mismas piedras y ladrillos.
  
Cuando los británicos llegaron a Manila en 1762, hicieron de la iglesia su cuartel general. Las reparaciones tuvieron que hacerse después de que los británicos se fueran al año siguiente. Pero tanto la iglesia como el convento fueron destruidos irreparablemente por el tifón de junio de 1868. La iglesia actual fue reconstruida por tercera vez en su totalidad, gracias al párroco, el padre Francisco Cuadrado, quien, junto con los pescadores pobres de su parroquia, recorrió la ciudad y las provincias cercanas para recaudar los fondos necesarios. La fachada superior de la iglesia se completó tres décadas más tarde. La ocupación japonesa resultó desastrosa para la iglesia en Malate. Tanto la iglesia como el convento fueron quemados, quedando en pie solo las paredes. Afortunadamente, los padres de Columbano reconstruyeron el techo, el altar principal, la cúpula y el crucero alrededor de 1950, y en 1978, se pintó el interior de la iglesia, los ladrillos y las piedras del exterior se hicieron nuevos. La campana que se encuentra a la entrada del convento lleva esta inscripción: "Nuestra Señora de los Remedios. Se fundió el 30 de Enero de 1879. "
 
La fachada de la actual iglesia de Malate es una "buena mezcla de arquitectura musulmana y barroca; la sólida estructura de piedra compacta se ve reforzada por los contrafuertes cilíndricos, las pocas aberturas y la ornamentación general del diseño. La fachada de tres pisos integra con ingenio los contrafuertes cilíndricos, formas hexagonales convertidas en campanarios." La Iglesia fue administrada por primera vez por los Agustinos durante siglos hasta la Revolución Filipina. Hasta la Segunda Guerra Mundial, varias órdenes religiosas se convirtieron en custodios del Santuario hasta que los irlandeses Columbanos se hicieron cargo del Santuario y actualmente son los custodios de la iglesia y la imagen venerada.
 
El día de la fiesta de Nuestra Señora de los Remedios se celebra cada tercer domingo de noviembre. Está coronada por una procesión que recorre las calles de Malate. La devoción a Nuestra Señora de los Remedios se convirtió en una tradición muy importante. Ella ha hecho de la Iglesia de Malate un lugar histórico de adoración de tal carácter, que es donde los devotos a través de los siglos han encontrado fácilmente a Dios y, con muchas oraciones contestadas por Nuestra Madre, hicieron que no la olviden.
 
Nota de José Luis Salvia:
La Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, ubicada en el distrito de Malate de la ciudad de Manila, ha sido declarada por el Museo Nacional de Filipinas como “importante patrimonio cultural” el 22 de abril de 2023.
  

25 de noviembre de 2017

Nuestra Señora, madre de Kykkos

Del documento de Georges Gharib:
La isla de Chipre acogió el cristianismo en los tiempos del apóstol Pablo y de San Bernabé, a los cuales se considera fundadores de aquella comunidad cristiana.
Muchas han sido las vicisitudes que ha conocido Chipre a lo largo de su historia, pasando sucesivamente a manos de musulmanes árabes, bizantinos, latinos de Lusignano, genoveses y venecianos. En 1571 fue dominada por los turcos musulmanes hasta 1878 en que pasó a depender de la administración inglesa hasta 1974 en que quedó dividida entre turcos y griegos, situación que aún perdura.
Artísticamente está relacionada con el arte bizantino tanto para la arquitectura como para la pintura.
Según algunas leyendas, la Virgen María acudió antes de su muerte a visitar a los cristianos de la isla, lo que explica que toda la isla sea como un gran santuario mariano por la cantidad de monasterios e iglesias dedicados a la Virgen, que puede formar con sus advocaciones una verdadera letanía.
El título de Panaguía, que significa Toda-santa, es uno de los más queridos entre los ortodoxos, junto con el de Theotokos, o Madre de Dios.
El monasterio de Kykko ha sido siempre un faro de luz por la santidad y la ciencia de los monjes que allí han vivido. En los tiempos recientes es conocido el abad Makarios, monje antes de ser obispo y posteriormente Jefe de Estado, cuyos cuerpo descansa en dicho monasterio.
La fama de dicho monasterio también le viene por ser custodio del icono que nos ocupa, en Panaguía de Kykko. Dicho icono tiene su origen en Egipto de donde pasó a Chipre por donación del emperador Alejandro I Comneno .
Apenas llegó el icono de la Panaguía a Chipre comenzaron a atribuírsele prodigios convirtiendo al monasterio de Kykko en meta de peregrinaciones.
Actualmente el icono está recubierto de un revestimiento de plata y oro que lo oculta casi
completamente.
Es del estilo de la Virgen de la ternura, en que manifiesta el afecto entre Madre e Hijo, pero con
algunas particularidades: María, vestida con el kiton (túnica) y el maforion (manto), se inclina sobre el Niño, el cual, apoyando su espalda sobre el costado de María se gira hacia los fieles; María con una mano sostiene al Niño, mientras con la otra, levemente elevada, sostiene la mano del Niño como para ayudarlo a soportar el rollo abierto.
El Niño, vestido de rojo, parece atender más al espectador que a su Madre. El rollo, abierto, contra lo que suele ser habitual, lleva la siguiente escritura de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí; me ha ungido, me ha enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres... (Isaías 61, 1-2; Lucas 4, 18)
Algunos santos Padres de la Iglesia deducen de este texto algunas afinidades marianas. San Juan Damasceno, (+749) por ejemplo, hablando de la natividad de María, dice: "De ella, el Rey de la gloria, revestido de la púrpura de la carne, proclamará la liberación de los prisioneros con los que vino a vivir".
En nuestros días, Kiko Argüello, animador del Camino Neocatecumenal, desconociendo la historia de este icono se ha inspirado en la Virgen de Kykko y ha pintado la Virgen del Camino, que hoy es, según algunos, una de las más difundidas.
Video de Nuestra Señora de Kykkos

24 de noviembre de 2017

Nuestra Señora Stella Maris

De chico me enseñaron que el último viernes de noviembre se celebra la fiesta de Stella Maris, Patrona de la Armada Argentina.
Si bien no publicaré en el día de hoy la historia de esta devoción, (puede verse en el sitio web Foros de la Virgen), quiero hacer una mención de esta advocación, porque 44 compatriotas están perdidos bajo el mar desde hace 9 días en un submarino.
Siempre he confiado en María Santísima. Mi madre me ha dicho mas de una vez que yo sabía como tirarle de las polleras a la Virgen para pedirle algo y que me lo concediera. Hoy vuelvo a hacerlo. A pesar que una gran mayoría opina que los tripulantes del submarino están muertos, yo confío en que Ella los tiene bajo el abrigo de su manto y que en el día de hoy, en el día de su fiesta, los encontrarán y podrán rescatarlos.
Rezo por ellos y pido a aquellos que lean este blog eleven su oración a Nuestra Mamá del Cielo para que el Milagro se produzca.


Plegaria a Stella Maris

Oh María,
estrella esplendorosa de los mares,
que derramas el fulgor inagotable de tu gracia
sobre la inmensa soledad marina
que dominas el viento y el oleaje
y señales su al navegante,
protégenos piadosa
en las tempestades del alma
y en los embates del mar.
Bendice a la Armada de la Nación Argentina,
A la Prefectura Naval Argentina y
A la Marina Mercante
haciéndolas fuertes en la paz,
valerosas en la guerra
y generosas en la victoria.
Concede que sea siempre la nuestra
misión de amistad y de concordia
en todas las latitudes del mundo,
Y en los extremos de nuestro país.
Bendice a quienes
desde las férreas naves y desde el aire
custodian sobre el mar,
los ríos y los lagos
el honor de nuestra Patria
y de nuestra Bandera.
Bendice a quienes defienden nuestras costas
y a todos los que, por su ,
componen la gran naval argentina.
Bendice a los seres amados del
sobre los que imploramos
tu protección celestial.
Danos fortaleza en las ausencias,
aliento en la esperanza
alivio en los pesares,
constancia en la virtud.
Valor para los sacrificios que nos exige
el cumplimiento integral de nuestro deber.
Oh Madre y Señora Nuestra, Stella Maris,
escucha las plegarias de nuestros corazones.
Te suplicamos que nos orientes y nos conduzcas
al puerto de la bienaventuranza eterna
concediéndonos en la vida y en la muerte
la misericordia dulzura de la paz. Amén.

Nuestra Señora de Iver

Del sitio Father Alexander:
El primer icono de IVER (Iver o Iveria) que ahora se conserva en un monasterio en el Monte Athos, Grecia, fue pintado, según dice la tradición, por el Apóstol y Evangelista Lucas. En el Siglo 9 el icono estaba en casa de una viuda que vivía cerca de Nicea. Esta ciudad de Asia Menor que no existe hoy en día, se hizo famosa debido a los dos Concilios Ecuménicos que se llevaron a cabo allí. Entre otras cosas, en el último Concilio (séptimo en orden numérico y segundo celebrado en esa ciudad), después de luchar largo tiempo contra los iconoclastas, se logró restablecer la veneración a los iconos.
Durante el reinado de Teófilo, Emperador de Bizancio, quien estaba en contra de los iconos, cierta vez los soldados entraron en casa de la viuda para confiscar todos los iconos. Entre ellos estaba el de la Virgen María, pintado por el Apóstol Lucas, que ocupaba un lugar preponderante.
Uno de los soldados asestó un golpe al icono con su espada y al instante salió sangre de la mejilla de la Virgen María de ese lugar. Profundamente conmovido por este milagro, el soldado se arrepintió de haber cometido ese sacrilegio, dejó de apoyar la herejía que iba contra los iconos y al poco tiempo se recluyó en un monasterio, donde posteriormente se hizo monje. Siguiendo los consejos del soldado arrepentido, la viuda decidió ocultar el icono de la Virgen María para protegerlo contra posibles ultrajes posteriores y después de orar, lo colocó sobre las aguas del mar, alegrándose mucho cuando el icono se paró en forma vertical y comenzó a desplazarse hacia el oeste por las aguas.
Escapándose de la herejía de los iconoclastas el hijo de la viuda dejó Nicea y se instaló en Athos, donde pasó el resto de su vida como monje. Precisamente de él los monjes de Athos escucharon hablar sobre ese icono, que su madre había dejado ir por las aguas del mar. Los monjes de Athos conservaron durante mucho tiempo esa leyenda sobre el milagroso icono.
Muchos años más tarde el icono apareció de repente, como dice la tradición de Athos, rodeado de fuego en las cercanías del monasterio de Iver. Por aquel entonces en el monasterio de Iver vivía el Santo monje Gabriel, quien era de procedencia georgiana. La Virgen María se le presentó en sueños y le indicó que le dijera al abad y a los hermanos del monasterio que Ella deseaba darles Su icono como ayuda y protección, y solicitó a Gabriel que se dirigiera sin temor, caminando por el agua, hacia el icono y que lo tomase en sus manos. Cumpliendo las indicaciones de la Madre de Dios, dice la tradición, Gabriel caminó por el agua, como sí lo hiciera por tierra firme tomó el icono y lo llevo a la orilla. El icono fue llevado al monasterio y colocado en el altar. Al día siguiente los monjes no lo hallaron en el mismo lugar; lo encontraron en la pared sobre el portón de entrada del monasterio. Volvieron a colocar el icono en el altar, pero al día siguiente otra vez volvió a estar arriba del portón de entrada. Esto se repitió varias veces, hasta que la Virgen María le reveló a Gabriel en sueños que no deseaba ser protegida por los iconos, sino que quería ser Ella la Protectora del Monasterio.
Consecuentemente, se edificó una iglesia en el lugar del portón principal, donde se conserva el icono hasta hoy en día. Por estar en el Monasterio de Iver, el icono también fue denominado Virgen María de Iver y por su ubicación, "Portaitisa," cuidadora del portal.
Los peregrinos al Monte Athos llevaron a Rusia noticias sobre el icono ortodoxo de Iver. En el siglo 17 un Archimandrite del monasterio de Novosspassky en Moscú, Nikon (el futuro Patriarca), se dirigió al abad del monasterio de Iver, solicitándose que envíe a Rusia una copia del milagroso icono de Iver, lo que fue hecho. Antes de la revolución (1917) este icono se encontraba en una capilla edificada cerca de los muros del Krem1in; pero esta capilla fue posteriormente destruida por la revolución.

23 de noviembre de 2017

Nuestra Señora de los Angeles (Costa Rica)

En la mañana del 2 de agosto probablemente del año de 1635, una joven a la que se le ha dado el nombre de Juana Pereira, salió a buscar leña para abastecer el utensillo con el que cocinaba sus alimentos, labor que hacía diariamente. Al llegar al breñal del poblado de La Puebla de los Pardos o La Gotera, lo que es hoy el Barrio de Los Angeles, en la Provincia de Cartago, la joven se encuentra en una piedra, donde nace un manantial de agua cristalina, una pequeña muñequita como de barro con un niño en sus brazos. Impresionada y admirada la toma en sus manos y se la lleva para su humilde hogar y la guarda en un pequeño cofre. Por la tarde de nuevo se dirige al breñal y extrañada vuelve a encontrar a la diminuta imagen sobre la misma piedra, pero ella cree que es otra muñequita y muy contenta se la lleva para su casa y piensa que en vez de una ya tiene dos. Pero para su admiración, cuando abre el cofre observa que la primera muñequita que encontró en la mañana ya no estaba. Nuevamente la coloca en el cofre, lo mismo sucede en una tercera ocasión, la joven se alarmó y se dirigió a la casa del señor cura a quien le entregó la imagen y le contó lo sucedido. El señor cura don Alonso de Sandoval, tomó la imagen, y la guardó en un estante dentro de una cajita para examinarla después con cuidado. Al día siguiente al querer revisarla ¡Oh, sorpresa!, la imagen no estaba y Juana, que como de costumbre iba a recoger la leña, de nuevo se encontró con la imagen, esta vez corrió donde el cura y éste en procesión con otras personas del poblado la recogió y la guardó en el sagrario. Al abrir el sagrario al día siguiente, la imagen no estaba. Fueron hasta la piedra donde la joven la había encontrado la primera vez, y allí estaba. Comprendiendo que era algo sobrenatural, que ella deseaba estar en ese lugar para bendecir y proteger a este pueblo y sus moradores, porque se estaban dando situaciones totalmente contrarías al evangelio de su Hijo amado Jesucristo, de inmediato se abocaron a construirle una ermita. De nuevo en la historia de la salvación de la humanidad emerge María, para romper barreras y divisiones y decirnos que todos somos iguales ante los ojos de Dios. La Virgen María quiso ser hallada y manifestarse en Cartago, para ser de los costarricenses y ser la estrella que ilumina el Sol que nace en lo Alto.

22 de noviembre de 2017

Nuestra Señora de la Presentación del Quinche

Del sitio de Las Siervas de Los Corazones Traspasados de Jesús y María:
La imagen de Nuestra Señora de la Presentación del Quinche, patrona de Ecuador, es una hermosa escultura en madera, tallada en el siglo XVI por Don Diego de Robles, extraordinario artista al que se deben otras imágenes de María de gran popularidad y veneración.
Según algunos testimonios, la Virgen se apareció a los indios en una cueva prometiéndoles librarlos de los peligrosos osos que devoraban a los niños. Por otra parte, los que habían encargado la confección de la imagen a Don Diego, no le pagaron por ella, por lo que decidió entonces dársela a los indios oyacachis a cambio de unos tablones de fino cedro que este necesitaba para sus trabajos. Los caciques quedaron admirados cuando vieron llegar a Diego Robles con la imagen de la Virgen a cuestas y reconocieron en ella los mismos rasgos de la Señora que se les había aparecido y les había hablado en la cueva. Sin duda, la Virgen quiso visitar primero a sus hijos mas pobres para atraerlos al Señor de los Señores quien ella lleva en sus brazos.
Quince años permaneció la imagen al cuidado de los indios hasta que en 1604, el obispo del lugar ordenó su traslado al poblado del Quinche, de donde finalmente tomó su nombre. La imagen, que es una fina talla en madera de cedro de unos 62 cm. de alto, está revestida por un amplio y hermoso ropaje de brocado cubierto de gemas, y bordado con hilos de oro y plata que sólo dejan ver su rostro moreno y apacible. La Virgen lleva un cetro en la mano derecha y con la izquierda sostiene el Niño en actitud de bendecir, mientras sostiene una esfera de oro coronada por una cruz. A los pies de la imagen, la peana y la gran media luna, ambas de plata pura, y las pesadas coronas imperiales de oro y piedras preciosas, manifiestan la generosidad del pueblo ecuatoriano que gusta ver a su patrona resplandeciente, vestida siempre con las mejores galas. El rostro de Jesús evoca las facciones de los niños mestizos de aquellas sierras. Mestizo es el color de la Madre, síntesis del alma del inca y del español. Su fina nariz está enmarcada por un delicado rostro ovalado de labios delgados y boca pequeña; sus ojos achinados y su mirada triste con los párpados entrecerrados o caídos le confieren una dulzura única. Por eso esta advocación es tan popular en Ecuador, especialmente entre los indios que llaman con afecto "la Pequeñita" a su protectora del cielo.
Es de admirar la variedad de cantos que se entonan en honor de la Virgen del Quinche, con textos en quechua, en jíbaro y en otros diversos dialectos de la región y también en castellano; muchos de ellos se cantan desde hace cuatro siglos. La imagen fue coronada en 1943. El templo actual fue declarado Santuario Nacional en 1985.

21 de noviembre de 2017

Nuestra Señora de la Escalera

 Del sitio Foros de la Virgen: 
Su devoción es anterior al siglo XII y su nombre es debido a los 31 escalones que había que subir hasta la capilla que contenía la imagen.
No es de extrañar que por la acentuada tradición marítima de Portugal, haya sido la devoción de los marineros de Lisboa, una de las más populares en el país, y por esa razón, una de los primeros en implantarse en el Brasil.
La tradición de este título es anterior a la conquista de Lisboa..
La llamaron primero de Corredoura, nombre de la antiquísima ermita gótica al norte del Rocío..
Y luego en el reinado de D. Afonso II, Nuestra Señora de la Concepción de la Escalera, en forma abreviada, Nuestra Señora de la Escalera.
Edificado el convento de Santo Domingo, en el reinado de D. Sancho II, la ermita quedó junto a la nueva iglesia.
 Cualquier persona con cultura básica sabe la gran importancia que tuvieron la navegación y los descubrimientos portugueses en el XV y XVI, y el hecho de que fueron los marineros lusos que incorporaron por mar varios continentes.
Y esto fue a través de épicos viajes a bordo de buques, en comparación con el día de hoy, frágiles como cáscaras de nuez.
El coraje no faltó a los navegantes de la época. Tampoco no faltó la fe y la fuerza para correr todos los riesgos.
Y esta fe de los marineros lusos encontraba una expresión encantadora en la devoción a Nuestra Señora de la Concepción de la Escalera en la ciudad de Lisboa.
La imagen original de la Virgen -que más tarde se conoció como esa advocación- es muy antigua, anterior a la reconquista de la ciudad a los moros en 1147.
Ella estaba en una capilla situada en las orillas del río Tajo.
Al partir, los marineros le encomendaban su trabajo, y agradecían su protección al regreso.
Como la margen del río está elevada, tenían que subir o bajar los 31 peldaños que separan la capilla del río.
Por lo tanto, a medida que pasa el tiempo, la imagen de Nuestra Señora de la Concepción comenzó a ser llamada de la Concepción de la Escalera, para diferenciarla de otras imágenes de Nuestra Señora de la Concepción (devoción muy extendida en Portugal). A partir de este hecho, la imagen llegó a ser conocida como Nuestra Señora de la Concepción de la Escalera.
Dada la importancia que la vida ligada al mar tenía para el pueblo portugués en ese momento, es comprensible que esta imagen fue de las más veneradas.
De dónde se explica que cada vez que se decidía llevar a cabo las procesiones para celebrar tal o cual victoria, o pedir protección en contra de este o aquel flagelo, eran las procesiones de la Capilla de Nuestra Señora de la Escalera de las más populares.
Con el tiempo, comenzaron a llegar a la capilla personas de lugares distantes para cumplir promesas y votos, y agradecer los favores recibidos.
En una determinada época se realizaba una procesión con antorchas, posiblemente en la noche, bajando por el río para llegar a la capilla dedicada a Nuestra Señora de la Escalera.
La procesión más importante era la que conmemoraba la victoria de los portugueses en Aljubarrota, en el año 1385.
Las tropas portuguesas, dirigidas por el Venerable Nun’Alvares Pereira, lucharon no sólo para defender la independencia del país, sino sobre todo para no caer en el cisma que amenazaba con dividir al cristianismo ya que el rey de Castilla en ese momento apoyaba a un antipapa.
Después de librar la lucha en condiciones de inferioridad numérica, los portugueses obtuvieron una victoria memorable.
Al tener noticias del triunfo, el pueblo acudió en masa a diversos templos del país y uno de los más populares fue el de Nuestra Señora de la Escalera. Donde personas de todas las clases sociales acudieron a dar gracias a Nuestra Señora por la excelente protección.
Que hayan sido de todas las clases sociales no es de extrañar, porque a la marina se dedicaban representantes de todos los segmentos sociales de la época.
Desde la más alta nobleza que comandaba el ejército destinado a África o Asia, hasta los mas humildes servidores.